El Banco de Alimentos de México (BAM) en Guadalajara estrenó ayer su nueva sede, que se ubica en Santa María Tequepexpan, en Tlaquepaque. Durante el evento, se destacó que el espacio es de gran relevancia para la operación de esta organización, que mensualmente entrega despensas a las familias con carencia alimentaria en la Entidad. El presidente del BAM, José Luis González Íñigo, dijo que, si bien al cierre de 2023 se espera otorgar 17 mil toneladas de alimentos, la meta para 2027 es llegar a más de 50 mil. Explicó que esto puede lograrse con el apoyo de empresas, donadores y autoridades. Además, agradeció a los que han sumado sus aportaciones en beneficio de los que menos tienen. El inmueble también concentrará los apoyos que brinda el Banco de Ropa, Calzado y Enseres Domésticos (BRED) y el nuevo proyecto denominado Banco de Empleos. Este último busca desarrollar habilidades en la población a través de la capacitación en ética y valores, herramientas digitales y oficios para que puedan autoemplearse. En la inauguración estuvo presente Ricardo Bon Echavarría, fundador del BAM, quien resaltó que en 1992 esta iniciativa contaba con la colaboración de apenas 10 personas y funcionaba en una bodega. “Hoy tenemos la posibilidad de un nuevo milagro y me refiero a que podemos lograr un Jalisco con cero hambre”, añadió.Ayer se llevó a cabo la inauguración de la nueva sede del Banco de Alimentos de México (BAM) en Guadalajara, que proyecta concentrar en un solo espacio, en dos etapas, todos los apoyos que brinda el Banco, a la par del Banco de Ropa, Calzado y Enseres Domésticos (BRED) y de nuevos proyectos, entre ellos el Banco de Empleos.Lo anterior fue celebrado por integrantes de la red de Bancos de Alimentos de México y figuras de la política estatal, dada la relevancia que juega este organismo en disminuir la brecha de la pobreza alimentaria en el Estado.Por ejemplo, Ricardo Bon Echavarría, fundador de Banco de Alimentos Guadalajara, destacó cómo en el año 1992 el organismo funcionaba en una bodega con la participación de apenas 10 personas, donde poco a poco se sumaron más y más jaliscienses para consolidar lo que hoy se contempla como una institución que ayuda a más de 135 mil personas.“Hoy en esta bodega que ven vacía, inicia un nuevo milagro de la multiplicación de los panes, sólo que este milagro va a ser mucho mayor. Hoy tenemos la posibilidad de un nuevo milagro y me refiero a que podemos lograr un Jalisco sin hambre”, dijo.El presidente de la Asociación Mexicana de Bancos de Alimentos (AMBA), Federico González Celaya, dijo que parte del trabajo importante que se tiene es, a partir de disminuir el desperdicio de alimentos que todos los días se desechan no sólo en México, sino a nivel mundial, entregar estos recursos a quienes más los necesitan, acción que ha sabido desempeñar el BAM en nuestro Estado.“Hoy celebramos la grandeza de Jalisco, celebrando también nuestro compromiso social, nuestra generosidad y, sobre todo, el profundo espíritu de solidaridad del pueblo jalisciense. Creemos sinceramente que el componente central de un compromiso para acabar con la brecha entre quienes tienen más y quienes tienen menos está relacionado con el crecimiento económico, con la generación de oportunidades, de empleos estables y bien pagados. Yo quiero, desde la trinchera que me toca, que nos sumemos a la cruzada por el hambre cero, para lograr que nuestro Estado sea un ejemplo nacional de cómo se pueden superar los desafíos sociales que enfrenta la nación”, dijo por su parte el gobernador de Jalisco.La alcaldesa de Tlaquepaque, Citlalli Amaya, destacó la “impresionante labor” que desempeña el BAM en nuestro Estado, comandado por José Luis Íñigo González y todo el consejo directivo. “De corazón les felicito y les agradezco, a nombre de San Pedro Tlaquepaque, todo lo que han aportado al combate de la pobreza alimentaria en este municipio, porque han demostrado gran compromiso social y no han sido omisos ante las necesidades comunitarias”, señaló Amaya de Luna.“Uniendo manos” es uno de los programas más importantes para el Banco de Alimentos de México (BAM) en Guadalajara, mediante el cual personas donantes de la sociedad civil se comprometen a apoyar a las familias que no tienen recursos ni siquiera para pagar la cuota de recuperación, mediante la cual el Banco entrega las despensas.Durante la inauguración de la nueva sede del BAM, el presidente del consejo directivo, José Luis González Íñigo, recordó que, al corte más reciente de este 2023, se atiende a tres mil 800 familias con despensas mediante el programa “Uniendo manos”, y se espera que más personas puedan sumarse para que, en el 2025, el apoyo pueda crecer a siete mil familias. Además, la ambición principal es que, con ayuda de la sociedad civil y el sector empresarial, en 2027 se pueda llegar a apoyar a 15 mil familias al mes con este programa.