Cumple 63 años Ángeles Mastretta

CIUDAD DE MÉXICO (08/OCT/2012).- Al cumplir 63 años, el reconocimiento internacional del que goza Ángeles Mastretta le ha valido ser jurado de importantes premios literarios y que su obra sea traducida a idiomas como el chino, convirtiéndola en una autora imprescindible del México de hoy, al que se refiere desde el apasionado y complejo universo femenino.
 
Muestra de ello es el fragmento de su novela breve "Ninguna eternidad como la mía", en la que se compromete a "vivir con intensidad y regocijo, a no dejarme vencer por los abismos del amor, ni por el miedo que de éste me caiga encima, ni por el olvido, ni siquiera por el tormento de una pasión contrariada.
 
"Me comprometo a recordar, a conocer mis yerros, a bendecir mis arrebatos. Me comprometo a perdonar los abandonos, a no desdeñar nada de todo lo que me conmueva, me deslumbre, me quebrante, me alegre.
 
"Larga vida prometo, larga paciencia, historias largas. Y nada abreviaré que deba sucederme, ni la pena ni el éxtasis, para que cuando sea vieja tenga como deleite la detallada historia de mis días", destaca un blog que rescata frases y fragmentos importantes de su obra.
 
Ángeles Mastretta nació el 9 de octubre de 1949, en Puebla, lugar donde realizó sus estudios pre-universitarios. En 1971, se mudó a la Ciudad de México, después del fallecimiento de su padre Carlos Mastretta, quien influyó poderosamente en la escritora, quien estudió periodismo en la facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
 
Posteriormente, colaboró en periódicos y revistas como "Excélsior", "Unomásuno", "La Jornada" y "Proceso", destaca la biografía que difunde "ensayistas.org".
 
Con su columna "Del absurdo cotidiano" en el periódico vespertino "Ovaciones" inició su carrera periodística.
 
En 1974, recibe la beca del Centro Mexicano de Escritores, con ello consigue desarrollar sus habilidades en la escritura a lado de autores como Juan Rulfo, Salvador Elizondo, y Francisco Monterde. De 1975 hasta 1977, dirige la difusión cultural de la ENEP-Acatlán.
 
En 1978, publicó su colección de poesía titulada "La pájara pinta", y dirige hasta 1982 el Museo del Chopo. Ese mismo año, Mastretta aparece en el consejo editorial de la revista feminista "FEM", según datos de "Wikipedia".
 
En 1985, escribe su primera novela "Arráncame la vida", ganadora del Premio Mazatlán, y que fuera traducida al italiano, inglés, alemán, francés y holandés. Su libro le valió fama y prestigio internacional.
 
En 1997, Mastretta recibió el Premio Rómulo Gallegos por su novela y cuarto libro "Mal de amores" (1996), el premio fue otorgado por primera vez en la historia del premio a una mujer.
 
En 1988, participó con a Germán Dehesa en el programa televisivo "La almohada".
 
Mastretta es miembro del Consejo Editorial de la revista "Nexos" de la cual fue director su esposo, el escritor Héctor Aguilar Camín, entre 1983 y 1995. En 1999, tiene su columna "Puerto libre" en "Nexos", así como en periódicos extranjeros como "Die Welt" y "El País".
 
Conocedores de su obra destacan que en la obra literaria de Mastretta destaca el pensamiento feminista mexicano de los años 70 y 80.
 
Mastretta se caracteriza por su actitud de compromiso social ante los problemas de la mujer mexicana, los presenta y contextualiza, a través de la experiencia auténtica y tangible, en su narrativa.
 
La escritora ha fundado y organizado grupos tales como "Unión de Mujeres Antimachistas" en el Distrito Federal. Ha sido ganadora del galardón del Águila Social, en Porto Alegre en el 2005.
 
Entre sus novelas se encuentran "El mundo iluminado" (1988), "Ninguna eternidad como la mía" (1999), "El cielo de los leones" (2003) y "Ángel Maligno" (2008). También cuenta con libros de relatos y cuentos como "Maridos" (2007), "Hombres de amores" (2008), entre otros.