Ana María Machado, premiada por su lenguaje cuidadoso

GUADALAJARA, JALISCO (27/NOV/2012).- "La función de los premios en una cultura no es promover premiados, es legitimarlos", reflexionó la brasileña Ana María Machado al recibir el Premio Iberoamericano SM de Literatura Infantil y Juvenil.

"(Por) tener un estilo narrativo sencillo y complejo, a la vez, que apela a la inteligencia del lector, con un lenguaje cuidadoso, lírico, ameno y que recupera la riqueza de la oralidad", el jurado, representado por Laura Guerrero, concedió a la escritora el galardón, en la ceremonia de premiación celebrada en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.

La sonrisa de la autora difícilmente se borró al momento de recibir el reconocimiento; con mímica de abrazos encontró la forma de mostrar su agradecimiento, el que verbalizaría en su turno de tomar palabra, junto a una reflexión sobre la relevancia de los reconocimientos literarios.

Un premio significa la proclamación de lo que es la literatura y, si cumple con un jurado justo y las bases bien definidas, se logra la legitimación del autor, comentó la escritora, presentada por la brasileña Marisa Lajolo.

Con un galardón se demuestra la literalidad de una obra, y en ese sentido, se abre un campo que está sin surtir, que es la crítica a las premiaciones, señaló Ana María Machado.

Es literario un texto que en lecturas distintas, en épocas y tiempos diversos, permite apropiaciones variadas, explicó, y estas cualidades se reafirman en la medida que se es acreedor a un reconocimiento.

La escritora brasileña, quien tiene 74 obras traducidas al español, fue galardonada en una ceremonia a la que asistieron los representantes de las cinco instituciones que convocan desde 2005 al galardón, que son Fundación SM, CERLAC, OEI, IBBY y OREALC-Unesco.

Algunos ganadores de ediciones anteriores son el español Juan Farias, la colombiana Gloria Cecilia Díaz, el brasileño Bartolomeu Campos de Queirós y el español Agustín Fernández Paz.

FRASE:

"El trabajo de la lectura es un recogimiento sin testigos. La lectura se hace en el silencioso límite de cada uno".

Ana María Machado

EL INFORMADOR / ALEJANDRA PEDROZA