Viernes, 22 de Noviembre 2024
Cultura | Presenta ''La responsabilidad social del arquitecto''

Cátedra perpetua con un maestro emérito, Leopoldo Fernández Font

Con más de 50 años de experiencia en la arquitectura, presenta ''La responsabilidad social del arquitecto''

Por: EL INFORMADOR

El arquitecto resume en un libro sus 50 años de experiencia. EL INFORMADOR / P. Franco

El arquitecto resume en un libro sus 50 años de experiencia. EL INFORMADOR / P. Franco

GUADALAJARA, JALISCO (04/DIC/2015).- “El alumno no es el rival a vencer, es la persona que está esperando una oportunidad para aprender. Esa es la tesis principal de este libro”. Con más de 50 años de experiencia en la arquitectura, Leopoldo Fernández Font presentó “La responsabilidad social del arquitecto”, una compilación de charlas, cátedras y clases impartidas por uno de los maestros eméritos de la UdeG.

Bajo el sello de la editorial universitaria, Leopoldo Fernández Font comentó que parte de esta obra nació por el interés de sus propios alumnos y amigos, quienes que le insistieron en que no dejara las clases que impartía en la facultad de arquitectura: “La verdad es que me cansaba ya en las clases, así que reuní algunos de los trabajos”.

Con textos publicados hace más de 20 años, el creador de edificios emblemáticos de la ciudad, como el templo de la Luz del Mundo o el nuevo diseño del Mercado Corona, el arquitecto decantó su reflexión en la crítica que hace Zygmunt Bauman en torno a la modernidad líquida: “La evolución de la arquitectura y sus múltiples caminos han hecho que la profesión esté inmersa en un mundo de confusión, de verdades y falsedades, necesitamos tener puntos de referencia para juzgar”.

En la presentación del ejemplar, los actuales alumnos de la escuela de arquitectura (en el CUAAD) manifestaron su felicitación, pues el libro también es una clase magistral sobre “la humanidad que necesitamos tener a la hora de construir nuestros edificios”.  

Ante estas muestras de gratitud el autor instó a las nuevas generaciones a no preocuparse tanto, “yo nunca me preocupé hasta que llegué a los 50 años, los textos que tienen son de 1990 para acá cuando me empecé a preguntar lo que había hecho en el tiempo. Yo lo que les digo es que vivan, experimenten, sean honestos con ustedes mismos y no se angustien”.

En la interacción con el público, se le cuestionó su sentir cuando las obras que realiza sufren modificaciones, a lo que respondió: “Las obras no son mías, son obras de una comunidad, yo soy alguien que dibuja, y dibujo en representación de una cultura. La arquitectura es un arte utilitario para servir a los ciudadanos que viven cerca de un lugar. En medida que es utilitaria es modificable y si no fuera así no tiene razón de ser”.

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