Viernes, 15 de Noviembre 2024
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Jalisco

Bomberos de Guadalajara suman 100 años de servicio

La corporación llega a su centenario con 450 elementos, cinco bases y cinco módulos operativos

El Informador

Con apenas 12 bomberos, dos cabos, un sargento y un comandante, fue el 23 de mayo de 1923 cuando se instituyó formalmente el Heroico Cuerpo de Bomberos de Guadalajara, por lo que se alistan los festejos por sus 100 años de servicio.

Hoy suman 450 elementos operativos, quienes atienden todas las emergencias del municipio y brindan apoyo a toda la metrópoli en incendios de todo tipo, rescate de personas atrapadas (también animales), choques, volcaduras, siniestros por materiales peligrosos, inundaciones, evaluaciones y prevención de riesgos, entre otras tareas. Incluso, apoyan en rescates o siniestros en otros países.

“Hemos sido una corporación conservadora porque tenemos una alta formación, incluyendo la formación militarizada, que es parte de esa tradición con el compromiso y la disciplina. Vamos por buen rumbo. Es un honor formar parte de la corporación, no sólo por ocupar el cargo que represento, sino porque somos una de las instituciones más importantes en el país, por el compromiso con la ciudadanía y la vanguardia de las estrategias implementadas”, acentuó Arturo García Pulido, director de Protección Civil y Bomberos de Guadalajara.

En la última administración municipal se brindó gran apoyo a la corporación, implementando una nueva unidad forestal en el bosque Los Colomos para atender eventualidades relacionadas con los incendios forestales. Actualmente hay cinco bases y cinco módulos operativos, lo que permite brindar atención a los reportes en un promedio de cinco minutos.

Arturo García Pulido, director de Protección Civil y Bomberos, tiene casi 30 años en la corporación tapatía y suma experiencias internacionales. EL INFORMADOR/C. Zepeda

De soldado raso a director de los bomberos tapatíos

Arturo García Pulido es el actual director de la Dirección de Protección Civil y Bomberos de Guadalajara. Comenzó su carrera en esta corporación hace casi 30 años y es de los pocos directores que han pasado por todos los rangos de servicio hasta llegar al puesto, desde que inició como oficial raso. 

Es el único bombero de la familia. Por eso para él es un orgullo haber cumplido su sueño de la infancia, como muchas niñas y niños sueñan poder convertirse en uno de ellos. 

Sabe que se trata de un estilo de vida complicado, pues mientras está ayudando a las personas en riesgo, en muchas ocasiones no puede ver tanto como quisiera a su familia en casa. 

“Es una carga pesada, es una profesión muy peligrosa que conlleva muchos riesgos; sin embargo, muchos y muchas estamos agradecidos y orgullosos de ser bomberos”.

Gracias a su experiencia llegó a ser el líder del Equipo de Búsqueda y Rescate Urbano (USAR por sus siglas en inglés). Y participó en distintos servicios de relevancia nacional e internacional, como por ejemplo en la atención a los estragos que dejó el huracán Patricia en Puerto Vallarta y zonas aledañas, el sismo del 17 de septiembre de 2017, el huracán Willa en Nayarit, el terremoto de Ecuador en 2016, así como en el rescate de personas en el terremoto de Haití en 2010. 

“Este último, el terremoto en Puerto Príncipe, en Haití, es considerado actualmente uno de los peores desastres humanitarios de la época moderna, donde desafortunadamente hablamos de más de 300 mil muertes. En ese momento, cuando estábamos en la búsqueda de personas, no pensaba nada, quizá no pueda dimensionar con palabras lo que vimos, un completo caos, de tal manera que ni siquiera el propio país tuvo la capacidad de responder a sus propios ciudadanos porque todo se cayó. Estuvimos allá cerca de una semana, pero fue hasta que regresamos cuando tuvimos que pasar por un proceso de apoyo psicológico”. 

Uno de los eventos más significativos en los que ha participado fue el ocurrido en el año 2002, cuando con sus compañeros estaba trabajando en el cuarto piso de un edificio de varias plantas, entonces el inmueble se vino abajo y quedó sepultado entre los escombros.  

Sus compañeros rápidamente armaron una estrategia para salvarlo y, aunque el incidente lo tuvo incapacitado y en silla de ruedas, fue una prueba para comprobar si de verdad quería o no seguir desempeñándose como bombero. Y pudo más su vocación de servir a la ciudadanía, por eso decidió continuar. 

