Además de la Línea 3 del Tren Ligero, otras cinco megaobras en Jalisco también registran retrasos y aumentos en sus costos. La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) todavía arrastra con la construcción de cuatro vías federales y una autopista, que se han pospuesto en distintas anualidades.Mientras el Gobierno de Jalisco muestra dudas de que la Línea 3 se concluya el siguiente año por falta de recursos, las otras obras atoradas son las carreteras Jiquilpan a Guadalajara (en el tramo Tizapán el Alto), la vía a Colotlán, la carretera Villa Purificación rumbo a Autlán, el tramo Acatlán a Ciudad Guzmán y la autopista de Guadalajara a Colima.Esta casa editorial publicó ayer que, ante el recorte presupuestal de la Federación en 2019, existe la amenaza de retrasar más la inauguración de la Línea 3. El Gobierno de López Obrador sólo etiquetó mil millones de pesos de los mil 756 millones que faltan para terminarla, advierte la administración estatal de Enrique Alfaro. De no sumar la diferencia, la obra se inauguraría hasta 2020.Destaca que la SCT anunció en enero pasado que la mayoría de los proyectos quedaría este año; sin embargo, aplazó la conclusión hasta diciembre de 2019, según publicó en su último balance de octubre.En cuanto a los costos: la Línea 3 inició con un estimado de 17 mil millones y casi se duplicará. El tramo de Jiquilpan a Guadalajara tendría una inversión de 674.6 millones, aunque el precio pasó a 832.4 millones. Por otra parte, en julio de 2016 se contemplaba que los trabajos en la vía a Colima costarían mil 908 millones de pesos, pero el estimado ya se triplicó.Sobre la ampliación del camino a Colotlán se presupuestaron 310 millones, aunque ya agregaron otros 55 millones (los carriles serían de concreto hidráulico y terminarán de asfalto).En la pasada administración federal, el delegado de la SCT en Jalisco, Salvador Fernández Ayala, respondió que el aumento se daba porque son obras que se presupuestaron en años anteriores. Recalcó que las estimaciones iniciales no contemplan el incremento de materiales en el mercado y las obras adicionales en los proyectos. “Se va actualizando el monto, porque con tres años más cambia, por lo mismo de la inflación”.Sobre los retrasos, contestó que los recortes presupuestales impidieron que se concluyeran las obras en el tiempo proyectado.Mientras en Jalisco aún no se designa al nuevo delegado de la SCT, Salvador Fernández Ayala añadió que dejaron seis propuestas para nuevas obras para su registro de inversión en la presente gestión de Andrés Manuel López Obrador.La continuidad de grandes proyectos en Jalisco dependerá del dinero que se etiquete en el presupuesto de Egresos de la Federación el próximo año, indicó Salvador Fernández Ayala, quien fuera delegado de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) en el Estado. Mientras aún se discute el presupuesto 2019 en el Congreso de la Unión, en Jalisco ni siquiera hay un nuevo delegado de la dependencia federal.“El Centro SCT Jalisco deja a la siguiente administración una importante cartera de inversiones registradas para obras, que se ejecuten a mediano plazo en los próximos dos o tres años. Tenemos la posibilidad de invertir hasta tres mil 500 millones de pesos en estas seis obras que son de continuidad”.Se refiere a la Línea 3 del Tren Ligero, la carretera Jiquilpan a Guadalajara (en el tramo Tizapán el Alto), la vía a Colotlán, la carretera Villa Purificación rumbo a Autlán, el tramo Acatlán a Ciudad Guzmán y la autopista de Guadalajara a Colima.El avance de la carretera Villa Purificación a Autlán, con una longitud de 32.8 kilómetros, quedó en 17.6 kilómetros (53%), con una inversión por parte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes de 114.8 millones de pesos.Aunque en 2016 se proyectó que su conclusión fuera en diciembre de 2017, con un costo de 183 millones de pesos, el precio actualizado en el registro ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) aumentó a 330 millones de pesos.Fernández Ayala explicó que se trata de una carretera nueva, y precisó que el alza en las estimaciones ocurre porque cuando se hace el registro ante Hacienda, porque se hace a nivel anteproyecto, sin tomar en cuenta elementos adicionales.“El ejercicio que se hace es que la Secretaría de Hacienda tenga la solicitud de registro de inversión, números generales para revisar el costo beneficio. No se hace como debe ser porque no hay una garantía que nos vayan a autorizar el registro de inversión”.Días antes de finalizar su gestión, dijo que en la vía Acatlán a Ciudad Guzmán no hubo avance este año, ya que se recortó el recurso para 2018. Del costo estimado en 635.9 millones de pesos, la SCT destinó 339.8 millones de pesos entre julio de 2012 y diciembre de 2017.En el caso de la autopista de Guadalajara a Colima, concesionada al Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), la estimación del costo se duplicó; pasó de dos mil 798 millones de pesos a cinco mil 682 millones de pesos.Salvador Fernández Ayala mencionó que la obra se tenía prevista para concluir este año. “Sin embargo, por la constante toma de casetas por manifestantes, no se tuvieron los ingresos para financiar los trabajos”.Añadió que hace un mes reiniciaron la construcción, por lo que podría finalizar en mayo de 2019.Este medio documentó en abril de 2018 que habían crecido las afectaciones por toma de casetas en el Estado, las cuales se originaron tras el alza a los precios en los combustibles.Fernández Ayala remarcó que, aunque se concluyó la primera parte de la carretera federal 200, de El Tuito a Melaque, la vialidad lleva un avance de 52.3%. Actualmente se cuenta con el derecho de vía para los 169 kilómetros, de los cuales se han ejecutado 88.5, con una inversión de mil 587 millones de pesos.