Bruselas dedica muestra al arte mexicano

BRUSELAS, MÉXICO.-A través de un recorrido desde el arte precolombino hasta la obra de pintores como Diego Rivera o David Alfaro Siqueiros, la exposición Imágenes del mexicano ofrece en la capital europea un retrato caleidoscópico de México, que pretende ir más allá de los habituales estereotipos del país.

La muestra, una de las más importantes dedicadas al arte mexicano en Europa, podrá verse en el Palacio de Bellas Artes de Bruselas (Bozar) desde mañana hasta el próximo 25 de abril, dentro del festival "¡México!", consagrado en exclusiva a dicho país.

Las 150 obras de artistas mexicanos, coloniales y extranjeros reflejan cómo cristalizaron clichés como "el mariachi, el tequila o el sombrero", según dijo uno de los comisarios de la muestra, Luis Adrián Vargas.

"Mostramos lo que la gente espera de México, pero también qué más hay", señaló Vargas.

Dividida en cuatro períodos históricos -la época precolombina, el colonialismo, la Independencia y la Revolución-, la muestra propone un colorido paseo por las múltiples facetas del país norteamericano, en su mayoría plasmadas en óleos, pero también en dibujos, grabados, fotografías, esculturas y películas.

Así, el visitante puede apreciar "cómo cada artista aportó su ángulo" a la construcción de la identidad mexicana, recogiendo "partes de la riqueza étnica y cultural de un país tan vasto", según la también comisaria Dafne Cruz.

"No hay un sólo México, hay muchos, y muchas imágenes de él, según el entorno del que se venga", subrayó Vargas.

La muestra arranca con una selección de esculturas olmecas y teotihuacanas de carácter religioso o mitológico como Cihuateteo, la diosa guerrera que honra a las mujeres muertas al dar a luz.

En la segunda parte, delimitada por la conquista española, los conceptos de raza y de clase o casta aparecen en el arte, dominado por las elite en el poder.

La mirada de los conquistadores, y posteriormente la de exploradores y viajeros europeos del siglo XVIII -como Claudio Linati, que elaboró una "tipología de mexicanos", expuesta en la muestra-, tuvo especial peso en la forja de la identidad nacional, según Vargas.

En particular, la perspectiva exterior "influyó mucho en el siglo XIX, al apropiársela los mexicanos y conformar con ella símbolos nacionales que se consolidan en la Revolución", explicó el comisario.

Tras la independencia emergen los contrastes sociales entre la burguesía ascendente y el crisol cultural del grueso de la población, que fueron representados en obras oficialistas, satíricas o realistas, entre las que destacan las pinturas de Hermenegildo Bustos o José María Estrada.

Las clases populares y los indígenas acaparan los focos del arte revolucionario, al que se consagra la última parte de la muestra, con lienzos de Rivera, Siqueiros, Kahlo y José Clemente Orozco, entre otros.

La muerte, al igual que en la idiosincrasia mexicana, juega un papel destacado en la exposición. Muestra de ello son la serie de retratos funerarios anónimos o el film Macario, de Roberto Gavaldón, que ilustra una ambigua relación con "la Huesuda", a caballo entre la camaradería y el miedo.

También se proyectan fragmentos de "¡Viva México!", la alegoría inacabada de la Revolución del realizador soviético Sergei Eisentein, y películas de los mexicanos Gabriel Figueroa y Emilio Fernández.

Este amplio recorrido explica "cómo los mexicanos nos hemos convertido en lo que somos", según afirmó la embajadora del país en Bélgica y ante la UE, Sandra Fuentes-Berain, en la inauguración.

Tanto Berain como el secretario de Cultura y Artes del Consejo Nacional de dicho ámbito de México, Fernando Serrano, destacaron el papel histórico del país como "lugar de cruce de culturas".

La exposición se enmarca en el triple aniversario que se celebra en 2010: el bicentenario de la independencia de México, el centenario de la revolución mexicana y el 50 aniversario del comienzo de las relaciones diplomáticas entre este país y la Unión Europea.