Hoy es un orgullo para él representar a la institución, ocupando el lugar que, por ejemplo, tuvo un día el mayor Trinidad López Rivas, un pilar para el ámbito de los bomberos y la protección civil en el Estado. Aseguró que seguirá trabajando de la mano de cada una de los elementos que conforman la corporación para seguir poniéndola en alto.

EXPERIENCIA EN EL OFICIO

Alfonso Fabián Susarrey López, bombero desde hace 20 años. EL INFORMADOR/C. Zepeda

“Cuando hay niños no medimos los riesgos” 

Alfonso Fabián Susarrey López es bombero desde hace casi 20 años. Su pasión por la protección civil y la atención de las personas comenzó en su infancia, cuando tras un accidente en su hogar, su hermano cayó y se golpeó en la cabeza, ocasionando que empezara a perder mucha sangre. 

En ese momento no supo qué hacer, hasta que su mamá llegó y pudo contener la herida. La impotencia que sintió lo motivó a conocer más sobre la prevención y la atención médica, llevándolo a que en la preparatoria formara parte de las brigadas internas de protección civil de su escuela y posteriormente se capacitara como paramédico en la Cruz Roja Mexicana. 

Con la experiencia previa y de la mano de su carrera en Emergencias Médicas y Protección, llegó a la Dirección de Protección Civil y Bomberos de Guadalajara como paramédico y siguió capacitándose constantemente para dar el mejor servicio a las personas, constituyéndose hoy como segundo oficial de la Dirección de Operaciones, además de ser encargado de la División de Materiales Peligrosos. 

“Esta división se encarga, como su nombre lo dice, de atender servicios que se relacionan con materiales peligrosos. Ningún servicio es igual, será parecido, pero nunca igual. En Guadalajara tenemos varias zonas industriales y, con ello, una gran cantidad de siniestros relacionados con este tema, además de que en la pandemia fortalecimos un área con protocolos especializados para descontaminación de víctimas… y de los compañeros que atendían los servicios”. 

Dentro de su trayectoria también participó en 2010 en las acciones de búsqueda y rescate de personas en el Palacio Presidencial de Puerto Príncipe, gracias a que forma parte del equipo USAR de la coordinación municipal, reconocido internacionalmente por la ONU. 

Entre los servicios que más recuerda y que más lo han marcado fue la atención del incendio del mercado Corona, el 14 de mayo del 2014. Se encontraba, junto con su equipo, atendiendo unos cables del Trolebús que se habían trozado, cuando un pequeño niño llegó a alertarles del incidente. 

“Estábamos a un par de cuadras, cuando llegó un niño a decirnos: ‘Se está quemando el mercado’. Volteamos a ver y se veía la columna de humo. Dimos la vuelta y cuando llegamos, el mercado estaba totalmente propagado. Ingresamos dos compañeros y yo…. y empezó a colapsar el edificio. Nos resguardamos en el arco de concreto del ingreso hasta que unos compañeros llegaron por nosotros, porque ya no veíamos ni para atrás ni para delante”.

Su labor forma parte del centario de esta corporación, que ha servicio por décadas a los tapatíos, misma que se ve reflejada en su labor, que los vuelve más sensibles cuando hay niños. “Como bomberos, que tenemos familia, y cuando acudimos a cualquier servicio donde sabemos que están involucrados los niños, no medimos los riesgos, la exposición o el peligro. Los sentidos crecen al mil, trabajamos como familia hasta conseguir rescatarlos”.

Esto es para Susarrey López el sentido de pertenecer a la corporación de bomberos municipales que, para él, se ha convertido en una familia, pues cuando trabajan lo hacen como uno solo para salvar a las personas, pero también para protegerse entre ellos. “Trabajamos como verdaderos hermanos”.

EXPERTOS EN RESCATES

Julio Ismael Saldaña, segundo oficial de Protección Civil y Bomberos de Guadalajara, experto en búsqueda vertical. EL INFORMADOR/C. Zepeda

Cuando la vida pende de un hilo 

Julio Ismael Saldaña es segundo oficial de la Dirección de Protección Civil y Bomberos de Guadalajara. Tras poco más de 21 años en la corporación, hoy es el encargado de capacitar a los elementos en materia de búsqueda vertical, como parte de los elementos capacitados en materia USAR. 

