Al menos 38 migrantes murieron tras un incendio en una estación del Instituto Nacional de Migración (INM) en Ciudad Juárez, Chihuahua. El hecho también dejó 28 heridos. Esto provocó una crisis en el Gobierno federal. En su conferencia de prensa matutina, el Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) responsabilizó a las víctimas: “Se enteraron que iban a ser deportados, movilizados, y como protesta, en la puerta del albergue pusieron colchonetas y les prendieron fuego”. Ante estas declaraciones, organizaciones defensoras de los derechos humanos señalaron al Estado como responsable de la tragedia. “Es muy difícil explicar cómo mueren personas en un incendio en un centro de detención migratoria sin que haya una gran negligencia criminal por parte de las autoridades”, dijo Tyler Mattiace, investigador de Human Rights Watch (HRW). “Estaban privadas de su libertad por autoridades y por tanto el Estado es garante de su vida”, subrayó el Centro Prodh.Por otra parte, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, que está a cargo del INM, le echó la bolita al canciller Marcelo Ebrard y aseguró que él es el responsable del manejo de la política migratoria en el país. Más tarde, el propio Ebrard confirmó que los responsables ya fueron presentados ante la Fiscalía General de la República (FGR). “Estamos cansados de que nos estén robando, estamos cansados de estar pasando hambre. Somos seres humanos no queremos que nos traten como perros”, es el grito que un grupo de migrantes venezolanos y de otras nacionalidades hicieron ayer a las afueras del Instituto Nacional de Migrantes (INM) en Ciudad Juárez, Chihuahua.Los migrantes exigen a las autoridades les den información sobre dónde están los 38 fallecidos en el incendio durante la madrugada del martes en el INM, así como también sobre quién va a responder sobre estos hechos.De acuerdo con lo que expresan, están cansados de los malos tratos de las autoridades, de ser robados y pasar hambre en las calles de Ciudad Juárez. Por esa razón, ayer por la mañana decidieron alzar la voz a las afueras del INM, como forma de protesta y de apoyo a sus connacionales.Decenas de migrantes de todas las nacionalidades, quienes buscan a sus familiares y otros se acercaron a las inmediaciones del INM para saber qué pasó y cómo ayudar a los migrantes que buscan a sus seres queridos.Según explican, ellos buscan trabajar mientras pasan a los Estados Unidos; sin embargo, al pedir dinero en los cruceros son hostigados por las autoridades; también denunciaron ser víctimas de robos e intimidación por parte de otras personas.Aseguran estarán a las afueras del INM hasta que les den una respuesta sobre dónde están los migrantes fallecidos en el incendio, ya que buscan a alguien que les dé una respuesta sobre qué va a pasar con las autoridades de Migración que estaban al cuidado de los migrantes.Los migrantes habían sido detenidos durante el lunes como parte de un operativo para retirarlos de las calles, donde algunos de ellos estaban viviendo o pedían dinero para mantenerse.Entre los detenidos había familias completas, pero las mujeres y los niños fueron llevados a un lugar aparte de los hombres. En el módulo migratorio había 68 personas, todos hombres adultos.Se sabía que la mañana del martes serían deportados o enviados a otras estaciones migratorias, motivo por el cual iniciaron la protesta para exigir su liberación.Había dos agentes como custodios que, al iniciar la protesta cerraron el módulo y fueron a pedir apoyo, de acuerdo con la versión de los paramédicos, que fueron de los primeros en llegar a la escena. Se desconoce si en este punto ya había iniciado el incendio. El fuego inició con la quema de colchones. Algunos heridos fueron llevados a hospitales privados porque en los públicos no pudieron recibirlos a todos.SUNOrganizaciones civiles de diversos giros acudieron ayer a mediodía a las afueras del Instituto Nacional de Migración (INM) en Ciudad Juárez, donde la madrugada del martes murieron 38 personas en un incendio, para entregar flores, velas y comida a los