Lunes, 25 de Noviembre 2024
Cultura | Reinado con una cámara fotográfica

Daniel Aguilar, premio Rey de España

Por más grotesca que sea la realidad, el fotoperiodista debe hacer una reflexión con su obra, dice el galardonado

Por: EL INFORMADOR

Daniel Aguilar recibió ayer en Madrid el XXVIII Premio Internacional de Periodismo Rey de España.NTX  /

Daniel Aguilar recibió ayer en Madrid el XXVIII Premio Internacional de Periodismo Rey de España.NTX /

GUADALAJARA, JALISCO (05/ABR/2011).- Daniel Aguilar es una de esas personas que no podrían ser personajes de historias o revistas. No es extravagante, tampoco viste ropa de marca, es más, podría decirse que ni siquiera le gusta que le tomen fotografías.

A él le gusta estar del otro lado, ahí donde el obturador suena como una ráfaga y la imagen se construye desde antes del disparo. Éste es Daniel Aguilar, el cuarto fotoperiodista en la historia de México en obtener el Premio Rey de España, por su trabajo realizado en el terremoto que azotó Haití en enero de 2010.

El cortejo con la cámara

Moreno y de pelo ralo, con 14 años de vida, Daniel Aguilar salió a la calle mientras la Tierra se resquebrajaba. El sismo de 1985 en su natal Ciudad de México fue el primer acercamiento a la fotografía.

Aguilar cuenta que “fueron tres semanas en que no tuve clase, y yo me salí a la calle con mi primera cámara, que era una Istomatic 126, con la que hacía dos disparos al día, porque era para lo que me alcanzaba; los rollos eran caros y yo no tenía trabajo”.

Cuando sus padres vieron que su gusto era más que un pasatiempo, “pues me empezaron a decir que pusiera un estudio para tomar fotografías familiares y de graduación y esas cosas. Hice algunos trabajos así, pero cuando cumplí los 18 años fue cuando pude entrar a trabajar al periodismo, en el periódico El Heraldo”.

La primera asignación que recibió en su trabajo fue cubrir un partido en el hoy Estadio Delta, en un juego de beisbol de la liga profesional: “Para mí fue muy difícil, porque a pesar de que me gustaba el beisbol no contaba con los conocimientos. Pero sin duda fue donde más aprendí, porque la fuente deportiva te permite dominar la técnica y las herramientas. Eso sí, siempre tuve que informarme y empaparme para saber qué iba a capturar para que fuera diferente, creo que por eso me fue bien, siempre iba preparado a mis asignaciones”.

Llamadas inesperadas

La fotografía con la que ganó el Premio Rey de España muestra un país devastado después de un terremoto, ahí donde la miseria se instala y la esperanza se esconde detrás de las grietas que se abren con el dolor.

Para Daniel Aguilar, hacer fotografía no lo es todo. “No hay una fotografía que valga la vida misma. Uno hace esta chamba, porque con la fotografía acercas a la gente, uno siente el sufrimiento o la felicidad cuando se acerca a ella, el dolor y las sonrisas se contagian”

Un día, estando en la calle haciendo el registro cotidiano con su cámara, recibió una llamada, le dijeron que Haití, ese país que él había visitado un par de años antes, estaba ahora bajo escombros producto de un terremoto.

“Fue cuando decidí empacar mis cosas e irme, sabía que era una buena oportunidad de hacer lo que me apasiona”.

Aguilar no muestra muertos en sus fotos, inclusive dice que no tolera ver imágenes “que las agarras y todavía les escurre la sangre”. Es un convencido de que, “por más grotesca que pueda ser la realidad, uno tiene la responsabilidad de hacer una reflexión con las fotografías”.

 Ahora que México padece un colapso social, Aguilar está consciente de que “México va a ser violento con o sin fotografías. Lo que nosotros tenemos que hacer es no contribuir al miedo sino a la reflexión, ahora que Alejandro Cossío ganó el premio de la Fundación Nuevo Periodismo, creo que ése es su mérito, mostrar que una bala sí mata y que la fotografía también dispara”.

Las nuevas generaciones

Cuando toma fotografías Daniel ve cosas que otros no ven. Cuando alguien le toma fotografías, todos pueden  ver lo mismo: un moreno de cabello ralo que trae una argolla de casado y que usa zapatos tan cómodos que bien podrían pasar por tenis.

Le gusta la Coca Cola y se considera un fanático de los Beatles. Este hombre no es un personaje de revista, pero ayer en España escribió parte de la historia de la fotografía mexicana, tras recibir de manos del rey Juan Carlos el reconocimiento a su trabajo, acompañado por 39 mil euros.

Daniel sabe que “las nuevas generaciones deben demostrar lo que esperamos de ellas. Yo he aprendido, a mis 39 años, que un día puedes estar por la mañana en un desayuno con Carlos Slim, por la tarde escuchando a algún político, por las noches viendo un desalojo y en las madrugadas ver gente durmiendo afuera del metro que espera el amanecer. Ésa es la oportunidad que me ha dado la fotografía, de saber que todas las personas, en sus justas dimensiones, lo único que queremos es un poco de felicidad, siempre y todos los días”.

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