No es lo mismo rescatar a una persona en un entorno urbano, que sacarla de un precipicio en un barranco, un pozo o una tumba luego de haber colapsado una cripta. Se necesita equipamiento y capacitación especial, en la cual Julio Ismael es un experto. 

A sus 18 años comenzó con su formación inicial como bombero, pero luego de conocer a grandes compañeros que lo invitaron a capacitarse en la materia que hoy desempeña, supo que el manejo de cuerdas era lo suyo. A partir de una capacitación en una hidroeléctrica, donde hizo por primera vez un rapel, una vez estuvo suspendido en el aire y su peso era sostenido solo por una cuerda. Y comprendió que su vida pendía de un hilo. “Pero fue cuando estuve fuera de contacto de una superficie, que mi cuerpo estaba literal en el aire y sólo sujeto por una cuerda… sentí una libertad que me motivó a buscar más”.

Agrega “mi especialidad es todo lo que tiene que ver con el rescate con cuerdas. Fue lo que más me llamó la atención. Aprendí de grandes maestros y, a partir de ello, he buscado mantenerme en capacitación constante. Cuando comencé era una disciplina muy cerrada porque no era tan sencillo conseguir el equipo, las especializaciones, pero encontré buen camino en el área deportiva, en el cañonismo, que es el descenso de cascada por medio de cuerdas. Es un deporte relativamente en México, pero eso me dio la oportunidad de especializarme en diferentes áreas del rescate, como por ejemplo, las capacitaciones que he tomado en la UNAM en deportes de montaña y algunas especializaciones en Estados Unidos”. 

Además, el próximo mes estará viajando a España a un simulacro en Los Pirineos, la cadena de montañas que separa la península ibérica del resto de Europa. 

Estas capacitaciones, que lo ha llevado a replicar los conocimientos adquiridos a sus compañeros de fórmula, han permitido traer a la ciudad una nueva dinámica de rescate en montaña, para ayudar a las personas que caen en las profundidades de la barranca de Huentitán, pues sólo se tenía el rescate urbano con equipo poco adecuado para la labor, siendo Guadalajara el primer municipio del Estado en implementarla. 

Uno de los servicios en los que han demostrado la importancia de esta rama de rescate, fue la caída de tres personas que cayeron a una profundidad cercana a los 20 metros en la zona de la barranca de Huentitán, conocida como “cortina de los monos”.  

“Cuando nosotros llegamos ya estaban cuerpos de emergencia, como la Cruz Roja y los Bomberos de Tonalá, unos 12 rescatistas. Llegamos y tenían más de cuatro horas intentando sacarlos, estaban muy desgastados, ya no podían con las técnicas que estaban intentando implementar para el rescate… no les fueron de tanta ayuda porque eran técnicas urbanas. Íbamos cuatro bomberos, nos dieron oportunidad de mostrar estas nuevas técnicas, montamos nuestro sistema y en menos de media hora ya habíamos sacado a las dos personas”, recordó el oficial. 

Para él, lo más satisfactorio es ver cómo sus compañeros, a quienes ha ayudado a capacitarse, van adquiriendo los conocimientos para replicar lo aprendido, pues esto significa tener elementos capaces para ayudar a cualquier persona ante cualquier riesgo. 

“Hoy, como parte del 100 aniversario de la corporación, agradezco muchísimo ser parte de este lugar. Esto es sólo un trabajo, pero para mí es una escuela que me ha enseñado en la parte personal, siento que he tenido un crecimiento como ser humano, he adquirido mucha empatía por las personas… y esos valores que he aprendido aquí los he transmitido a mi hija, quien me ve con muchísima admiración. Ese es el motor que me ha mantenido aquí”.

ATENCIÓN A LA COMUNIDAD

La oficial Ana María Molina es clave en el Área de Gestión Integral de Riesgos. EL INFORMADOR/C. Zepeda

Prevención, clave para evitar pérdidas 

Ana María Molina es oficial de la Dirección de Protección Civil y Bomberos de Guadalajara. Está a punto de cumplir 22 años trabajando dentro de la Dirección de Protección Civil y Bomberos de Guadalajara. Aunque ella no sale a atender incendios o rescatar personas, su labor es igual de importante dentro de la corporación.

Día a día, María atiende desde el Área de Gestión Integral de Riesgos a las personas que acuden para pedir informes sobre los protocolos que deben cumplir en sus negocios, escuelas o espacios donde se brinda algún servicio a las personas. 

