Daniel Camacho caricaturiza al sexenio

GUADALAJARA, JALISCO (27/NOV/2012).- El caricaturista Daniel Camacho se siente como uno de sus monos: un temeroso pasajero montado en la parte trasera de la canoa manejada por Felipe Calderón, que en un costado lleva el nombre de México. "¿Está seguro del rumbo?", le pregunta el personaje al mandatario, sin poder ver que su embarcación está a punto de desplomarse hacia el precipicio.

De cartones como el anterior está lleno el primer libro del monero tapatío, ''Haiga sido como Haiga sido, El sexenio de Calderón'' -co-editado entre Cal y Arena y la Universidad de Guadalajara-- que será presentado este miércoles 28 de noviembre a las 17:00 horas en el Salón de Profesionales de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.  

Para complementar sus caricaturas de corte político, hechos "con la mirada de un ciudadano de banqueta", Camacho invitó a reconocidos periodistas, escritores e intelectuales para escribir un ensayo corto en cada capítulo: a José Woldenberg en el que tiene ver con elecciones; a Roberto Zamarripa en el de actores políticos; y a Ricardo Raphael en el tema de educación. Participan, además, Pedro Salazar Ugarte (justicia), Myriam Vachez (política exterior), Ciro Murayama (economía), María Amparo Casar (congreso), Eduardo Guerrero (guerra contra el narco), entre otros.

Daniel Camacho nació en Guadalajara en 1971. Empezó a dibujar desde niño y publicó sus primeros cartones políticos mientras estudiaba la carrera de derecho en la Universidad de Guadalajara.

Un tsunami de sangre que se levanta sobre el ciudadano; una gráfica económica del país con Carlos Slim a la cabeza; Elba Esther Gordillo poniéndole tache a Calderón; o un Presidente que les cuenta a los niños su Plan de Desarrollo Nacional, son otras de las escenas que Camacho seleccionó a partir de sus cartones publicados en el diario Reforma.  

"Mi trabajo es buscar por dónde la gente estamos padeciendo a esta clase política enana que parece un circo", dijo el tapatío radicado en la Ciudad de México desde hace 18 años; "yo, al principio, pensé que iba a dibujar este sexenio con color azul, y lamentablemente terminé pintándolo con rojo".  

--Después de este ejercicio de recopilación, ¿Cómo calificas el sexenio de Calderón?
--Como una tragicomedia. Porque lo mismo el presidente cuenta chistes o se pone a cantar en el acto de inauguración de una carretera. Es una caricatura de mal chiste, una broma que padecimos seis años, en los que improvisó día con día, donde no tenía una estrategia para combatir el narco, donde mucha gente sufrió el daño colateral que él llamó. Hay muchas víctimas inocentes.

--¿Cómo son tu primera y última caricatura sobre el sexenio?
--No sé si es la primera, pero esta es una caricatura que se publicó muy al principio del sexenio, donde aparece el Gabinete. Acá está Calderón (subido en una silla) pensando que dirige la orquesta, pero quien le pone las notas que hay que seguir es Elba Esther Gordillo. La última salió hace dos días en el periódico, y aunque ya no se incluyó en el libro es el cierre del sexenio: Calderón está cerrando una cortina (de metal) donde se leen estas frases: Haiga sido como haiga sido, Presidente del empleo, Para vivir mejor, y por abajo se ve el baño de sangre que fue el sexenio.

--¿La realidad mexicana es más llevadera con humor?
--Yo creo que sí, porque el mexicano se ríe de sus desventuras, de sus sufrimientos; el mexicano se puede reír de sí mismo. Yo siempre digo que el mexicano también es una caricatura y que tiene el gobierno que se merece. Somos como esta cantante Rihanna a la que su novio golpea y regresa con él a cada rato. Así estamos nosotros con el PRI; después de que nos golpeó y nos golpeó, dicen que 71 años, volvemos con ellos después de 12 años de panismo. Entonces el mexicano es una caricatura igual que los políticos. Creo que la política mexicana es un circo donde hay muchos enanos políticos y también muchos ciudadanos iletrados.

--¿Cómo crees o esperas que sean las caricaturas del próximo sexenio?
--Pues copetonas y como una telenovela. Mi última caricatura, en el capítulo de elecciones, es una televisión con la banda presidencial, porque es la que ganó realmente. Yo esperaría que no fuera eso; que Peña Nieto cortara con esos compromisos.

--¿Cómo debe ser la mirada de un caricaturista?
--Fresca; que no se case con una idea, que escuche a los demás. Por eso, si me hablan los políticos, los escucho. Una vez un político me habló y me dijo 'oye tu me pones con colmillo y el signo de pesos, y sí tengo colmillo pero no soy corrupto', entonces lo sigo dibujando con el colmillo y le quité el signo de pesos, porque tampoco puedo comprobarlo.

--Eres caricaturista pero estudiaste derecho, ¿por qué?
--De muy joven, cuando empieza uno a abrir los ojos, yo creía que había dos profesiones liberales. Una era la medicina, por la vida, y otra la abogacía por la libertad. Por eso estudié derecho. A mí me gusta leer, me gustan los libros. Estudié derecho pero soy caricaturista desde que me acuerdo.

Para saber
La presentación del libro de Daniel Camacho se llevará  a cabo en el marco del Encuentro Internacional de Periodistas en la FIL. Este miércoles 28, a las 17:00 horas, en el salón de profesionales, estarán junto al autor José Woldenberg, Myriam Vachez Plagnol, Rafael Pérez Gay, y Pablo Arredondo Ramírez.

EL INFORMADOR / EUGENIA COPPEL