Claudio Ordaz vive su sueño en Finlandia

GUADALAJARA, JALISCO (23/SEP/2015).- Investigaciones han revelado que escuchar música altera la conectividad de las áreas cerebrales, para darle campo a la memoria y la consolidación de las emociones, un efecto que el chihuahuense Claudio Ordaz comprobó desde sus primeros pasos en la musica, ya que cada vez que escuchaba a su padre, el maestro Moisés Ordaz, despertaba su instinto por aprender y llegar a ser pionero de la música como también lo fue su progenitor en el Estado de Chihuahua, lo que lo llevó a una lucha constante de superación y dedicación. Tanto así, que no tiene empacho en decir que la música se convirtió en su primer amor.

“Mi inspiración a llegar a ser lo que hoy soy fue la misma música y mi padre. Para mí la música es el recuerdo de mi padre que hasta en sus últimos días demostró su gran disciplina en todo sus proyectos”, relató Claudio en entrevista telefónica para este medio  desde Finlandia. Sí, Finlandia, a donde lo llevó la música.

El ritmo, la melodía, la armonía y los matices musicales se fueron apoderando del cuerpo de Claudio, quien desde muy pequeño tuvo la inquietud por descubrir nuevas melodías, conocer más corrientes musicales, generar sus propias partituras y compartir la música que había creado a nivel internacional. Todo lo anterior lo terminó convirtiendo en el primer mexicano en establecerse como director orquesta en Europa, a través de la Camerata de Savonlinna, en Finlandia.

Llegar a Europa fue siempre un gran sueño para Claudio. Pero este gran logro tuvo como precio el doloroso adiós de su país natal. Y es que hace 23 años el actual Director de Orquesta no ha vuelto a pisar México.

Pero si no está presente en cuerpo, desea que sean sus palabras las que lo representen. la ilusión por  acercarse a tierra azteca y compartir sus conocimientos y experiencias más valiosas es uno de sus más recientes sueños que el mexicano se plantea.

“Me gustaría acercarme a México para dar a conocer las experiencias que he vivido torno a la música. Mi tesis doctoral tiene que ver con la ‘Ejecución Historicista’, un movimiento que se ha dado en Europa, Estados Unidos, Canadá y algunos países de Asia. Lamentablemente a México no ha llegado y me gustaría compartir esos conocimientos con las orquestas existentes”.

Una motivación inagotable

Formar parte de la cuarta generación que ha tenido su familia es un orgullo para Claudio, quien aprendió a tocar el violín a la corta edad de cinco años. “Fue mi primer amor. Entre los 10 y 13 años de edad me despertaba en la madrugaba como una  necesidad de superarme; tocaba mucho y a la vez aprendía más. Soy muy curioso”.

Con esa persistencia y pasión por la música, el violinista con muchos anhelos decide a estudiar la Licenciatura en ejecución de violín en la Universidad de Texas, “antes de partir  (a Texas) veía los aviones y sabía que iba  a ir de país a país llevando mi música a diferentes culturas”.

Más tarde, después de ser el violinista concertino por cinco en su universidad,  tiene su primera interacción en el Viejo Continente como músico, donde vivió un año en España, para posteriormente trasladarse a la República Checa, Estonia y finalmente radicar en Finlandia, país donde fundó y actualmente dirige la Camerata de Savonlinna.

Sus logros

Con una personalidad como la que tiene Claudio, es evidente que el éxito por más costoso que sea, siempre llega con muchas satisfacciones; claro ejemplo del que el mexicano sembró sus frutos tras dirigir a la Filarmónica del Conservatorio de Praga (República Checa), La Orquesta Joven de Cámara de Tallin, La Sinfónica Joven (Estonia), Las Sinfónicas de los Conservatorios de Kuopio, Joensuu y Petrozavodsk en Rusia, por mencionar solo algunas de sus participaciones.

Por el interés en apoyar a la música contemporánea, Claudio ha dirigido estrenos mundiales de compositores como Herbert Lindholm y Jan Mikael Vainio.

En cuanto a sus docentes, el reconocido director ha aprendido de maestros de gran talla internacional de nuestros tiempos: Neeme Järvi, Gennadi Rozhdestvenski, Jorma Panula, Juri Aplerten, Miriam Nemcova y Kenneth Kiesler.