“Aquí atendemos a todas las personas que requieren una licencia para el funcionamiento de diferentes giros. Nos toca apoyar a las personas para que se les dé seguimiento a sus trámites, se evalúen los giros y, de cumplir, se les entregue la licencia”.

Lo que más le gusta de su puesto es el contacto con las personas, pues al ponerse en su lugar, ella y sus compañeros se ponen en los zapatos de las personas para agilizar sus trámites. 

Lo anterior, explica María, es de gran relevancia porque la prevención es el primer paso para evitar una desgracia. “Para mí es un área importante porque en las actividades que se hacen para ir a verificar, se vigila que cuenten con las medidas de seguridad necesarias para el funcionamiento y para la prevención de los accidentes. Desde que la persona empieza con estos trámites, está previendo que lo que está invirtiendo no salga afectado por algún accidente y que, por el contrario, el giro comercial crezca”.

Dentro de esta área también se participa en eventos públicos de alta concentración de personas, como en partidos de fútbol, eventos de música, festivales y manifestaciones, previendo que todo se encuentre bajo control para evitar accidentes, además de atender de primera mano cualquier eventualidad. 

Entre esto, para ella la manifestación feminista del 8M ha sido uno de los eventos más significativos, por la magnitud de mujeres que asistieron por una misma causa, además de la jornada tan emotiva que vivió. 

“Pertenecer a esta corporación que está a punto de cumplir 100 años me da mucho gusto, siento mucha emoción de estar aquí. Gracias a Dios he tenido la oportunidad de convivir con todos mis compañeros y compañeras, quienes son excelentes personas. Todas las dependencias tienen su parte importante; sin embargo, por la importancia que tienen los bomberos para la ciudadanía, esta corporación es la mejor”.

LOGÍSTICA

Alejandro Espinoza Rodríguez, segundo oficial de Protección Civil y Bomberos de Guadalajara. EL INFORMADOR/C. Zepeda

Planeación, base para la ejecución de operaciones

No sólo se trata de acudir a un sitio para atender una eventualidad con una manguera, agua o herramienta en mano. Los bomberos necesitan de una planeación previa para poder desempeñar su labor de manera estratégica y segura. 

De eso se encarga Alejandro Espinoza Rodríguez, segundo oficial de la Dirección de Protección Civil y Bomberos de Guadalajara, desde el Área de Planeación y Desarrollo Organizacional.  

Desde hace 16 años trabaja en la corporación. Comenzó como un oficial operativo; sin embargo, sus ganas de seguir creciendo lo llevaron a continuar su capacitación para llegar más allá. Incluso, de ser técnico en Emergencias y Seguridad Laboral, hoy cursa una licenciatura el área de la Administración. 

“Desde que entré a la coordinación me planteé una ideología de que luego de un par de décadas en el servicio, ya con la experiencia operativa adquirida, se pueden hacer muchas más cosas en favor de las y los compañeros, como sumar a su capacitación y adiestramiento… o como en mi caso, a la planeación de operaciones. El origen de los bomberos se remonta a sólo atender los servicios, pero con el paso de los años nos damos cuenta de que la administración es importante”.

Por ejemplo, señaló que desde esta área se pueden conocer los recursos con los que se cuenta, el número de oficiales que se tienen disponibles, quiénes son los más adecuados para atender cierto servicio, si en la atención de una emergencia donde se necesite de muchas horas de servicio ya comieron, se encuentran hidratados o si tienen suficiente oxígeno. 

“Esto porque tenemos en ocasiones servicios que pueden durar semanas, y ahí es donde se debe dar soporte a los elementos, para medir cuántos relevos se necesitan, que puedan tener sus periodos de descanso, de hidratación y alimentación. Esta es un área importante que se refleja no sólo en el bienestar de los bomberos, sino también en el servicio que se brinda a la ciudadanía, pues desde ella se puede prever que llegue el personal adecuado que le va a ayudar a solventar su necesidad”.

A partir de esta área se llevan a cabo planeaciones de logística de atención a eventos masivos; por ejemplo, partidos o festivales como GDLuz, además se llevan a cabo los impactos de resultados para darle a conocer a las autoridades del Ayuntamiento tapatío cuáles son los alcances obtenidos por la corporación. 

