GUADALAJARA, JALISCO (08/OCT/2016).- Pensar que los pueblos originarios se definen por sus costumbres es una trampa y constituye una forma de racismo, afirmó la profesora en Antropología y Bioética en la Cátedra Unesco de la Universidad de Brasilia, Rita Laura Segato. En su conferencia "Raza y género desde una perspectiva descolonial", como parte de la Cátedra de la Interculturalidad, organizada por la Universidad de Guadalajara, aseguró que todos los pueblos tienen costumbres y las cambian todo el tiempo, sean de Occidente, de Europa o prehispánicos. "En lugar de hablar de cultura, hablo de un proyecto histórico de ser un pueblo y defino un pueblo al conjunto de personas que optan por continuar siéndolo a través de vicisitudes históricas, de una historia que no para y no es controlable. "Lo que hace a un pueblo ser un pueblo no es un archivo patrimonial, sino la idea de que se viene de una historia en común y se marcha de una historia en común", sostuvo. Segato es una de las antropólogas más reconocidas de América Latina por haber participado en estudios para conocer el origen de los feminicidios en Brasilia, Brasil y en Ciudad Juárez, Chihuahua, además de realizar un análisis de la violencia hacia las mujeres indígenas durante el conflicto armado en Guatemala. La académica afirmó que la Conquista es un proceso que no ha concluido y se vive de manera continua en la vida diaria de los países del continente americano, donde los pueblos indígenas y negros deben huir de sus lugares que han ocupado por siglos, aunque es su derecho permanecer ahí. Dijo que el sistema "nos ha enseñado a desechar, censurar y cancelar la memoria de nuestra sangre no blanca", y a "cancelar la memoria de que nuestro paisaje está lleno de ríos de sangre", producto de una guerra de conquista "que nunca acabó". "La Conquista nunca se cerró, es un mito que nos contaron. En diversos territorios de nuestro continente la Conquista está permanentemente en expansión y en marcha", abundó la investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Brasil. Recomendó a los estudiantes no permitir que los convenzan de que las ciencias duras son más poderosas que las humanidades, pues estas últimas aportan conceptos para entender la realidad desde otra perspectiva y significado "a lo que debe ser defendido y valorizado".