Claves para elegir una pantalla en este "Buen Fin"

Lo primero por hacer es establecer un presupuesto base, y en función de eso checar las mejores opciones. Si el dinero no es problema, el único requisito será optar por la que más te guste, independientemente de sus complementos tecnológicos. Pero incluso con una cifra modesta se puede obtener un gran producto. 

Enseguida está el tema del espacio, pues se deben conocer las medidas del lugar en el que quedará instalada. De nada sirve precipitarse y comprar la más completa y grande si ésta al final no entrará a la casa. Todos deben opinar al respecto, pues el electrodoméstico estará a su servicio. 

En cuestiones tecnológicas, lo mejor es que se decida por un televisor “inteligente”; es decir, que pueda conectarse a internet y sincronizarse con las plataformas y aplicaciones que ahora son de uso básico en un hogar: Netflix y Youtube, entre otras. También deben cerciorarse de la señal, pues en ocasiones, determinados espacios de la casa bloquean la recepción. 

Al comprar una pantalla también hay que prever si ésta quedará sostenida por cuchillas o sobre un mueble que le sirva como base. Allí se abre otro mundo de posibilidades, pues también debe considerarse la distancia correcta para que la visión sea mejor y todos estén cómodos. 

Es muy importante que la pantalla sea adquirida en un establecimiento que ofrezca póliza de garantía. A veces, en los mercadillos o sitios de electrodomésticos de segunda mano se ofertan pantallas a bajo costo pero no hay respaldo alguno para el cliente en caso de que el producto tenga deficiencias. Lo mejor es ir a una tienda que ofrezca un servicio garantizado.

Siempre exija una asesoría detallada a los empleados del establecimiento en el que desee adquirir su equipo. Ellos deben estar capacitados para ofrecerle detalles sobre su funcionamiento, características, funcionalidad y recepción.