Uno de los eventos que se destacan fue el incendio ocurrido en el mercado Libertad en marzo del año pasado, pues tenían que estarse midiendo no sólo los riesgos desde fuera, sino también los tiempos que pasaba cada elemento dentro del combate al fuego para que no se descompensaran. 

ASISTENCIA A LA CIUDAD

Reconocen a los bomberos con más de 30 años de servicio

“Lo mejor que pude hacer con mi vida fue ponerla al servicio de los demás”, aseguró José Antonio López, bombero jubilado de la Coordinación Municipal de Protección Civil y Bomberos de Guadalajara, quien en marzo pasado recibió un reconocimiento por sus 30 años de servicio al frente de la corporación. “Créanme que todo esto que hicieron ustedes es lo que le da sentido a lo que hay en estas paredes, y lo que nos da sustento a quienes aún estamos en la dependencia”.

Después de tres décadas de labor al frente de la Coordinación Municipal de Protección Civil y Bomberos de Guadalajara, 25 elementos jubilados fueron reconocidos por el Ayuntamiento tapatío por su servicio a la ciudadanía.

El alcalde de Guadalajara, Pablo Lemus Navarro, reconoció el esfuerzo que representó para los retirados el haber brindado su vida para salvaguardar el bienestar de los tapatíos ante hechos que conmocionaron a la ciudad, como lo fueron las explosiones del 22 de abril en 1992 en el barrio de Analco, a los incendios en los mercados Corona y San Juan de Dios.

“Se dicen fácil 30 años de servicio pero es un sacrificio enorme, quiero felicitar también a las familias porque 30 años de soportar el estar a la espera de que sus seres queridos lleguen con bien, estar a la espera y al pendiente no es fácil, pero ya llegaron hasta aquí y es motivo de orgullo”.

Sergio Ramírez López, coordinador Intermunicipal de Protección Civil y Bomberos de Guadalajara y Zapopan, señaló: “Créanme que todo esto que hicieron ustedes es lo que le da sentido a lo que hay en estas paredes, y lo que nos da sustento a quienes aún estamos en la dependencia”.

De cara al 100 aniversario de la Coordinación Municipal de Protección Civil y Bomberos, Pablo Lemus, apuntó que para este 2023 el Gobierno de Guadalajara cuenta con una partida presupuestal de 65 millones de pesos para la remodelación de cuatro estaciones de bomberos, de los cuales ocho millones se invertirán en la Base Central de Protección Civil y Bomberos de Guadalajara.

Agregó que este lunes se lanzará la licitación pública para la adquisición de nuevas motocicletas con equipamiento especial para la atención inmediata de siniestros por un valor estimado de 14 millones de pesos.

Ello aunado a la inversión de 70 millones de pesos que se realizó en 2022 para la compra de nuevos vehículos y uniformes, los cuales, aseguró el alcalde continuarán llegando durante el presente año.

Además, adelantó que este año se pretende mejorar el salario que perciben los bomberos para que, a la par de los policías municipales, sean de las corporaciones mejor pagadas del país.

En diversos accidentes y catástrofes, los bomberos de Guadalajara son el primer respondiente del siniestro. EL INFORMADOR/Archivo

RECONOCIMIENTO SOCIAL

Una vida de servicio a Guadalajara

De los 25 reconocimientos que se entregaron a bomberos jubilados por 30 años de servicio, uno de los sobresalientes fue a José Medina Tello, como un homenaje póstumo al hombre que falleció en febrero de 2022 a causa de cáncer. Su hijo Armando Medina, bombero con un año de trabajo en la Coordinación, fue quien recibió el reconocimiento.

“Mi papá para mí siempre fue un ejemplo, de niño siempre quise ser bombero y ahora lo estamos haciendo en la Base 5 de Guadalajara, siguiendo los pasos de él, para mí siempre fue un ejemplo y un orgullo ser su hijo”.

José Antonio López, bombero retirado con 31 años de servicio, comentó el sentimiento de nostalgia que se siente al regresar a la estación que lo vio pasar noches en vela y días de extremo cansancio, pero refirió que pese a las dificultades cada día que pasó al frente de la Coordinación Municipal de Protección Civil y Bomberos valió cada esfuerzo.

Jorge Ramírez Barajas, formó parte del cuerpo de bomberos de Guadalajara desde 1990, y aunque reconoció que su trabajo le trajo uno que otro problema en el ámbito familiar, resaltó que el agradecimiento y reconocimiento de la ciudadanía “te hace olvidarte de esos malos momentos”.