Cultura, la reforma pendiente

GUADALAJARA, JALISCO (26/FEB/2015).- Carlos Lara finalmente ha llegado al último número de su trilogía en torno a la cultura y sus políticas, con la presentación —el próximo lunes— de “La reforma cultural en Guadalajara”, libro con el que concluye una serie que comenzó con “1988-2012, Cultura y transición”. Aquel primer episodio fue un análisis sobre la política cultural del Conaculta. El texto fue elaborado con entrevistas a actores de la política cultural del país, como Sergio Vela, Sari Bermúdez y Rafael Tovar, entre otros.

El segundo libro fue “Voces, ecos y propuestas”, donde continúa el análisis con documentos para mostrar qué no ha prosperado la legislación sobre cultura. Una de las conclusiones de Lara fue que la cultura en México está “sobre diagnosticada”. En entrevista con este medio, el autor señala que “hay demasiados estudios, muchas propuestas”; de ahí que considere “absurdo que Conaculta convoque a un foro para pedir consulta. Sabemos lo que se requiere, pero no se ha hecho”.

En este tercer libro expone las necesidades de una reforma cultural, “el pendiente de la transición democrática y la alternancia política”. Por ello, advierte el especialista, este libro es un “llamado al gobierno actual por su doble discurso, en su plataforma política se compromete a impulsar a la Secretaría de Cultura, pero luego borran el tema”.

Lara resalta el hecho de que se han llevado a cabo muchas reformas, pero la agenda del gobierno federal ha dejado fuera la reforma cultural.

Sobre el contenido del libro, el analista de la cultura y la comunicación señala que “tiene un recuento de las omisiones, el desdén que ha tenido el gobierno hacia el ámbito de la cultura. Es una burla, un despropósito, una falta de compromiso”.

Según Carlos Lara, “el primer paso es tener un marco jurídico, y hacerlo valer”. El analista agrega que uno de los grandes huecos que tienen las instituciones nacionales de cultura son sus carencias en leyes y reglamentos: en el caso del Conaculta no hay una ley, mientras que el INBA o el INAH sí cuentan con una legislación, pero no con reglamentos sobre esa leyes.

El objetivo de las legislaciones es hacer que la cultura sea más accesible a la gente. Para ello, se debe “hacer valer iniciativas como la ciclovía, tomar las calles, recuperar espacios, habilitarlos, sacar la cultura de los museos y hacerla más cotidiana para que la gente vea y valore que la cultura es algo que puede mejorar la calidad de vida”.

LAS POSTURAS DE CARLOS LARA SOBRE...

Ley del libro

En los años recientes se ha legislado el rubro de la cultura en su relación con el mercado, en particular la ley de libro. Sobre la ley y su reglamento, Lara comenta: “Tiene una única bondad: que los pequeños libreros estén en condiciones con competir con las grandes librerías, que son pésimas en servicio, venden lo que quieren y están plagadas de libros de autoengaño, o autoayuda, como lo quieren llamar”. Además, Lara agrega que no se ha constituido el consejo de fomento a la lectura que contempla la ley.

Los libros regalados

A propósito de los libros embodegados de la Secretaría de Cultura y que apenas el fin de semana pasado fueron regalados en el Paseo Chapultepec, Lara argumenta que “una falta de planeación evidente, una escases de criterio: es resultado de no priorizar bien lo que es la secretaría pública. Las publicaciones que las secretarías de Cultura hacen muchas veces corresponden a caprichos o compromisos políticos”. Lara cita un periquete de Arduro Suaves (alias de Arturo Suárez) en donde se critica la labor de las editoriales oficiales (universitarias y del Estado): “Imprímase y embodéguese”, en referencia al “Imprimatur” (imprímase) con el que la Iglesia católica autorizaba las publicaciones.

• Presentación de "La reforma cultural, el pendiente de la transición democrática y la alternancia política”, de Carlos Lara G. Lunes 2 de marzo, 20:00 horas, en el Museo de la Ciudad, situado en la calle Independencia 684.