Dan a conocer balance de la Asociación de Bibliotecarios

GUADALAJARA, JALISCO (16/MAR/2012).- A poco tiempo de dejar el cargo, la Presidenta de la Sección de Bibliotecas Públicas de la Asociación Mexicana de Bibliotecarios, A.C. (AMBAC), Helen Ladrón de Guevara, hizo un balance de los logros y los pendientes durante su gestión.

En primer lugar, destacó logros que ayudaron a la difusión de la Asociación que preside, por ejemplo, la adquisición de un dominio de internet, conferencias, ponencias, eventos profesionales, etc., además de la creación del reglamento manual de organización y la "crónica histórica en proceso".

Ladrón de Guevara reconoció que hay pendientes que atender como la profesionalización de los socios (actualmente hay más de 30 miembros) en lo que respecta al acceso a la información especializada, talleres, el establecimiento de contactos con organizaciones internacionales y la promoción de capacitación y desarrollo profesional de los responsables y personal de las bibliotecas: "Entrenarlos para que sean más sensibles ante la problemática social".

Además, afirmó que uno de los problemas de las bibliotecas públicas en el país descansa en que no todas las bibliotecas tienen acceso a internet además de la "rotación profesional de los bibliotecarios" que perciben sueldos menores a los bibliotecarios académicos.

La también investigadora y catedrática dijo que uno de los retos de la Asociación es seguir aumentando el número de socios que, según afirmó, durante su mandato creció de 10 a 30 miembros.

Ladrón de Guevara prevé dejar el cargo a finales de abril o principios de mayo, dijo que una de las causas que la orillaron a tomar esta decisión es "por asuntos laborales".

"Yo no creo en ser eternos. Hay que dar oportunidad a otras personas", remató.

Dentro de las metas del AMBAC está el promover la igualdad de acceso en las bibliotecas, destacar el rol de las mismas en sociedad, mejorar la calidad de los servicios y aumentar la alfabetización, lectura y aprendizaje permanente.

EL INFORMADOR / GONZALO JÁUREGUI