A lo largo de este día, más de 400 adultos de diferentes profesiones y oficios se darán cita en este centro cultural para regalarle a los menores grandes pasiones en pequeñas raciones de 10 a 15 minutos. Científicos y músicos comparten las extrañas costumbres de las aves o del lenguaje de ciertos animales; otros más tocan o cantan canciones o les hablan de recuerdos, les narran historias, reales o inventadas; y algunos más bailan y hace dibujos. Al evento se suman bomberos, arquitectos, matemáticos, biólogos, peluqueros, payasos y cineastas, quienes dan vida a narraciones, vivencias, cantos o historias, relacionadas con sus respectivos quehaceres. En este día se hablan más de cinco lenguas en la Biblioteca Vasconcelos, es el caso de la Náhuatl a cargo del Coro de la Academia Aztecología, integrado por seis personas adultas mayores, quienes dieron la bienvenida a los pequeños cantando las mañanitas en esa lengua. En el primer piso, la planta baja, el cuarto nivel y en los salones de uso múltiples del inmueble situado al norte de esta capital, se desarrollaran diversas actividades desde temprana hora como música, danza, teatro, cine, gimnasia, talleres y lectura de textos. Malabaristas, payasos, globos blancos y sombreros de papel, son parte de la fiesta que se vive en este recinto, en el que incluso se ha colocado una mesa a la entrada, para que los pequeños expresen a través de una carta su mayor deseo. Desde temprana hora, decenas de niños acompañados con sus padres, se han dado cita en la Biblioteca, recinto que suspendió sus actividades de este día, para dar paso a la celebración de los considerados "reyes del hogar". Otros más acompañados por sus abuelos, arribaron para ser parte de esta celebración, en la que se incluyen además actividades como: "Sopa de historias, fuga y armonía en el piano", "Un paseo a la biblioteca", "Cuento para los oídos", "Monitos para todas las edades", "Poemas o juguetes" y "Cómo me hice cantante", entre otras. El Día del Niño en la Vasconcelos, nació en 2013 con la finalidad de crear un ambiente íntimo entre los niños y personalidades como Elena Poniatowska, quien engalanó esa primera edición de la celebración.