afectados y sus conocidos o familiares.Los migrantes continuaban exigiendo justicia por los lesionados y fallecidos, así como también para que sus derechos sean respetados y escuchados.Además de ello, representantes de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Red Mesa de Mujeres, DHIA, entre otros, llevaron flores que fueron entregadas a los migrantes y colocadas en el lugar.Los colectivos leyeron un posicionamiento a las afueras del INM donde señalaron que las personas que están dentro del instituto no están en un albergue, sino que están privadas de la libertad, por lo que exigieron a los medios no desinformar.Señalaron que el lugar donde estaban los migrantes dentro del INM es un espacio cerrado, sin ventilación, además de que carece de personal suficiente.Hicieron un llamado al cese del hostigamiento contra los migrantes, ya que se violenta la dignidad de las personas; pidieron también la renuncia del comisionado del INM, y garantizar la no repetición de estos hechos.Esta desgracia es resultado de políticas opresivas, denunció ayer la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA). Maureen Meyer, vicepresidente de la organización, señaló que este “trágico incendio es resultado de políticas represivas que encierran a migrantes y solicitantes de asilo”. Tony Payan, director del Centro para Estados Unidos y México en el Instituto Baker de Políticas Públicas de la Universidad de Rice, señaló que el Presidente López Obrador culpó a los migrantes de lo ocurrido. “No hubo expresiones de empatía o cambios de política. Sólo asignación de culpas”.SUN“Esto se pudo haber evitado”, aseguró ayer un migrante venezolano, por lo que exigió “protección” a las autoridades tras el incendio que provocó la muerte de 38 migrantes Ciudad Juárez.“Si a nosotros nos quitan todo, ¿cómo se incendió el calabozo? Si Migración quita todo. ¿Cómo se quemaron? Queremos justicia, por favor, que nos ayuden, que nos den protección. Tenemos miedo de salir a la calle, no sabemos que nos pueda pasar”, dijo en entrevista Abel Ortega, migrante venezolano que no localiza a su hermano Orlando Maldonado.El lunes, Ortega fue llevado a la estación del Instituto Nacional de Migración (INM) de Ciudad Juárez, junto a su hermano, pero alrededor de las 17:00 horas sólo él fue liberado.Desde entonces no ha sabido nada de él y teme que sea uno de los fallecidos o de los 28 heridos reportados hasta ahora oficialmente por las autoridades mexicanas.“Hoy me despierto y sé que hay 40 muertos. No tengo información, mi hermano se llama Orlando Maldonado”.El venezolano aseguró que los migrantes que se encuentran en Ciudad Juárez tienen temor de ser detenidos por agentes del INM cada vez que salen a la calle, puesto que él fue detenido ayer junto con sus dos hijos y su mujer mientras pedían monedas junto a un semáforo.“Estoy asustado, tengo temor. Tenemos miedo a Migración, no sabemos si nos ayudan, nos maltratan o nos deportan. Déjennos avanzar, ayuda”, compartió Ortega, quien lleva siete meses en la ciudad fronteriza esperando a poder entrar en Estados Unidos.La presencia de migrantes en la zona se ha intensificado este año desde que Estados Unidos anunció nuevas medidas, que incluyen la deportación inmediata de migrantes de Haití, Venezuela, Nicaragua y Cuba que lleguen por tierra bajo el Título 42.El Gobierno mexicano también ha afrontado críticas de organizaciones de derechos humanos por aceptar las políticas estadounidenses y desplegar a más de 20 mil elementos de las Fuerzas Armadas en las fronteras para tareas migratorias.Según organizaciones civiles mexicanas, 2022 fue el año más trágico para los migrantes en México, pues unas 900 personas murieron en el intento de cruzar la frontera sin documentos ni identificación en regla desde el país hacia Estados Unidos.EFEFueron 2.76 millones de indocumentados detenidos en la frontera de Estados Unidos con México en 2022.Salvaguardar la salud de los cientos de migrantes que llegan casi a diario a la frontera de Ciudad Juárez y El Paso, Texas, representa un reto para los más de 25 espacios