GUADALAJARA, JALISCO (10/OCT/2016).- El sonido vale más que mil palabras. Eso es lo que pensó el público que acompañó al violinista libanés, Ara Malikian, responsable de engalanar la noche del pasado sábado al Festival Internacional Cervantino en la capital guanajuatense.Ara ofreció puntualidad exacta sobre el escenario cuando el reloj marcó las 20:00 horas, a lo que los asistentes reunidos en la explanada de la Alhóndiga de Granaditas respondieron con un firme aplauso cuando el peculiar músico comenzó a revelar su itinerario con un repertorio prometido como “un viaje musical por muchos países, épocas y estilos”. Aunque los videos disponibles de Ara en YouTube delatan un poco la adrenalina de Malikian sobre el escenario, la experiencia de verlo en vivo y a unos cuantos metros de distancia resulta una vivencia totalmente diferente para quienes se encuentran, por primera vez, con el libanés, quienes jamás imaginaron que el aclamado músico y compositor rompiera con los clichés de un concierto convencional.Ara no sólo rindió homenaje a la música popular mexicana versionando a su muy particular estilo la popular “Llorona”, que sin pronunciar las legendarias estrofas inmortalizadas por Chavela Vargas, el músico dejó que su acompañante, un violín de 300 años de antigüedad, fuera quien sedujera a la audiencia que recibió con orgullo el inesperado tributo que plantea replicar en su próxima fecha en el Auditorio Telmex el jueves 13 de octubre, a las 21:00 horas, durante su recorrido por Guadalajara, ciudad a la que espera llegar con otra sorpresa en su repertorio.Si bien durante sus interpretaciones Ara no emite palabra alguna, entre canción y canción el libanés narraba anécdotas de su vida, de cómo decidió dejar atrás la música clásica para apostar por su propio estilo frenético y sin reglas de etiqueta sobre el escenario, teniendo la plena libertad de bailar, saltar y bajar de la tarima para pasear entre el público haciendo gala de su virtuosismo codo a codo con los asistentes.Desde el inicio de la velada, Malikian recordó el origen de sus interpretaciones y composiciones; habló desde su paso por Alemania siendo adolescente al son de “Backgammon”, de su admiración y primer encuentro con Radiohead al ritmo de “Paranoid Android”, de su llegada a España en 1996 y su cambio musical tras siete años de estar en el foso junto a la Orquesta Sinfónica de Madrid; así como su anhelo por obtener un lugar sobre el escenario antecediendo “La vida breve” de Manuel de Falla, de la inspiración compositora que su hijo le provoca con “El vals de Kairo”, además de estrenar su más reciente autoría “Fantasía Cervantina 3” en el festival guanajuatense.Tras casi dos horas de concierto, Ara Malikian aprovechó también para recordar a las víctimas de los genocidios reportados en Oriente memorando a las vidas perdidas en la masacre de Armenia con la pieza “1915”, en compañía de su banda integrada por Humberto Armas, Jorge Guillén, Nantha Kumar, Tania Abad, Héctor “el Turco” y Cristina López.