Castilla y León abre sus brazos a México

MADRID, ESPAÑA (08/JUN/2010).- Del otro lado del Atlántico se siente el ambiente festivo. Y es que la región de Castilla y León, invitada de honor de la FIL este año, ya prepara sus galas para la fiesta de las letras más importante de Iberoamérica; sus nueve provincias (Ávila, Burgos, León, Palencia, Segovia, Salamanca, Soria, Valladolid y Zamora) muestran el mejor de sus rostros, abren sus brazos en este año de celebración para México y estrechan vínculos a través de su más importante aportación: la lengua.

Amurallada y monumental es como podría definirse a esta región de España, donde lo mismo conviven edificaciones del siglo XIII que modernos museos. Sus 95 mil kilómetros cuadrados son una muestra del poder territorial de Castilla y León, más grande aún que algunos países europeos como Bélgica.

Esta quinta parte de España puede presumir ser un museo en sí misma, pues posee el 50% del patrimonio español; sus 200 castillos y 400 museos dan cuenta del impacto cultural que representa el país europeo, sin embargo la pureza de la lengua es quizá su mayor atributo, una virtud que ha dejado huella a lo largo de los siglos.

Instituciones como la Universidad de Salamanca son el orgullo de esta extensa zona que conserva su prestigio desde su fundación en 1218, cuando se convierte en la cuna del español y que viera sus años dorados entre los siglos XV y XVI.

La Feria Internacional del Libro y la Junta de Castilla y León unen esfuerzos para hacer de esta edición 2010 una experiencia donde la palabra es la protagonista.

A fondo

-Ávila, Salamanca y Segovia son ciudades consideradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

-Posee más de 400 museo y 200 castillos.

-La Universidad de Salamanca recibe aproximadamente a 40 mil estudiantes españoles y 30 mil extranjeros que buscan aprender español.

-Semana Santa es la fiesta de mayor colorido. La fe reúne peregrinos que siguen la ruta para llegar a la tumba del Apóstol Santiago; esta tradición data de la Edad Media y en la actualidad puede seguirse por las mismas calles que en aquel entonces.