Los vientos de una nueva época comienzan a sentirse en México. La Presidenta, Claudia Sheinbaum “debutó” con su nuevo puesto ante las masas ayer, ante un Zócalo repleto con partidarios de Morena y quienes depositaron su voto en ella confiando en que el “segundo piso” de la llamada Cuarta Transformación traiga la prosperidad que tanto anhela la nación.Sonriente, con un vestido blanco y rodeada por sus fieles en el templete principal de la plaza central de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum expresó para arrancar: “Amigas y amigos, el día de hoy inicia el segundo piso de la Cuarta Transformación de la vida pública de México”.La primera Mandataria de México protagonizó el evento masivo en la mayor plaza pública del país, en el que leyó sus 100 puntos de Gobierno, tras recibir en la Cámara de Diputados la banda presidencial.Sin ruptura con el pasado inmediato, la jefa de Estado aseguró que seguirá con las principales consignas que caracterizaron a su predecesor, que se han convertido en el mantra para quienes apoyan el llamado “movimiento transformador: “Por el bien de todos, primero los pobres”, “no puede haber gobierno rico, con pueblo pobre”, y “con el pueblo todo, sin el pueblo nada”.A cada frase, una porra. Y a cada promesa, una sonrisa del público congregado en el corazón capitalino.La Presidenta procuró delinear con claridad lo que viene para su Gobierno: “¿Qué significa el segundo piso de la transformación? Significa mantener nuestros principios, nuestras causas, las que dieron origen a nuestro movimiento, vamos a gobernar con los principios de la Cuarta Transformación”.Sheinbaum destacó la naturaleza histórica de su mandato por ser la primera mujer presidenta en los más de 200 años de la república y los 500 años desde la conquista española, aunque sin dejar de reconocer que su triunfo electoral emanó de un movimiento político y electoral altamente exitoso.Prometió por ello la continuidad en las políticas que se venían realizando, como la austeridad en el Gobierno, becas para estudiantes y pensiones para adultos mayores y personas con discapacidad.En esa línea de continuar con lo acostumbrado en el anterior sexenio, ya adelantó que hoy ofrecerá su primera conferencia matutina, la llamada “mañanera”, pactada a las 07:30 horas en el Palacio Nacional. Uno de los temas que tendrá atención especial en la agenda de la Presidenta será el tema de combate a los delitos, al respecto, Sheinbaum adelantó: “la próxima semana estaremos anunciado la estrategia nacional de seguridad”. Remarcó que consolidará la estrategia de seguridad que inició su antecesor y tiene como base la atención a las causas, fortalecimiento de la Guardia Nacional, además de inteligencia e investigación y coordinación.El pasado 21 de septiembre, se publicó un primer adelanto de la estrategia de seguridad de Sheinbaum para reducir la violencia generada por el crimen organizado y pacificar el país.El plan, que se implementará durante sus primeros cien días de gobierno, tiene tres objetivos: Disminución de homicidios dolosos y delitos de alto impacto, neutralización de generadores de violencia (con especial atención en regiones con alta incidencia delictiva) y la mejora de la percepción ciudadana sobre el respaldo del gobierno ante hechos violentos.Ante las críticas de “militarización”, argumentó que la “comandanta suprema de las Fuerzas Armadas de México es una civil y es mujer”.“Nunca vamos dar una orden para reprimir al pueblo, haremos un sistema nacional de inteligencia e investigación para la seguridad pública y aumentaremos la coordinación con estados, municipios y con el Ministerio Público”.Claudia Sheinbaum recibió ayer el tradicional bastón de mando de los 70 pueblos indígenas y la comunidad afromexicana en el Zócalo de Ciudad de México.La entrega del bastón significa la transmisión del poder político y espiritual de los pueblos originarios para reconocerla como su legítima gobernante, un hecho que ocurrió durante el mensaje que la Presidenta ofreció tras su toma de posesión.Según explicaron las líderes, Sheinbaum se convierte también en la primera mujer en recibir el bastón de mando por parte de los pueblos indígenas y afromexicanos, con lo que depositan en ella su confianza en el sexenio que comienza.