Conocer el pasado para atisbar el futuro

GUADALAJARA, JALISCO (207OCT/2013).- ¿Qué es la historia? ¿A quién le interesa y por qué? Esas fueron algunas de las preguntas que Trevor Stack se hizo durante la realización del libro "Knowing History in Mexico". El académico de la Universidad de Aberdeen, Escocia, aprovechó el escaparate que le brindó el Festival de la Luna para compartir un resumen breve, a manera de charla, a propósito de la publicación. El diálogo se llevó a cabo a las 12:00 horas en el hotel La Casa de Maty, ubicado en el centro de Tapalpa.

Durante la preparación del libro, Stack habló con muchas personas de Tapalpa. Les preguntó cuál era la historia de Tapalpa, una pregunta ambigua que hacía para saber qué entendían ellos por historia.

"Algo habían encontrado de valor en la historia. Reconocían lo bonito de la historia y que alguien viniera a escribirla. Además, algo sabían de la historia, mínimo que Atauco era más viejo que Tapalpa".

Entre las razones que enumeró sobre por qué hay que hablar o escribir sobre lo que ya fue, el escocés aseguró que hay que conocer el pasado para saber el futuro, "y por si nos piden tareas de historia en la escuela, porque la escuela ayuda a mantener la idea de que la historia tiene valor".

Sin embargo, argumentó que la historia es un tipo de conocimiento muy presentable y útil, que a diferencia del chisme y del discurso legal, ya fue y no va a ofender a nadie.

Además, señaló que en gran parte de Latinoamérica tener cultura se entiende por tener visión más allá de lo inmediato y de lo personal; tener acceso a los circuitos regionales, nacionales y mundiales de la cultura.

"Saber historia es demostrar cultura, porque demuestra precisamente una visión más allá de lo inmediato. Saber historia es conocer un pasado que ya se fue. Demuestra interés sobre lo que no es inmediato. También porque implica tener acceso a un mundo más amplio".

Dijo que uno de los puntos que trazan algunas diferencias entre pueblos y ranchos es la cultura.

"El pueblo se define por el espacio público del que carece el rancho. El pueblo tiene sus calles trazadas y su plaza. Y, si he dicho que la cultura se entiende por tener una visión más allá de lo inmediato, se supone que los ranchos se conocen por carecer de esta visión".