Confirman multietnicidad de la Ciudad de los Dioses

SAN JUAN TEOTIHUACAN (31/OCT/2011).- A partir de un análisis de paleodieta y estroncio a los restos óseos de más de 40 de los 117 entierros descubiertos en la antigua urbe de Teotihuacán, expertos en la materia han confirmado la multietnicidad que existió en la llamada Ciudad de los Dioses.  
Así lo dio a conocer la arqueóloga Linda Manzanilla, del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, durante su participación en la V Mesa Redonda dedicada a esta civilización, que concluyó con la entrega del Premio Teotihuacán a los arqueólogos del INAH Emiliano Melgar y Reyna Beatriz Solís, y al físico José Luis Ruvalcaba, del Instituto de Física de la máxima casa de estudios del país.  

En el acto, Manzanilla señaló además que se trató de personas de procedencia foránea, migrantes de diferentes latitudes provenientes de la costa del Golfo de México, aunque otro tanto también mostraban características locales que los ubican como nativos de Teotihuacán.  

Lo anterior confirma el carácter multiétnico de esta ciudad prehispánica, donde aseguran los expertos habitaron diversos grupos provenientes de lo que actualmente es Oaxaca, Michoacán y Veracruz.  

Asimismo, Manzanilla indicó que a través del estudio de restos de instrumentos para costura, figurillas de cerámica y pinturas murales hallados en Tepancazco, también se ha establecido que éste fue un barrio artesanal donde se elaboraban los atuendos de la élite, particularmente de las clases sacerdotal y militar.  

En el foro académico, organizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la investigadora indicó que los estudios de antropología física fueron aplicados a esmalte, colágeno y huesos de los esqueletos hallados en diversas etapas de exploración arqueológica, efectuadas de 1997 a 2005.  

Los análisis se llevan a cabo de manera interinstitucional, con la participación de expertos de los institutos de Geología, Geofísica y Física de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), del INAH, el Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav-Irapuato) y el Instituto Politécnico Nacional.  

De acuerdo con Linda Manzanilla, la procedencia costera de quienes habitaron ese sector de la antigua ciudad, hoy San Sebastián Xolalopan, también se ha deducido a través de las costumbres funerarias.  

'Frente al hecho de que los teotihuacanos generalmente enterraban a sus muertos en fosas bajo los pisos de sus viviendas, en Teopancazco se hallaron entierros inusitados de varios individuos masculinos decapitados y dispuestos cada uno en vasijas tapadas y cubiertas con cinabrio, ritual del que sólo se tiene precedente en Cerro de las Mesas, Veracruz', apuntó la especialista.  

Al dictar la conferencia 'Teotihuacán, Elite y gobierno. Excavaciones en Xalla y Teopancazco', la arqueóloga señaló que mediante esta serie de estudios se llegó a la conclusión de que el conjunto habitacional mencionado, donde se han localizado los restos de 160 viviendas, estuvo ocupado de 150 al 600 d.C. por población local, así como foránea que llegó del área de la Costa del Golfo.  

'Teotihuacán representa un reto intelectual por su heterogeneidad y complejidad, por ser a la vez centro de manufacturas y movimientos de bienes; capital de un Estado con estrategia corporativa, y que tuvo una compleja trama de grupos sociales y étnicos entrelazados por actividades comunes como rituales y ceremonias', subrayó Manzanilla.  

Cabe recordar que el 'Premio Teotihuacán' fue entregado a los investigadores antes citados, por su estudio 'Del centro de barrio al complejo palaciego: los artesanos lapidarios y las tradiciones de manufactura locales y foráneas vistas desde Teopancazco y Xalla', otorgándoles un reconocimiento y un estímulo a la investigación de 40 mil pesos.  

De acuerdo con el INAH, dicha investigación versa sobre el estudio de 194 piezas lapidarias de los barrios de Xalla y Teopancazco, ubicados en la periferia de la Ciudad de los Dioses, para la identificación de las materias primas y herramientas empleadas en su producción.  

Así como también de las huellas de manufactura, para determinar la tradición de elaboración de objetos locales teotihuacanos y distinguirlos de los foráneos.