'Cactácea', el parteaguas para Luna Morena

GUADALAJARA, JALISCO (05/JUL/2016).- Un hombre que representa a quien hace de Cristo en Iztapalapa aparece frente al espectador con un títere en la mano. En patines y tras un breve monólogo sube al juego de la oruga. "Yo sólo soy un Dios del espectáculo" dice antes de dar vueltas en el popular aparato de entretenimiento de las ferias mexicanas. Este es sólo el principio de "Cactácea", la puesta en escena con la que la compañía Luna Morena celebra su XV aniversario, la cual representa la mexicanidad en una era de internet.

 Miguel Ángel Gutiérrez, director de la organización artística, explicó que la obra -que tendrá funciones en el Laboratorio de Artes y Variedades ( Larva) del 15 al 31 de julio- fue escrita por Alberto Villareal hace un año, luego de que la Royal Court Theatre de Londres le comisionara un texto que hablara sobre el México actual. "Es un parteaguas en la historia de la compañía. Es una obra hecha, pensada (...) esta versión es para el Larva. Este mundo fuera de la conciencia realista donde se relacionan mundos oníricos, queda el universo y origen del títere, discurso que tiene muchos discursos, una de las características de la obra fue que Alberto llegó, le presentamos personajes de Luna Morena, fue seleccionando varios de ellos, que pertenecen a distintos momentos, distintos discursos y van a tener una presencia".

 Villareal, dramaturgo y director de teatro nacido en la Ciudad de México, señaló que la puesta en escena se centra en la historia de un actor que va a representar a Cristo en Iztapalapa, quien es un buen titiritero. "La idea entre el manipulador y lo que es manipulado, en qué punto la marioneta comienza a manipular a su manipulador, juegos de poder personales, simbólicamente quién está manipulando al otro, como el internet en nuestros días".

 El autor reflexionó que lo que se trabajó fue la imagen simbólica de la mexicanidad, sin tratar de llevarla a un sentido religioso, sino de identidad. "En otro momento hablamos de la fundación de la Ciudad de México, cuando Hernán Cortés envía el proyecto a  Alonso Bravo y cómo éste diseña la ciudad, sobre vivir en espacios confinados, Guadalajara, Monterrey una multiplicidad de fenómenos que creemos, que como mexicanos tenemos un contacto".

 Destacó que la idea fue crear una contraposición, en donde aparecieran actores y títeres y que en algún punto el títere sea el dominante o en otro punto mande la instalación en el espacio escénico. "No hay una narrativa lineal, aparecen distintos sujetos como la oruga, al camioneta, se usa el techo, se utilizan los telones, hay toda una serie de maquinaria visual, también para hacer una representación, una experiencia visual de alta intensidad, que el espectador la vaya armando como una especie de bordado, esto es muy importante, no puedes ver toda la figura hasta que llegue al final".

 Para Villareal el teatro es un espacio de visita, de conversación. "También la obra es una síntesis del babel de la informática y la imposibilidad de sostener el discurso, esto está dentro como problema. Un trabajo para el oído, ver cómo el ojo puede ir adelante y atrás es un escenario, el proyecto de la música, de los aludidos que se utilizan, sonidos que van al inconsciente y transforman ".

La autogestión sigue siendo el pendiente de Luna Morena

 A propósito de la celebración de los XV años de Luna Morena, su director Miguel Ángel Gutiérrez habló que los retos que ha tenido la compañía de títeres en este tiempo. "Lo principal es la búsqueda de la autogestión, cómo generar proyectos, cómo poder vivir de lo que hacemos, fue desde el principio la cosa más difícil, y más en un país con las características del nuestro y la situación histórica del nuestro. Hemos desarrollado varias estrategias para buscar de distintas formas la manera de diversificar la gestión de los recursos, creo que la compañía sigue siendo dependiente de los apoyos gubernamentales en un 80 por ciento, pero el 20 restante es producto de tantos años".

El director aceptó que hace falta visión para ser independientes. "Cambiar el chip que tenemos normalmente de idealista romántico a ultranza en donde todos los que iniciamos en esto decimos que lo hacemos por amor al arte  pero en el fondo al realidad es otra, ese ha sido de los primeros obstáculos en mi compañía, sentir que en nuestro trabajo se va la vida y no importa si hay dinero, hemos tratado muchas formas de buscar si eso es realidad. Hay que generar otras actividades que pueden beneficiar en la búsqueda de recursos, como dar talleres, clases, vender productos generados por la obra, ir a festivales, vender la obra a la iniciativa privada, es cuestión de una estrategia".

En la cuestión artística, Miguel Ángel dijo que están satisfechos. "Hemos tenido la posibilidad de indagar en campos  artísticos estéticos temáticos como hemos querido con toda la independencia que tiene el creador o el artista. Hemos gestado proyectos de manera propia pero en un  porcentaje pequeño".

Asimismo Gutiérrez dijo que los títeres seguirán siendo su característica. "El títere sigue para mí manteniendo el misterio o tiene más trabajo, una de las cosas que me gustó es su lenguaje íntegro, puede tener un discurso racional pero también poético, filosófico, estético, hablarle a un niño o a un adulto"

 Lo que viene

En noviembre estrenarán Arca, una obra para teatro de calle.

 EL DATO

 "Cactácea" del 15 al 31 de julio/ Larva (Ocampo esquina Juárez)/120 pesos general y 100 pesos estudiantes.
 
 
 EL INFORMADOR/ ILSE MARTÍNEZ