Bélgica prepara el centenario de la Gran Guerra

BRUSELAS, BÉLGICA (16/JUN/2013).- Bélgica calienta ya motores para celebrar el centenario de la Primera Guerra Mundial, que dará comienzo en 2014 y se alargará hasta 2018, dando cabida a todo tipo de ceremonias, iniciativas históricas, artísticas y científicas.

"Este conflicto estuvo durante mucho tiempo oculto detrás de la Segunda Guerra Mundial" (1939-1945), indicó hoy el historiador y miembro del comité científico del centenario, Benoit Majerus, quien reconoció que desde hace algún tiempo esa contienda está en proceso de "revalorización".

"Cada vez más historiadores defienden que el siglo XX no empezó en 1900 sino en 1914 y que la Primera Guerra Mundial (1914-1918) fue un laboratorio de lo que ocurriría después en la siguiente", explicó.

Bélgica, uno de los países involucrados en un conflicto bélico que enfrentó durante casi cinco años a las grandes potencias mundiales de la época, quiere homenajear a todas la víctimas militares y civiles del conflicto.

También busca involucrar a todos los ciudadanos, especialmente a las nuevas generaciones, para las que la Gran Guerra no supone más que una anécdota del pasado.

"¿Cómo explicar a un adolescente nacido en 2000 que los alemanes, los británicos o los franceses se mataron entre ellos en nombre de una bandera o de la patria?", señaló el primer ministro belga, Elio Di Rupo, durante la presentación del programa.

"En la Europa del programa Erasmus, la moneda única y las ciudades multiculturales, corremos el riesgo de dejar de comprender ese pasado, lo que hará que preparemos peor el futuro", agregó.

El Gobierno de Bélgica está decidido a atraer la atención internacional con tres grandes actos que tendrán lugar en Lieja, Ypres y Bruselas, para recordar distintos momentos de una de las contiendas más devastadores de toda la historia de la humanidad.

"Hoy en día hay muchas menos familias que cuenten esta historia", indicó Majerus, dado que ya fallecieron todos los veteranos de la Primera Guerra Mundial, que costó la vida a entre 10 y 31 millones de personas, según distintos investigadores.

En 2004 murió el último de los combatientes belgas, Cyriel Barbary, quien se incorporó con tan solo 19 años al segundo regimiento de infantería de línea, donde luchó durante los últimos seis meses del conflicto en el frente occidental.

"A través de las conmemoraciones, habrá otra memoria que se hará visible", señaló Majerus, al tiempo que se mostró convencido de que el gran público "va a ver una nueva imagen de esta guerra".

La primera de las tres grandes ceremonias, cada una de las cuales centrará en un determinado aspecto de la guerra, se adueñará de la ciudad de Lieja el 4 de agosto de 2014 para recordar la invasión alemana de Bélgoca y poner de relieve la resistencia a la ocupación.

El 28 de octubre de ese mismo año, se recordará la batalla de Ypres en la ciudad homónima y en Nieuport, en una ceremonia que girará en torno al rechazo a la sumisión y el reconocimiento a la figura de Alberto I (1909-1934), apodado el rey-soldado.

Finalmente, el 11 de noviembre de 2018, en la capital del país, Bruselas, se celebrarán los 100 años de la firma del armisticio, donde se prestará especial atención a temas como el fin de la guerra, el retorno a la paz y la reconstrucción de Europa.

"¿Puede un joven de Passchendaele darse cuenta de que hace casi 100 años, cerca de 500 mil soldados perdieron la vida en su municipio en un espantoso cuerpo a cuerpo?", se preguntó Di Rupo en la presentación de este evento.

Para el ministro belga de Defensa, Pieter De Crem, los jóvenes "no sólo deben darse cuenta del sufrimiento que un conflicto armado puede causar, sino que también deben hacer todo lo que esté en sus manos para impedir que algo así vuelva ocurrir, ya que nunca debemos dar la paz por sentada".

En paralelo el Gobierno belga ha abierto una convocatoria para subvencionar el coste de algunos proyectos, tales como exposiciones, conferencias, reconstrucciones históricas, páginas web o publicaciones, que basen su contenido en la Gran Guerra.

Cualquier institución pública, asociaciones, fundaciones, sociedades, escuelas o personas privadas pueden presentar su propia candidatura, que será analizada en función de criterios como su adecuación histórica y científica y su alcance nacional.