Antropóloga defiende vigencia del juguete tradicional mexicano

CIUDAD DE MÉXICO (09/ENE/2011).- A pesar de la nuevas tecnologías y el mundo globalizador en el que vivimos, los juguetes tradicionales, siguen siendo los favoritos de las niñas y los niños mexicanos, aseguró hoy aquí la antropóloga Lilia Cruz.  

Durante una charla que ofreció en el Centro Cultural 'Isidro Fabela', Casa del Risco, en el barrio de San Angel, en el sur de esta ciudad, la egresada de la UNAM llamó a cultivar las tradiciones mexicanas para lograr un cambio cultural.  

Rechazó que tras la aparición del Internet y los videojuegos, los pequeños ya no deseen jugar con piezas clásicas, como trompos, juegos de lotería, canicas, muñecos de mimbre, piezas talladas en madera y otros más.  

'Pero por supuesto que existe un interés por parte de los niños, el chiste de ésto es ver lo que hay dentro; con una sencillez se prende la chispa y se crea una sonrisa.  

'Se trata de piezas que forman parte de nosotros, es una tradición que no requiere promoverse, sino cultivarse, las piezas ahí están solo hace falta cultivarlo, pues al hacerlo, se promueve el trabajo de artesanos mexicanos', expresó.  

Y es que para Cruz, la idea es aprovechar el contacto de estas piezas para desarrollar el juego, 'que es un descanso, es parte de nuestro alimento, de nuestra tradición'.  

En la actividad que se realizó hoy en el marco de la exposición 'Había un navío, navío cargado de... Juegos y juguetes tradicionales de la Independencia y Revolución Mexicana', que hoy llegó a su fin, la propietaria de las 600 piezas exhibidas, mencionó que los juguetes mexicanos además de seguir fabricándose por artesanos continúan siendo parte de 'nuestras fiestas'.  

'Se trata de juguetes que se siguen fabricando en el país con materiales a nuestro alcance y que no contaminan. Estas piezas, son una manera de ver la vida, es decir, hacer cosas importantes con pequeñas cosas, con materiales de uso', agregó.  

A pesar de contar con más de mil juguetes, Cruz rechazó ser coleccionista y afirmó que cada uno de los juguetes los obtuvo gracias a diversos viajes que ha realizado a lo largo y ancho del país.  

'No me considero una coleccionista, esto es casual; soy antropóloga de profesión, a mi me interesan las relaciones humanas y encuentro en el material del juguete, una relación generacional muy importante, un rescate que para mi es vivir', indicó.  

'Había un navío, navío cargado de...' presenta juguetes mexicanos antiguos y contemporáneos, que son testigos de la influencia de Europa y de Oriente en la historia de la sociedad mexicana.  

El objetivo de la exposición, destacó Cruz, es presentar estos objetos de los siglos XVIII y XIX como una reconstrucción histórica del legado del comercio que dejó la Nao de China que, en la época del Virreinato, traía objetos desconocidos al Puerto de Acapulco, abriendo nuevas opciones de diversión al pueblo mestizo.  

Con una amplia variedad de juguetes que han visto pasar generaciones desde hace 200 años, esta exposición, a decir de Cruz, se presentó con éxito, pues cada fin de semana atrajo la atención de los asistentes, que gozaron de piezas clásicas entrañables.  

Algunos de los juguetes tradicionales y que se exhiben son trompos, baleros, yoyos, perinolas; también juegos de mesa como la Oca y la Lotería; y juegos de socialización como la gallinita ciega y la víbora de la mar.  

En la sección de "El campo", destacan juguetes de más de 20 años que reflejan la vida rural, y algunos textos de Isidro Fabela, donde relata los juegos que existían cuando él vivía en el campo.  

En el área titulada "Juguetes en las fiestas" se presentan algunos de los juegos populares y tradicionales en festividades como Día de muertos y Navidad, como son las piñatas y los nacimientos infantiles.  

Dentro de la muestra se encuentra una Ludoteca, a fin de que los niños puedan conocer algunos juegos tradicionales que se han perdido con el tiempo, como "el avión".  

'Tengo 17 años viajando con estos juguetes y esta es la trigésima vez que los expongo y estoy satisfecha por la acogida que tuvo en La Casa del Risco', mencionó.  De acuerdo con la antropóloga, los juguetes serán limpiados y guardados y no descarta que a lo largo del año se presenten en algún otro espacio museístico.