Con contratiempos, desplegaron sus voces

GUADALAJARA, JALISCO (04/SEP/2011).- Una larga espera aunada a numerosos problemas de sonido provocados por las lluvias de la tarde, pero también por las características del escenario al aire libre, impidieron apreciar en toda su magnitud al coro más antiguo del mundo que se presentó el viernes por la noche en la Plaza Bicentenario, de Zapopan.  

 Como parte del programa “Ármate de cultura” del Ayuntamiento de Zapopan y en el marco de las actividades en torno a los Juegos Panamericanos de Guadalajara, los Niños Cantores de Viena hicieron gala del virtuosismo de sus voces acompañados por la Orquesta Sinfónica Juvenil de Zapopan, en ese espacio ubicado junto a la Biblioteca del Estado Juan José Arreola .

 La convocatoria con entrada libre estaba programada para las 8 de la noche, sin embargo, minutos después de la hora fijada el Director del Instituto de Cultura de Zapopan, Guillermo Gómez Mata, subió al escenario para advertir de los retrasos en la organización del evento y agradeció al público su comprensión.

Paciencia y virtuosismo

Cerca de las 9, el funcionario volvió al estrado para dar la bienvenida al resto de los presentes, y anunciar que en los minutos siguientes se procedería a realizar las pruebas de sonido que estaban programadas para esa tarde.  A pesar de que las sillas se encontraban mojadas por la lluvia y de no haber ningún expendio a la redonda para adquirir algo de beber o comer, el público conformado por aproximadamente 800 adultos y niños, esperó pacientemente.

 Una hora y veinte minutos después dio inicio el espectáculo musical en donde finalmente sí estuvo presente la Orquesta Juvenil de Zapopan, tal como estaba planeado originalmente. El director del coro conformado por niños de 10 a 14 años mayoritariamente de Austria, Gerald Wirth, dio la bienvenida en español y procedió a conducir la primera pieza de la noche: O Fortuna, de Carl Orff.  

Repertorio popular

Con un sonido lamentablemente insuficiente, el conjunto continuó con un repertorio muy ecléctico que incluyó desde piezas de la Edad Media hasta canciones de la música popular como Help, de John Lennon y Paul McCartney, pasando por música del mundo espiritual, canciones folclóricas y música de Viena.

 Algunos de los momentos más sobresalientes de la noche sucedieron cuando los niños cantaron un credo de la Misa Gospel acompañado por sus palmas; o la interpretación en español de Alma Llanera, la canción folclórica venezolana de Pedro Elías Gutiérrez.  

 A pesar de los numerosos problemas, el público en su conjunto pareció satisfecho al final del evento cerca de las 22.40 hrs, ya que otorgó al coro vienés una ovación de pie. En lo particular, Susana Martínez, maestra de música en escuelas primarias, opinó: “es una lástima que haya habido tantas fallas porque los niños cantan precioso. Además este tipo de coros no deberían cantar al aire libre sino en un lugar cerrado con una buena acústica”. Por su parte, Víctor Rodríguez maestro en educación, quien acudió al evento acompañado de su hija Victoria, comentó que a pesar del retraso y los problemas técnicos le había parecido un coro maravilloso.