humanitarios o albergues que se encuentran registrados dentro del Consejo Estatal de Población (Coespo) y el Centro de Atención Integral al Migrante (CAIM). Durante las primeras semanas de marzo, al menos en cuatro espacios se prohibieron los ingresos de más migrantes, debido a que se reportaron casos de varicela entre ellos.Hasta el 22 de marzo se tenía una población de más de dos mil 866 personas alojadas. “Podemos decir que los albergues se encuentran en una capacidad del 95%, en algunos hay más espacios, pero esto no quiere decir que podamos saturar sus capacidades, ya que se debe de tener un control estricto de la población para inhibir estos brotes epidemiológicos. Esto no significa que tengan las puertas abiertas, sino que están en su capacidad justa”, refirió Irving García, coordinador del CAIM.“Más o menos nosotros vinculamos diariamente alrededor de 20 a 25 personas. En su mayoría siguen siendo venezolanos. Tenemos una observación muy puntual que también ha bajado el número de personas mexicanas, ha representado apenas el 10% de lo que va del mes”.El Instituto Nacional de Migración (INM) anunció la entrega de Tarjetas de Visitante por Razones Humanitarias, a los migrantes lesionados del incendio de la Estación Provisional de Ciudad Juárez, Chihuahua.LA VOZ DEL EXPERTOEunice Rendón, directora del Instituto de los Mexicanos en el ExteriorPara Eunice Rendón, directora del Instituto de los Mexicanos en el Exterior, y quien es experta en seguridad y migración, las más de 2.7 millones de personas deportadas bajo la figura del Título 42, la falta de funcionalidad de la aplicación CBP One para generar una cita de atención y la poca empatía, sensibilidad y políticas del gobierno mexicano para atender a los migrantes, fueron los ingredientes del caldo de cultivo que detonó la tragedia en el asilo provisional del Instituto Nacional de Migración (INM) en Ciudad Juárez, Chihuahua.Además, Rendón asegura que así como en este Estado del norte del país, los albergues de la frontera sur y en el centro de México son una olla de presión ante cualquier eventualidad que pudiera ocurrir, pues no se cuenta con los protocolos de atención y protección a la vida de los migrantes al ser centros provisionales, no de planta.Al respecto, dirige la responsabilidad a las políticas migratorias de Estados Unidos que no han sido actualizadas desde la pandemia y permiten que personas de ocho nacionalidades sean deportadas a México sin analizar sus casos, únicamente con la presunción de que su salud es una amenaza para el país. A la par, en México el asunto se salió de las manos de las autoridades migratorias que al verse rebasadas tienen poca o nula posibilidad de ofrecer estancia legal en el país.Estos dos hechos en conjunto detonan naturalmente un deterioro en la salud de quienes salen de sus países de origen por causas como violencia, falta de trabajo u otras para buscar una mejor vida y los orilla a protestar para exigir garantías por su derecho a una vida digna.“Estaban con la esperanza de cumplir con las medidas de ingreso (a EU), como no las cumplen por diferentes causas ajenas a ellos, se detonan diferentes manifestaciones en reflejo a su desesperación. Tan solo la semana pasada vimos más de dos movilizaciones amplias”.Señala que si bien los migrantes provocaron el incendio, es injusto señalarlos y criminalizarlos como lo hizo la mañana del martes el Presidente Andrés Manuel López Obrador durante su conferencia matutina, pues cada instancia migratoria debe contemplar protocolos no solo para incendios, sino terremotos, inundaciones, enfermedades virales o cualquier otra eventualidad.“Aunque los migrantes hayan puesto a fuego los colchones nada justifica el hecho porque se debieron tener los medios para resguardar la vida de las personas, que aunque estaban en detención, siguen estando bajo la custodia del Estado.