Viernes, 22 de Noviembre 2024
Cultura | La violación de una joven en diciembre pasado desata polémica en el país

Bollywood enfrenta a la India más conservadora y a la más liberal

La mayor industria cinematográfica del mundo, sufre críticas de una sociedad que no termina por tener claro el rol actual de la mujer

Por: EFE

Algunos sectores piden más libertad y que se deje de tratar al espectador como 'niños vulnerables'. AFP /

Algunos sectores piden más libertad y que se deje de tratar al espectador como 'niños vulnerables'. AFP /

NUEVA DELHI, INDIA (04/MAY/2013).- Escenas censuradas de películas con besos, bofetadas y bailes subidos de tono se mostraron por primera vez en Nueva Delhi entre murmullos y encendieron el debate en torno a lo que es permisible proyectar en las pantallas indias.

La India más conservadora y la más liberal chocaron en la conferencia "Sexo, desnudos, bailes, el beso y el retrato de la mujer", del Festival Cut-Uncut, que ha permitido un recorrido por la historia de los besos y de la mujer en el cine indio.

Una cuestión sensible tras la violación y muerte de una estudiante en Nueva Delhi en diciembre pasado, que ha despertado un debate sin precedentes sobre la situación de la mujer en la India.

Pankaja Thakur, presidenta de la Comisión Central de Certificación Cinematográfica (CBFC), el organismo que regula los contenidos audiovisuales, defendió en el debate posterior a la proyección la necesidad de cortar las escenas "inapropiadas".

"No somos un grupo de funcionarios felices con unas tijeras cortando escenas, sino que somos muy sensibles con los intereses de las mujeres", dijo.

La crítica de cine y miembro de la CBFC Shubhra Gupta sentenció que "la censura trata de proteger la sensibilidad de las personas".

Bollywood ha sido señalado como uno de los culpables de la violencia contra las féminas en el país asiático por presentar a la mujer como un objeto, según los críticos, y algunos sectores han pedido que se endurezcan los cortes de escenas subidas de tono.

Pero la polémica productora Ekta Kapoor defendió su derecho a la libertad artística.

"Si nuestras películas te ofenden, deja de verlas. Es una democracia", señaló Kapoor, quien añadió que "no nos pidan a las mujeres que nos tapemos y escondamos. Cambiad la mentalidad".

El director Luv Ranjan, autor de "Akaash Vani" y "Pyaar Ka Punchnama", despertó los aplausos del público más liberal con sus provocadoras intervenciones.

"Puedo ser lo pervertido que yo quiera mientras no haga daño a nadie", señaló el cineasta, que añadió: "Me decís que hay violaciones por los bailes. ¿Estáis de  broma?".

La industria del cine indio, la mayor del mundo y conocida como Bollywood, cumplió 100 años el tres de mayo, aniversario del filme "Rey Harishchandra", dirigida por Dadasaheb Phalke.

Hoy la industria india produce unas mil  películas al año y vende casi tres millones de entradas anuales, relativamente indiferente a los encantos de Hollywood, que logró un escaso seis punto ocho de la recaudación local en 2011.

Bollywood, la mayor pasión india junto con el "cricket", es un reflejo de la sociedad del país asiático, con la censura hoy presente incluso en las producciones extranjeras, de las que se borran escenas sexuales o se sustituyen insultos por pitidos.

Gupta explicó que la censura comenzó en la época colonial británica y entonces se trataba al espectador como un "niño vulnerable".

Hasta los años cuarenta se mostraban besos en las pantallas indias, pero tras la independencia en 1947 y la creación del CBFC en 1952 las autoridades decidieron que las imágenes de besos no "pertenecían a la cultura de la India".

Pasarían décadas antes de que los besos regresasen a las películas y hasta los años 90 estos se representaban con imágenes de dos flores o dos cisnes acercándose en el país del Kamasutra.

El beso de Aamir Khan y Karisma Kapoor bajo la lluvia y entre relámpagos y truenos en la cinta "Raja Hindustani" en 1996 devolvió cierta respetabilidad al ósculo en Bollywood, lo que permitió una relativa liberalización que se ha acentuado en la actualidad.

La tensión entre los cineastas y el CBFC es inevitable, y las consecuencias económicas de no obtener un certificado para todos los públicos cierra la posibilidad de mostrar una cinta por televisión y puede hundir una producción.

Además, algunos sectores piden más libertad y que se deje de tratar al espectador como "niños vulnerables".

"Las violaciones las cometen enfermos, no las películas", afirmó un joven estudiante del público. ¿Por qué tiene el Gobierno que decidir qué puedo ver y qué no?", espetó en el debate un universitario.

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