“Estamos hablando de muchísimas personas, pero como podrán ver, con cuatro mil pesos mensuales apadrinan a 10 familias, con 10 mil a 25 familias, con 40 mil pesos mensuales apadrinan a 100 familias, y 100 familias son 450 personas que comen recibiendo dos despensas por mes”, detalló González Íñigo.También dijo que a las personas que se suman a este programa se les pide el compromiso de poder brindarles el apoyo mediante “Uniendo manos” por un año, pues “las familias no comen ni un mes ni dos, sino que comen todos los días, todos los meses”. Apoyando a 15 mil familias en el año 2027, el sector privado aportaría 72 millones de pesos anualmente, solamente para atender este programa, dijo el presidente del BAM en Guadalajara.Para el director del organismo, Ricardo Romo, las empresas o personas que se suman al apoyo no sólo reciben la satisfacción de ayudar a quienes más lo necesitan, sino que además se les entrega un comprobante deducible de impuestos que puede ser validado ante Hacienda. Quienes deseen sumarse al apoyo pueden solicitar mayores informes en el teléfono general 33 3810 6595, a Donatel en el 33 3811 3500 y en la línea exclusiva de “Uniendo manos” al número 33 2256 7808.De continuar con los esfuerzos alcanzados hasta el día de hoy entre la Secretaría del Sistema de Asistencia Social (SSAS), de la mano del Banco de Alimentos de México, el sector privado y la sociedad civil, en un plazo de seis años, Jalisco podría acercarse a la meta de tener “cero hambre”.“Los indicadores del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) y del Inegi nos dicen que en los últimos años hemos ido a la baja, nos dicen que tenemos un poquito más de un millón de personas con carencia alimentaria, gracias a la estrategia que tenemos en la SSAS, apoyada por el Banco de Alimentos de Guadalajara y los organismos de la sociedad civil. Estoy seguro de que con la estrategia del Gobierno estatal, con el Banco de Alimentos, con sus nuevas instalaciones y la metodología que tenemos, en los siguientes seis años podríamos decir que Jalisco estaría a punto de erradicar la pobreza alimentaria”, expresó el titular de la SSAS, Alberto Esquer.Celebró que ayer se pudiera llevar a cabo la inauguración de esta nueva y más grande sede del BAM, que tiene una extensión de 33 mil metros cuadrados (de los cuales 10 mil están construidos a través de una inversión de 340 millones de pesos), pues el Banco es parte fundamental de la estrategia estatal para contribuir a la meta, y que representa la suma de voluntades de todos los entes que conforman la Entidad. “Jalisco es líder en la producción y generación de alimentos en todo el país, y por tal razón tenemos que hacer un gran esfuerzo para que en toda la Entidad no falte el alimento para las familias”, dijo.De acuerdo con el director del Banco de Alimentos de México (BAM) en Guadalajara, Ricardo Romo, con la entrega de despensas no sólo se alimenta a las familias de las 345 comunidades de 81 municipios del Estado que reciben el apoyo, sino que además la dinámica de entregas abona a la construcción de tejido social. Lo anterior se ejemplifica en la comunidad del fraccionamiento Villafontana Residencial, en Tlaquepaque, donde cerca de 100 familias reciben quincena a quincena una despensa a bajo costo entregada gracias al Banco de Alimentos de Guadalajara, mediante la organización de un comité que se encarga de enlistar a las personas, recibir la comida y armar los paquetes. Así lo dijo Eva, integrante de la comunidad encargada del reparto de alimentos, quien se dijo gustosa de ser parte de este apoyo de manera voluntaria, pues es de gran satisfacción ver cómo las familias adquieren a un precio significativo alimento para dos semanas. “Las entregamos los jueves. Recibimos el alimento y una vez llegando el camión nos encargamos de descargar. Carlos, Javier y Arturo son los encargados de descargar los alimentos pesados; Carmen baja y acomoda el pan y el helado, Lolis y tu servidora recibimos las facturas, contamos y vemos el kilaje de los productos”, contó Eva.