Coeditarán iconografía de Jaime García Terrés

El poeta, editor, traductor, fundador de revistas, promotor cultural, divulgador de literatura y diplomático Jaime García Terrés, fallecido el 29 de abril de 1996, quien colocó al Fondo de Cultura Económica (FCE) entre las principales casas editoriales, será homenajeado próximamente.

Terrés, quien cumplirá el 15 de mayo sus 85 años de edad, será reconocido por el FCE, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y El Colegio Nacional, organismos que coeditarán la iconografía de ese personaje que trabajó a lo largo de su vida para dar brillo a la cultura universal.

Fue abogado por la UNAM, estudió Estética en la Universidad de París, y Filosofía Medieval, en el Colegio de Francia.

En las imágenes de García Terrés, en la referida iconografía, está el personaje íntimo y el hombre público, su infancia, sus últimos años de vida, su tiempo en brazos de su madre, en la casa paterna, en la escuela primaria, como funcionario cultural y diplomático; y sobre todo como escritor y poeta, sus múltiples momentos rodeado de los otros polígrafos y artistas que le entregaron sin reservas su afecto y admiración.

Esta iconografía, llevada a cabo por Alba C. de Rojo, a partir del archivo fotográfico y documental de la familia García Chávez, está acompañada de una selección de poemas de García Terrés, realizada por Rafael Vargas, y está precedida de una emotiva y esclarecedora presentación de José Emilio Pacheco.

Este último, a través de nueve postales entrega una visión integral del hombre y sus quehaceres, de la época y su generación, de sus dones literarios y de sus obras.

Los trabajos y los días de García Terrés se encuentran reflejados con fidelidad en el acercamiento cordial y documental de Pacheco, y en las imágenes fotográficas, sobre todo, que muestran al escritor en su mundo personal y público.

Pacheco nos recuerda que, como editor de revistas, García Terrés empieza antes de cumplir los 25 años de edad, cuando de 1948 a 1953 coordina la revista "México en el Arte", del Instituto Nacional de Bellas Artes.

Luego dirigiría la revista "Universidad de México" (de la UNAM), en una de sus mejores épocas; y "La Gaceta del Fondo de Cultura Económica".

En 1990 fundó y dirigió la revista "Biblioteca de México", órgano del centro bibliotecario público más importante del país, del que García Terrés fue director general de 1989 a 1996.

Fue un gran periodista literario, como lo define Pacheco, también poeta y ensayista que publicó, entre otros libros, su "Panorama de la crítica literaria en México", "El hermano menor", "Las provincias del aire", "La feria de los días", "Los reinos combatientes", "Todo lo más por decir", "Reloj de Atenas" y "Poesía y alquimia: Los tres mundos de Gilberto Owen".

En 1995, El Fondo de Cultura Económica y El Colegio Nacional (del cual fue miembro García Terrés) coeditaron sus obras.

Divulgador y promotor de la poesía, tradujo a grandes autores clásicos, modernos y contemporáneos de diversas nacionalidades.

Su obra poética quedó reunida en el volumen "Las manchas del Sol" (1953-1994) que, a decir del autor de "Las batallas en el desierto", aún espera a sus lectores.

En "Introducción a mi currículum vitae", breve texto autobiográfico que se incluye al final de la Iconografía, García Terrés refiere: "nací el 15 de mayo de 1924, en la Ciudad de México".

Y luego agrega "desde niño fui dado a contemplar largamente lo que me agradaba y a respirar a plenos pulmones pequeños trechos de vida".

"Me aficioné a escribir en el momento mismo en que pude dibujar mis primeras letras. Recuerdo que, a los siete u ocho años de edad, intenté una novela; y que no fue posible continuarla porque en el capítulo inicial morían, uno tras otro, todos los personajes".

Refirió que le gustaba que sus maestras y maestros le dijeran: "tú serás escritor. Aunque, a decir verdad, acariciaba el secreto anhelo de ser un gran hombre de ciencia y emperador del universo".

Afirma que descubrió temprano la poesía y que comenzó a practicarla casi a escondidas, "muchos, muchos años pasaron antes de que me decidiera a mostrar mis versos".

Dice que sus primeras tentativas solían acabar en el fuego. El hábito, sin embargo, sobrevivió a la quema, "me fascinaba hacer danzar las palabras, orillarlas a la música y a la furtiva descarga de raras emociones".

Fue consejero, subdirector general, director interino (mayo a diciembre de 1949 y abril a agosto de 1952), jefe del Departamento Editorial del Instituto Nacional de Bellas Artes, y consejero del Instituto Internacional de Teatro de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (1948-1949-UNESCO).

También se desempeñó como director de la revista "México en el arte" (1948-1953), director de Difusión Cultural de la UNAM y de la revista de la "Universidad de México" (1953-1965), director de "México en la cultura", suplemento cultural de "Novedades" (1961), y colaborador de "Excélsior".

Fue embajador de México en Grecia (1965-1968), director general de Biblioteca y Archivo de la Secretaría de Relaciones Exteriores (1968-1971) y subdirector y director de la editorial Fondo de Cultura Económica y de su órgano "La Gaceta".

En El Colegio Nacional, desde el 20 de octubre de 1975 publicó: "Sobre la responsabilidad del escritor" (1949), "Grecia 60: Poesía y verdad" (1962), "Los infiernos del pensamiento" (1966), "Ideología y psicoanálisis" (1967) y "Reloj de Atenas" (1977).

"El hermano menor" (1953), "Correo nocturno" (1954), "Las provincias del aire" (1956), "La fuente oscura" (1961), "Los reinos combatientes" (1962), "Carne de Dios" (1964), "Todo lo más por decir" (1971), "Honores a Francisco Terrazas" (1979) y "Corre la voz" (1980).

Es autor de la traducción de "Tres poemas escondidos de Giorgos Seféris" (1968) y de la antología "Cien imágenes del mar" (1962). También, fue director de la Biblioteca de México y de su revista.