Ante Wikileaks, crece el “mundo” de los secretos

GUADALAJARA, JALISCO (03/DIC/2011).- La revelación de cables de Wikileaks no provocó un gran cambio cósmico, pero puso de nuevo en la mesa la relación entre prensa y poder, ya que los poderes quisieron impedir que se hicieran públicos, señaló el director de El País, Javier Moreno, durante la conferencia El periodismo después de Wikileaks, en la que también participaron Alejandro Santos, Phil Bennett y Suzana Singer.

“En un momento se dijo que cambiaría al mundo y a las relaciones diplomáticas. Pero no, no cambió el periodismo, solo vimos que poderes como El Pentágono intentaron frenar la divulgación de la información y por eso había miedo de publicar. Y ahora a Julian Assange pueden acusarlo por espionaje, eso pone sobre la mesa el derecho de la prensa a publicar secretos de estado. Y lo que hacemos los periódicos justamente es tratar con documentos secretos, con fuentes, y lo que creíamos zanjado hace 30 años, que es el derecho a la libre prensa, vuelve a plantearse por el bloqueo de los poderes”.

En la charla organizada por el diario español El País, Phil Bennett señaló que el mundo secreto está creciendo rapidísimo. En Estados Unidos, por ejemplo, se detectaron 77 millones de nuevos secretos.

“Cuentan cuántos son pero no dicen qué son. Y esa cifra representa un incremento de 40% con respecto al año anterior. El Estado responde a esta nueva amenaza de contar los secretos haciendo más secretos. Y bueno, los secretos no matan, pero revelarlos tampoco ilumina toda la verdad de una situación”.

Alma Guillermoprieto, quien moderó la mesa, señaló que la información de los cables no es nada si los medios no los hubieran difundido.

Por otro lado, Javier Moreno dijo que aunque todo el tiempo se diga que qué mal periodismo se hace en el mundo y que todo es un desastre, “hicimos entrevistas a distintos directores de medios de comunicación a raíz del tema Wikieaks y dijo, ¿cree que el periodismo morirá? ¿Qué son menos capaces de controlar el poder, que es la función esencial de esta profesión? Pues son tonterías, porque había tiempos en los que no nos enterábamos de nada”.

EL INFORMADOR / Alejandra Guillén