Lunes, 18 de Noviembre 2024
Cultura | Fue uno de los más talentosos fotógrafos que han existido

Abren en NY exposición de Cartier-Bresson

El Museo de Arte Moderno de Nueva York exhibe la primera retrospectiva desde la muerte del fotógrafo

Por: AP


NUEVA YORK, EU.- Nacido en 1908, el gran fotógrafo francés Henri Cartier-Bresson disfrutó de una era en que cargar una cámara le daba a los artistas y aventureros un acceso sin precedentes al mundo entero. Cartier-Bresson comenzó a viajar cuando apenas tenía 22 años y no se detuvo en casi medio siglo, siempre con su cámara en mano.

Ahora el Museo de Arte Moderno, que al igual que Cartier-Bresson ha influenciado en definir el arte visual del siglo 20, organiza una retrospectiva de gran tamaño que incluye seis décadas de trabajo del fotógrafo.

Según el curador de la muestra, Peter Galassi, se trata de ''uno de los más talentosos fotógrafos que haya existido''.

La retrospectiva, la primera desde su muerte a los 95 años en el 2004, muestra 300 fotografías en blanco y negro tomadas entre los años 1929 al 1989, algunas de las cuales nunca se han mostrado en público.

Como fundador de la agencia de fotos Magnum, Cartier-Bresson se concentró en ser testigo de eventos trascendentales del siglo 20 como la liberación de los campos de concentración nazis, la revolución comunista en China, o el funeral de Gandhi. Pero el fotoperiodista siempre se esforzó por hacer algo más que simplemente registrar eventos noticiosos.

Galassi destaca que sus fotos siempre muestran una atención a ciertos ángulos poco comunes, acercamientos extremos, patrones de luces y sombras. Del caos que había alrededor suyo, Cartier-Bresson extrajo imágenes imperecederas de extraña claridad, a lo que el se refirió en su famoso y decisivo libro publicado en 1952 como ''el momento decisivo''.

Mirar su foto tomada en el 1948 en Shanghai cuando la gente corría a los bancos a recuperar el oro que había depositado antes de que la ciudad se convirtiera en comunista, es entender muchos aspectos acerca de las condiciones tumultuosas que se vivían entonces.

El amplio espectro del material recopilado está organizado de manera brillante en 13 temas, aunque lo monumental inicia a la entrada del museo donde se muestran sus rutas de viaje en gigantescos mapas del mundo.

Muchos de los ejemplares originales de revistas como Life, Paris Match y otras que primero publicaron sus trabajos, se exhiben en vitrinas dentro del museo.

A pesar del acceso de Cartier-Bresson a gente con poder e influencias, sus imágenes más emotivas son las que registran escenas de la vida diaria comenzando en los años '30.

Más tarde el fotógrafo recordaría cómo ``rondo las calles todos los días, sintiéndome muy tenso y listo para lanzarme, determinado a 'atrapar' la vida, a preservar la vida en el pleno acto de vivirla''.

Una imagen de ese tiempo fue captada desde lo alto de una escalera en Hyeres, Francia. La foto muestra a un ciclista avanzando por una calle empedrada, cuya curva se asemeja al pasamanos de la escalera. Según Galassi destaca en el texto que acompaña la foto, Cartier-Bresson era un maestro ``en convertir el mundo en elegantes patrones''.

Cartier-Bresso nació en una familia adinerada, pero se sentía como en casa cuando estaba en la calle. Una de sus trucos preferidos en acontecimientos que atraían grandes concentraciones de personas, era ignorar el evento principal y enfocarse en los espectadores, como se ve claramente en una foto tomada en el 1937 de londinenses excéntricos en la coronación del Rey George VI.

También retrató a artistas e intelectuales importantes de la época como Henri Matisse, William Faulkner y George Balanchine. Cuando las personas preguntaban cuánto tardaría en tomar la foto Cartier-Bresson solía responder ``más que un dentista y menos que un sicólogo''.

Muchas galerías todavía venden fotos suyas en las que se manifiesta la belleza sin tiempo en los paisajes que veía, desde sembradíos de arroz en Indonesia hasta una hilera de árboles que se pierden en el horizonte en Francia.

Pero, nada de eso era en un tono sentimental o nostálgico. Aunque tenía una clara inclinación por la antigua forma de vida, sus fotografías también revelaban cómo se acercaba a las innovaciones, a veces vulgares y sin sentido, del nuevo siglo.

Ello se ve en las imágenes de la década de 1960 en que con precisión y humor registró el consumismo a través de artículos como electrodomésticos, secadores de pelo, rótulos de supermercados y de vacaciones en los Club Med.

La Fundación Henri Cartier-Bresson en París cedió para esta muestra alrededor de 220 fotografías que no se habían mostrado antes.

La exhibición abre el domingo y se extiende hasta el 28 de junio.

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