“En este caso fue un incendio, pero para cualquier eventualidad debe haber un protocolo y alguien responsable por lo que al inicio y al final de las investigaciones no se debe culpar a los migrantes”.Rendón finaliza señalando que el aseguramiento de las fronteras amenaza la vida de los migrantes sin abonar a sus garantías, porque el flujo de personas en situación de movilidad nunca se detendrá.El incendio que mató la madrugada del martes a 38 personas en un centro de detención migratorio de Ciudad Juárez ocurrió en un momento en que los países del hemisferio occidental están siendo presionados para hacer frente al número extraordinario de personas que huyen de sus patrias.México ha expandido su red de decenas de centros de detención mientras colabora con Estados Unidos (EU) para limitar la movilidad de solicitantes de asilo que atraviesan su territorio para dirigirse a la frontera sur de EU, incluyendo a Ciudad Juárez, en donde las autoridades dicen que los migrantes incendiaron colchonetas después de enterarse de que serían deportados.México ha surgido como el tercer destino más popular del mundo para los migrantes en busca de asilo, después de EU y Alemania. No obstante, sigue siendo en gran medida un país de tránsito para quienes van a EU.Las personas en busca de asilo deben quedarse en el Estado mexicano en donde lo solicitan, por lo que grandes cantidades de personas están refugiadas en Tapachula, cerca de la frontera de México con Guatemala.Los gobiernos estadounidenses de Donald Trump y Joe Biden se han apoyado cada vez más en México para contener el flujo de migrantes que, desde el 2017, ha hecho que EU sea el destino más popular del mundo para las personas que buscan asilo, según cifras compartidas por la ONU.Los guatemaltecos han sido afectados de forma desproporcionada por una política estadounidense vigente desde marzo de 2020, Título 42, que regresa a México a las personas que entran sin autorización a EU. La práctica suspendió su derecho a solicitar asilo para prevenir la propagación del COVID-19.México recibe de regreso a los guatemaltecos, así como a personas de ciertas nacionalidades, mientras que los migrantes de otros países con frecuencia son liberados en EU en lo que se procesan sus casos en tribunales migratorios. Eso debido a los costos económicos y los diferentes desafíos diplomáticos de regresarlos a sus naciones de origen.APEl gobierno estadounidense del presidente Biden planea poner fin el 11 de mayo a la regla conocida como Título 42, y reemplazarla con una extensa nueva ley, que en gran parte prohíbe dar asilo a cualquiera que atraviese México sin primero buscar protección ahí. Muchos migrantes están muy frustrados con la aplicación CBP One, cuyo uso se expandió en enero para otorgar algunas excepciones a las restricciones de asilo. EU ha recibido a unos 740 migrantes todos los días en cruces fronterizos a través de CBP One.El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, se mostró ayer “profundamente entristecido” por la muerte de 38 migrantes en un incendio dentro de un albergue en Ciudad Juárez y pidió una investigación exhaustiva sobre lo ocurrido.En un breve comunicado transmitido por el portavoz de Guterres, el diplomático portugués también ofreció sus condolencias a las familias y seres queridos de los fallecidos. Además, el vocero del secretario general, Stéphane Dujarric, insistió en el compromiso de Naciones Unidas de trabajar con las autoridades de los países donde se producen movimientos de personas migratorias “para establecer rutas más seguras, reguladas y organizadas”.La ONU México resalta los compromisos internacionales sobre la migración y asilo de los cuales México es parte. En particular, el Objetivo 13 del Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular llama a garantizar que “cualquier detención en el contexto de la migración internacional cumpla las garantías procesales, no sea arbitraria, se base en la ley, la necesidad, la proporcionalidad y la evaluación individual; esté a cargo de funcionarios autorizados y dure lo menos posible”.Asimismo, los Pactos Mundiales de 2018 para la Migración y sobre Refugiados llaman a establecer alternativas a la detención que no sean privativas de la libertad, adoptando un enfoque basado en los derechos humanos.