Dan llave para 'El Motel de los Antojos Prohibidos'

GUADALAJARA, JALISCO (18/JUN/2015).- A diferencia de su columna en la que habla de temas más diversos, Verónica Maza Bustamante plasmó en su libro "El Motel de los Antojos Prohibidos" (Grijalbo, 2015)  21 prácticas que abordan la sexualidad de una manera sana, positiva y consensuada, aseguró la periodista, quien este jueves lo presentará a las 20:30 horas en Rendez-Vous Café de las Artes (Libertad 1903).

La columnista estará acompañada de los músicos Carlos Avilez, Sara Valenzuela y José Manuel Aguilera, de La Barranca, quienes tocarán canciones de sus respectivas discografías.

-¿Para quiénes es este libro?

Para un público que tendría que estar ya en el ejercicio de su vida erótica con el objetivo que lo disfruten o se identifiquen con lo que hablo pero me gusta creer que quien va a leer el libro pueda hablar con mayor libertad a personas más jóvenes.

-¿Por qué elegiste estas 21 prácticas?

Cuando Antonio Helguera (el ilustrador)  y yo comenzamos a planear la realización de esta libro decidimos investigar sobre las manifestaciones de la sexualidad yo tenía una lista de 500. Nuestro primer filtro fue seleccionar las que fueran sanas, seguras y consensuadas, que no estuvieran ni cerca de lo que divide lo que es un delito de lo que no.

De las 200 que quedaron elegimos las 21 que queríamos, por un lado, que no fueran tan comunes y que existieran en la sociedad pero no nos diéramos cuenta, como las relacionadas con la música o la literatura.

Otras que nos parecían graciosas como la del reino vegetal (Dendrofilia) o la de espacios altos (Acrofilia). Luego otras que son muy familiares en América o Europa pero que la gente no lo asume tanto como el dogging, que es la práctica en público. Asimismo quisimos matizar ciertas cosas, para ello elegí dos prácticas, como la de pesos pesados (Anastimafilia) porque to creo que vivimos en una sociedad donde las mujeres están muy angustiadas por su físico y se les obliga de manera peligrosa a estar delgadas.

La última guía que tenemos era que yo no quería hacer nada que pudiera interpretarse como Sombras de Grey, que son prácticas que cada vez se escuchan más.

-¿Cuál fue el proceso de investigación?

No fue tan complicado porque ya tengo un bagaje amplio de 15 años sobre estos temas. En casa tengo una bibliografía muy buena y sé dónde buscar, en ese sentido sabía bien a donde dirigirme y con quien. Los testimonios exploté las redes sociales, me fueron muy útiles porque durante el tiempo de búsqueda le preguntaba a mis seguidores por Facebook y Twitter sobre sus propias prácticas, qué opinaban o me decían deberías conocer a tal persona. Exploté los conocimientos que he adquirido durante estos 15 años.

-¿Cómo surgió el acercamiento entre Antonio Helguera y tú?

A Helguera lo conozco como desde muchos años, es muy fino, me gusta su trabajo en blanco y negro, con una técnica muy bien hecha pero que a la vez su mensaje es muy directo y sencillo. Soy fan del humor que maneja, entonces nos encontramos alguna vez en la Feria del libro de Guadalajara y en una de las pláticas quedamos de hacer un proyecto.

-¿Qué significa este libro para una sociedad como la mexicana?

Espero que represente un avance en cuanto a la apertura de los temas. La editorial se ha portado bien conmigo, se interesó en el tema y la manera en la que quería abordarlo, utilizando el humor y las imágenes como herramienta sexual, hablar de una manera muy ligera , y con una investigación periodística. Lo mismo me ha pasado con mi columna, tengo que decir que espero que los lectores encuentren en estas páginas algo relacionado con su vida o que por lo menos les abra el panorama y ayude a que no se discrimine a otros.

-En ese sentido, ¿Cómo se encuentra México en apertura?

 Todavía nos falta recorrer un grande camino. Fue en la década de los sesenta cuando empezó a haber un cambio que no había pasado en siglos. Aunque hay un gran avance hay que informarnos, tomar conciencia de nuestra sexualidad y la de lo demás sino tomamos el riesgo de irnos al otro lado, cuando nadie reflexionaba el lado sagrado.

 -Hay una frase que me llamó la atención que habla de que es "Un mapa del edén"

Eso viene de una frase de Octavio Paz, quien decía que para la sociedad el acto erótico que no tuviera como único sentido la reproducción podría parecer tremendo, cuando en realidad lo que logra es que menciona algo así como regresar a un mar de calma. Me encantó esa idea porque vivimos en un mundo donde tenemos un pesimismo atroz y cuando todo pareciera estar en contra, ojalá  viéramos la posibilidad de explotar nuestros sentidos como un edén.

EL INFORMADOR / ILSE MARTÍNEZ