“Habrá que ver si las siguientes autoridades consideran prudente su finalización, si es de interés”.Agregó que la remodelación de 24 kilómetros (12 kilómetros por cada sentido) en la carretera de Santa Rosa a Chapala será entregada a mediados del próximo mes de diciembre.CLAVESRecomiendan seis nuevos proyectosLa pasada administración de la SCT recomendó iniciar con los siguientes proyectos:A finales de 2015, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes presentó una actualización del proyecto de la carretera 15 Jiquilpan-Guadalajara, en su tramo Tizapán El Alto, en donde añadió la construcción de dos entronques, tres puentes y el Libramiento de San Luis Soyatlán, por un total de 674.6 millones de pesos.Sin embargo, en la última actualización de estimación a diciembre de 2019, la obra costaría 832.4 millones de pesos, más 35 millones de pesos para liberar el 30% restante de derecho de vía del libramiento. La longitud es de 49 kilómetros.El anterior delegado, Salvador Fernández, contestó que el costo sube por obras adicionales y el derecho de vía, ya que algunos ejidatarios aumentaron los precios de las tierras conforme se realizaba la obra. Una de las justificaciones para construir el libramiento es que la vialidad principal ya está saturada, ya que se ha vuelto un punto turístico para los viajeros de la Entidad, quienes asisten por los tradicionales “vampiros”, bebidas que preparan en distintos establecimientos.Las fallas en los trenesComo parte de sus compromisos del Programa Nacional de Infraestructura, Enrique Peña Nieto contempló tres grandes proyectos en comunicaciones y transportes.En un año solamente se avanzó un kilómetro en la construcción de la carretera a Colotlán. El proyecto contempla la ampliación del ancho de la vialidad, de siete a 21 metros, en los primeros 15 kilómetros; es decir, desde el cruce con la carretera a Tesistán.La SCT indicó que este año se trabajó del kilómetro 9 al 10, por lo que quedan cinco kilómetros pendientes. Entre junio de 2014 y noviembre de 2018 se destinaron 164.3 millones de pesos para las obras.Salvador Fernández acentuó que el costo total aumentó en su estimación por obras auxiliares que se hicieron alrededor del kilómetro 7, como banquetas y puentes. Precisó que el cambio a concreto asfáltico permitió que se terminaran los 10 kilómetros.“Prácticamente se hace carretera nueva de 21 metros, las carreteras normales traen un promedio de siete metros… quiere decir que estamos haciendo tres veces más”.Por ese motivo, argumentó que el costo por kilómetro también aumentó. En las observaciones del proyecto se indica que los desarrolladores habitacionales han generado cruces a desnivel a lo largo del tramo, los cuales requieren de modernización para evitar puntos de conflicto.Factor comúnEl retraso y aumento de costos en las grandes obras que ejecutó la SCT en Jalisco, fue una constante durante la gestión.Por ejemplo, la construcción del nodo Technology Park estaba prevista para concluir en diciembre de 2015, pero la entrega se pospuso en tres ocasiones hasta noviembre de 2017, con un aumento del doble en su costo, ya que “por un error de cálculo” pasó de 87.1 millones de pesos a 180 millones de pesos.Lo mismo ocurrió con el Macrolibramiento de Guadalajara, de 111 kilómetros de longitud. La construcción de la vialidad comenzó en 2012, con una estimación de dos años de duración.Tras varios aplazamientos, la autopista fue inaugurada en su totalidad en enero de 2018, con un costo total de ocho mil 544 millones de pesos, cuando la previsión era que se invertirían cinco mil millones 977 pesos. EL ANÁLISISIliana León González (del Departamento de políticas públicas y contabilidad de la UdeG)Iliana León González recalcó que los Gobiernos de los tres niveles deben cumplir la ejecución de obras y estudios bajo un método de presupuesto basado en resultados; es decir, revisar quién o quiénes serán los beneficiados y si existe la necesidad de gastar en eso.Explicó que si, por ejemplo, se quiere construir un hospital ginecológico en una colonia, primero se debe analizar si hay más población femenina en esa área, y justificar si en ese lugar conviene más su construcción.“La Ley de Obra Pública obliga a la metodología de presupuesto basado en resultados, cuando hay desconocimiento muchas veces se traduce en gasto público tirado a la basura”.Acentuó que se debe capacitar a los nuevos servidores públicos al respecto y aplicar sanciones a quienes no manejen los recursos públicos de esa forma. Así apuestan por la prevención, ya que la persona que está a cargo de las decisiones debe conocer la normativa.“Y los que han dejado obras, que se les sancione… si eres servidor público era tu obligación cumplir. Que no se aprueben proyectos si no se sigue la metodología de presupuesto basado en resultados”.Indicó que el gasto en obras que no se ejecutan se da principalmente a nivel municipal y estatal.“Hace poco leí que un funcionario decía que no dejaba situaciones anómalas, pero aceptaba que había dudas con proveedores. Si hay cuentas por pagar y de años anteriores es que no manejaron bien sus presupuestos, que se supone estaban basados en un programa”.Sigue: #DebateInformadorPor falta de recursos, la Línea 3 del Tren Ligero no se inauguraría el siguiente año. ¿Qué opina?Participa en Twitter en el debate del día @informador