Arte, receta contra la violencia en Guadalajara

GUADALAJARA, JALISCO (06/MAR/2014).- Lucina Jiménez vivió la transformación de Ciudad Juárez en 2010. Sabe que fue una experiencia extrema: ser la ciudad más peligrosa del mundo donde los muertos se contaban por decenas, en un solo día. Por eso, cuando le preguntan cuánto tiempo tardará en reaccionar la sociedad tapatía a cursos y talleres de arte, para que bajen los índices delictivos en Guadalajara, dice: de inmediato.

El ayuntamiento tapatío aplicará más de cuatro millones y medio de pesos en polígonos inseguros de la metrópoli, para llevar talleres de arte y cultura. De acuerdo con el titular de la Secretaría de Cultura, Ricardo Duarte, se busca replicar la misma política pública que en Ciudad Juárez, la diferencia es que aquí serán de prevención y no de reacción.

Ciudad Juárez y Guadalajara comparten fenómenos, donde el desarrollo urbano está pensado sólo desde el punto de vista económico, dice Lucina Jiménez, quien representa a la organización Conarte.

"Ciudades donde el crecimiento de las familias se dan a través de espacios urbanos, donde el espacio es cada vez menor; donde los niños han perdido las calles, donde las madres han tenido que incorporarse a través de la vida laboral, ejerciendo su derecho, pero al mismo tiempo replanteando circunstancias del desarrollo de los hijos en contextos muy diferentes".

Según la especialista, hay fenómenos regionales que requieren de intervenciones multisectoriales, no sólo desde el punto de vista de la seguridad urbana.

"Donde la migración enriquece la diversidad pero crea muchas tensiones, donde los adolescentes no tienen unos espacios y donde jóvenes sufren de estigmatización a partir de su condición, porque el dialogo intergeneracional no ha fluido en esos espacios urbanos, donde las periferias están viviendo situaciones de frontera con muchas otras realidades, donde la conflictividad se vive de manera permanente en el espacio, y donde la educación vive una crisis en el sentido de la permanencia".

La Secretaría de Cultura de Guadalajara arrancará en este mes las acciones de intervención cultural en zonas de atención prioritaria en seguridad dentro del municipio, para este fin operará tres programas: Mi vida es de película, Acción Poética y Redesearte Cultura de Paz, que se llevarán a cabo con recursos del Programa Nacional de Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia.

Los tres programas, que son una suma de esfuerzos intersecretarial entre Seguridad Ciudadana, Desarrollo Social y Educación, tienen como meta la integración comunitaria a través de una cuidadosa oferta de talleres de distintas disciplinas artísticas y fomentar la cooperación, el respeto, la capacidad de escucha, la corresponsabilidad y la empatía.

Mi vida es de película, Acción Poética y Redesearte Cultura de Paz se llevarán a cabo en el Centro Cultural Santa Cecilia, Centro Cultural Oblatos, Escuela de Música Flores Magón, Biblioteca Carlos Castillo Peraza, Centro de Desarrollo Comunitario Tetlán, Academia Municipal 28 María Refugio Navarro Hernández y Academia Municipal 5 Irene Robledo García.

Van a sembrar, para cosechar en mayo

Cuestionada sobre los indicadores en materia de seguridad, que se podrán bajar para poder determinar que los programas funcionan, Lucina Jiménez dijo que es muy aventurado sostener que así será, pues no se puede "mecanizar" una relación humana. Sin embargo, "como dice Benito Taibo, un niño que sostiene una guitarra, es muy difícil que pueda sostener un arma. Es un asunto de posibilidades físicas".

Los talleres tendrán una duración hasta el mes de mayo, pero ya se están trabajando proyectos para bajar recursos y poder continuarlos hasta el mes de diciembre; fecha en que se agotará el dinero. Sin embargo, hay experiencias en otras localidades donde son los mismos vecinos quienes adoptan a los artistas que llevan talleres a sus hijos, y a la vez, se producen fuentes de empleo que ayudan a bajar las tensiones y la violencia en la ciudad.

EL INFORMADOR/ OMAR GARCÍA