Contingencia es oportunidad para ver cómo vivimos: Villoro

SANTIAGO DE CHILE.- El escritor mexicano Juan Villoro llamó a la sociedad de su país a aprovechar la emergencia sanitaria que vive por el virus de la influenza, como si fuera una "segunda oportunidad para aprender de qué modo vivimos".

En entrevista con el diario chileno El Mercurio, Villoro dijo que la crisis en su país, donde este domingo se reportan 473 casos confirmados de infecciones y 19 decesos, constituye "una radiografía de la sociedad mexicana, que no está en muy buen estado de salud".

"Como en La peste, de (Albert) Camus, hay que aprender de esta experiencia como si fuera una segunda oportunidad para ver de qué modo vivimos", añadió el autor de El Testigo y El disparo de argón, entre otras obras.

Al hacer un balance de la situación en su país, el escritor mexicano explicó que "de acuerdo con la información oficial, en los hospitales hay suficientes antivirales para enfrentar la crisis".

"El problema es que mucha gente llega tarde ahí, a veces la atienden mal y otras veces tiene complicaciones por otros padecimientos. Esto está siendo una radiografía de la sociedad mexicana, que no está en muy buen estado de salud", insistió.

Villoro sostuvo, además, que "la información no ha sido tan frecuente ni tan precisa como sería deseable", lo que incide en el aumento de la confusión y la incertidumbre.

"El pueblo mexicano es muy sociable y el aislamiento es un infierno que estimula las incertidumbres; es la parte más compleja con la que habrá que lidiar", abundó.

Por su parte, la escritora y periodista mexicana Ángeles Mastretta relató como "el domingo la gente se puso el tapabocas colgando del cuello, como si el mal fuera a llegar con un viento raro y uno pudiera agazaparse tras él sólo frente a un caso urgente".

"Aún ahora, días después de iniciada la alarma, hay quienes andan sin el bozal: el dique, la protección, el resguardo, les viene sobrando", acotó la autora de las novelas Mujeres de ojos grandes y Maridos, entre otras.

Pese a las medidas de seguridad adoptadas en México, Mastretta reconoció que "yo el día de hoy no me echaría a la calle ni a patadas. Y no es que sea precavida, sino que tengo permiso de quedarme aquí, sin culpas y sin tedio".

"Yo sí que ya no soy valiente", admitió la escritora, aunque expresó su confianza en que la epidemia "concluya como tantas otras, con la alegría de la supervivencia".