Antígona, un sacrificio carnal

GUADALAJARA, JALISCO (31/AGO/2012).- El perpetuo agudo del repicar de una campana asiste al profundo grave de un tambor, mientras las luces se consumen para dar inicio a la tragedia de los cuatro descendientes de Edipo. Es el momento justo cuando concluye la guerra entre Eteocles y Polinice, hermanos que compitieron por la ambición de obtener el reino de Tebas hasta llegar a la muerte mutua.

Creonte, rey y tío de ambos, ha decidido dejar a Polinice sin honores fúnebres por inculparlo de traición a la patria, y las hermanas Antígona e Ismene deberán decidir entre respetar la autoridad terrenal o responder al llamado de los dioses y sepultar a su pariente como se debe.

Bajo la dirección de Miguel Lugo, este viernes estrenó la temporada de Antígona, una propuesta alterna del clásico griego de Sófocles, escrita por el peruano José Watanabe. En esta versión, dos actrices renuevan gestos, adoptan nuevas posturas y alteran su tono de voz para interpretar a tres personajes cada una.

Luna Castillo es Antígona, joven que antepone sus ideales ante los de la tirana autoridad, representada por su tío y suegro, quien por altivez se rehúsa a los presagios que el ciego adivino Tiresias revela ante él. "Éste es el mal que esta ciudad sufre por causa tuya", dice, pues los dioses no comparten las decisiones del rey y por ello deviene en una maldición.

Pensada como teatro de cámara, la obra se lleva a cabo en la intimidad del escenario, con los espectadores también sobre de él, alrededor de un jardín de arena, donde los pies de Betsabé Alfonzo se hunden al detenerse luego de correr de un extremo a otro, interpretando a Ismene, voz de la culpa, la traición a su propia sangre, el personaje subyugado, intimidado por las amenazas del rey.

El destino final en el mito es sabido. Antígona sufre como condena el entierro en vida, dentro de una cueva, por desobedecer y realizar los ritos de sepultura a Polinice. A pesar de recibir el apoyo de su amado Hemón, Antígona no resiste el martirio de los días, sin saciar la sed o el hambre y termina por ahorcarse.

Sin embargo, la versión de Watanabe ofrece una nueva perspectiva de la historia. Ismene, de toda la familia, es la única sobreviviente y entre diálogos lastimeros manifiesta su perspectiva de la historia, el vivir con el rostro de sus hermanos visitando su inconsciente para recordarle el sufrimiento.

Antígona, montaje realizado por la compañía teatral La nada teatro, en colaboración con la coordinación de Artes Escénicas y Literatura de Cultura UDG, estará presentándose los viernes, sábados y domingos, a las 20:30, 19:00 y 18:00 horas, respectivamente, del 31 de agosto al 30 de septiembre, en el Teatro Experimental de Jalisco, con un costo de 110 pesos por entrada general, 80 con descuento y 75 los viernes.

EL INFORMADOR / RUBÉN GIL