Ahora sí, la OFJ se presenta en Palacio de Gobierno

GUADALAJARA, JALISCO (11/MAR/2012).- Poco a poco, la ciudad recupera la calma alterada por la jornada violenta del pasado viernes, y nada mejor que un excelente tercer programa de la Orquesta Filarmónica de Jalisco para disfrutar la paz del domingo.

Luego de que el concierto planeado para la noche del 9 de marzo fuera cancelado por razones de seguridad, el de este domingo se llevó a cabo sin modificación alguna, en un ambiente de tranquilidad y contemplación. Eso sí, con una acústica, visibilidad y asistencia notablemente inferiores a las que normalmente se aprecian en el Teatro Degollado.

Y es que la sede oficial de la orquesta jalisciense se encuentra actualmente intervenida por el equipo de montaje de Luis de Tavira, quien próximamente presentará allí la obra La Expulsión. Por esa razón, la OFJ cambió su rutina y se presentó en el patio de Palacio de Gobierno.

Este es ya el tercer repertorio de la primera temporada del presente año, que lleva por título ''De Héroes a Titanes''.

Mozart, Mendelssohn, Mussorgsky y Ravel fueron los compositores elegidos por el director invitado, el catalán Oriol Sans, quien después de dar la bienvenida a los cerca de 400 espectadores, explicó las dos primeras obras del programa, ambas de inspiración italiana.

En primer lugar, la Obertura de Don Giovanni, que aunque es una ópera bufa, tiene rasgos oscuros que se reflejan en esta pieza, la cual fue compuesta por Wolfgang Amadeus Mozart la noche anterior al estreno, en octubre de 1787.

El público presente disfrutó a continuación la Sinfonía No. 4 de Félix Mendelssohn, mejor conocida como la Italiana, ya que el compositor alemán la escribió durante un viaje de juventud por la península europea. Sus cuatro movimientos ocuparon la mayoría del espacio en la primera parte del concierto, haciendo oscilar los ánimos entre la alegría, la aventura y la locura del carnaval.

A través de bellas composiciones musicales, los tapatíos pudieron imaginar una obra gráfica en la segunda parte, ya que Sans eligió una obra, compuesta en piano por Mussorgsky y orquestada por Ravel, basada en los cuadros del pintor ruso Viktor Hartmann.

Cada uno de sus 10 breves movimientos, explicó el director, está inspirado en una de las variadas imágenes creadas por Hartmann, que incluyen la carrera de un gnomo, la escena de un ballet, la conversación de dos judíos y un autorretrato del pintor en las catacumbas de París.

EL INFORMADOR / EUGENIA COPPEL