En 2003, Peter Agre recibió el premio Nobel de Química (con Roderick MacKinnon). El doctor pertenece a la Academia de Artes y Ciencias y la Academia de Ciencias de Estados Unidos.El doctor Peter Agre, pidió a la comunidad médica trabajar por los problemas de salud que aquejan al mundo y al gobierno solicitó apoyar estos nuevos conocimientos.Al participar en el Congreso Internacional de Avances en Medicina (CIAM) 2019, que se realiza en Expo Guadalajara, dijo que en su caso, como médico y científico, tiene el deber de aportar a la salud humana mediante la aplicación de conocimientos, como el descubrimiento que realizó sobre las acuaporinas, en 1991.En su conferencia magistral: "Canal de Agua de la Acuaporina: de la Estructura Atómica a la Medicina Clínica", añadió que "en la actualidad se enfoca a la aplicación de esta proteína contra la malaria"."Como científicos, médicos, tenemos un mundo de problemas, por ejemplo, tuberculosis resistente a los fármacos, malaria, dengue, y el antídoto, desde luego es la ciencia médica, la búsqueda de nuevas tecnologías y su aplicación en todo el mundo", señaló.Durante su participación en el CIAM 2019, organizado por los Hospitales Civiles de Guadalajara (HCG), que se realiza del 21 al 23 de febrero, Peter Agre, también profesor de la Universidad de Duke, en Estados Unidos, subrayó que la Universidad de Guadalajara (UdeG), seguramente busca efectuar dicha labor, "qué mejor inversión de un país para su futuro que la salud del pueblo".El también biólogo habló sobre sus descubrimientos, los hallazgos encontrados por otros colegas con esta proteína, la forma en cómo se enteró que había recibido el Premio Nobel de Química y cómo sus padres al saber la noticia le pidieron que “no se le subiera a la cabeza, porque todavía tenía que hacer algo de utilidad".En entrevista posterior, lamentó la situación bilateral entre México y Estados Unidos, pero sentenció que como científico la ciencia es para todos; “todos somos iguales”, por lo que reiteró que los gobiernos deben apoyar la búsqueda de nuevos conocimientos.Reconoció que hay gobiernos que impulsan programas para tal fin, no obstante, las dificultades actuales como las restricciones de visas y lo complejo de la política exterior han bloqueado las oportunidades para que los jóvenes científicos, entusiastas, con ideas, puedan efectuar descubrimientos.Explicó que las acuaporinas son proteínas integradas en las membranas celulares que regulan y facilitan el flujo de moléculas de agua a través de las células, por lo que son "el sistema de fontanería de las células".Agregó que tienen posibles aplicaciones en el desarrollo de medicamentos para tratar el edema cerebral, la retención de líquidos y hasta la insuficiencia renal.Para el tratamiento de estos males también debe haber un balance entre la alimentación, el ejercicio, el cuidado y uso correcto de las medicinas tradicionales, manifestó y expresó su deseo porque algún día los descubrimientos tengan aplicación, aunque reconoció que este proceso es lento."Aún no estamos con la capacidad para poder modificar genéticamente las acuaporinas para buscar estos beneficios, pero el propio cuerpo hace estas modificaciones de acuerdo a la situación", añadió Peter Agre.OB