“Tardan mucho en pasar… más de 20 minutos. Cuando eso sucede, mejor tomo otra ruta”, lamenta Iván Castellanos, usuario del Macrobús. Aunque este derrotero lo deja directo en la universidad que estudia, comenta que en ocasiones resulta mejor optar por otro tipo de transporte colectivo.En horario pico, las unidades del Macrobús deben cumplir con una frecuencia de paso de cinco minutos, mientras que en horario valle deben ser ocho.Otra afectada es Karina Gómez. Entre semana, ella usa el Servicio Parador del Macrobús para acudir al trabajo. Siempre toma sus precauciones con relación al tiempo, pero las unidades se retrasan. “Suelo tomarlo por la mañana y se tarda mucho. Hasta tres veces a la semana tomo taxis por estos problemas”.Previo a la pandemia por el COVID-19, el sistema Macrobús ya comenzaba a presentar una baja de pasajeros. En 2019 se reportaron 35.5 millones de viajes en la ruta troncal, frente a los 38.1 millones del 2018. Sin embargo, durante el año pasado, en el que el servicio se vio impactado por el confinamiento para prevenir los contagios del nuevo coronavirus, los viajes bajaron a 21.5 millones, según la Secretaría de Transporte.Y en el primer semestre de este año sigue una tendencia baja, con 11.5 millones.Una de las mayores críticas contra el servicio del Macrobús es por el cobro del pasaje, pues una vez que subió la tarifa a 9.50 pesos, si los usuarios depositaban 10 pesos en las alcancías, éstas no daban cambio.“Tomo el Macrobús de Periférico hacia el Centro tapatío, pero de nada sirvió que aumentaran la tarifa porque el servicio es más tardado”, lamenta Alberto Trujillo.En 2019 los ingresos no se vieron afectados, en gran medida por el incremento de la tarifa, pero el año pasado se desplomó la recaudación al captar 190.4 millones de pesos (MDP), frente a los 264.3 MDP del año previo.Y la tendencia también sigue a la baja entre enero y junio de 2021, cuando se captaron apenas 85.7 MDP.Se solicitó entrevista a la Secretaría, pero no respondió.Los efectos de la pandemia por el COVID-19 provocaron que tres de cada 10 usuarios del transporte público, de un total de 1.5 millones de pasajeros que hay en la metrópoli, decidieran reducir la frecuencia con la que utilizan los distintos medios para realizar sus traslados en la ciudad, según la Encuesta de Satisfacción de los Usuarios del Transporte Público en el Área Metropolitana de Guadalajara. Los cerca de 488 mil usuarios decidieron sustituir sus traslados en transporte público por desplazamientos a pie, vehículos de familiares o conocidos, plataformas de taxi, vehículos particulares o bicicletas para prevenir el riesgo de contagio. “Esto trajo como consecuencia que para el 17.7% disminuyeran los gastos para el transporte y para el 16.6% aumentaran”.Las medidas adoptadas en el transporte público fueron vistas como insuficientes para 68.2% de los usuarios, pues sólo 31.8% consideró que se tomaron todas las que hubieran sido necesarias. Casi el mismo porcentaje dijo que había sentido la probabilidad de contagio en el transporte.Con relación al comparativo entre los diferentes tipos de rutas, la encuesta revela que la rapidez de los traslados es uno de los aspectos que más influyen en la calificación de los usuarios. El sistema del Tren Ligero fue el mejor evaluado. “Para este sistema de transporte masivo, el mayor porcentaje de calificación se encuentra en el nivel 10 para más del 42%. Mientras que la mayor concentración de porcentajes para camiones y minibuses, rutas federales y Mi Macro, se encuentra en el nivel 8”.En materia de seguridad, el 33.6% de los usuarios del transporte colectivo opinó que se debería tener monitoreo en tiempo real, mientras que en las rutas de Mi Macro (Macrobús) sobresale el botón de pánico, con 31.8%. En el Tren Ligero, 36.9% de los pasajeros solicita personal de seguridad a bordo.Con relación a si debería existir un sistema de transporte público nocturno, más del 68% de usuarios respondió positivamente, “lo que puede indicar la pertinencia de un servicio que cubra las necesidades de los usuarios en horarios extendidos a los que acceden actualmente”.NUMERALIAPasajes o viajes11millones 506 mil 893 en 2021 (con corte a junio). 21 millones 506 mil 019 en 2020.35 millones 567 mil 476 en 2019.38 millones 121 mil 882 en 2018. Ingresos 85.7 millones de pesos en 2021 (con corte a junio). 190.4 millones de pesos en 2020. 264.3 millones de pesos en 2019. 255.1 millones de pesos en 2018. Fuente: Secretaría de Transporte.Desde hace cuatro años, Pablo Ortiz utiliza el Macrobús para ir a trabajar a la zona del parque Agua Azul. Y se queja por la frecuencia que debe esperar: más de 20 minutos. Lo peor es en temporada de lluvias. “Cuando salgo tarde es lo único que alcanzo. Pero cuando llueve tardan más en pasar las unidades, porque en la estación de El Deán se inunda y no pasan. Estuve esperando un camión articulado casi dos horas por las tormentas de hace 20 días”. Apunta que ese día pasó hasta las 23:30 horas el camión y tuvo que brindar el servicio. “Sí nos levantó porque estábamos muchos. La última unidad pasa antes de las 23:00 horas”. A diferencia de otros usuarios que en ocasiones pagan taxis o pueden trasladarse en otras rutas del transporte público colectivo, él no tiene alternativa. “Lo esperamos porque ni tenemos lana”. Acentúa que otro de los inconvenientes es que “entre semana no hay asientos (en hora pico). Viene lleno ese camión. Antes tenía más frecuencia de paso. No sé si el mantenimiento de las unidades no sea el adecuado y estén en reparación”. Aclara que nunca ha interpuesto una queja ni tampoco tiene intención de hacerlo. “Pienso que si la ponemos ni nos escuchan. No creo que trascienda el reporte”. Ortiz declara que en tiempos de la presente contingencia sanitaria hay otros temas que también les importa a los usuarios. En su caso, dice, le molesta que las autoridades no estén exigiendo el uso del cubrebocas arriba de las unidades del Macrobús. “Como vienen llenas, sí deberían avisarles. No falta el que tose y es muy molesto”.Otro de los puntos que deben considerar las autoridades, subraya, es la operación de este sistema durante las noches, pues le ha tocado ver a personas ebrias. “La otra vez también estaban hostigando a una muchacha. Y en la noche es cuando deberían tomarle el pulso al transporte público. Los últimos que tomamos este sistema por la noche sabemos lo que realmente se vive, porque igual te pueden maquillar muchas cosas en el día porque hay más movimiento, hay más seguridad, pero ya en la noche cada quien está a su suerte”. La Encuesta de Satisfacción de los Usuarios del Transporte Público en el Área Metropolitana de Guadalajara de 2021 reveló que 4% de los usuarios del Macrobús manifestaron haber sido víctimas de acoso. Es el porcentaje más bajo con relación al resto de los sistemas de transporte público. “Los tipos de acoso más recurrentes son los repegones y las miradas lascivas o degeneradas. Estos datos pueden estar asociados, entre otros factores, a la saturación de las unidades”, se puntualiza. Se añade que el monitoreo de estas conductas es clave para implementar las políticas y los programas con perspectivas múltiples sobre la complejidad de la seguridad de los usuarios en los sistemas de transporte público.TELÓN DE FONDOAunque el Sistema de Tren Eléctrico Urbano (Siteur) aceptó que el Macrobús tenía un excedente en la recaudación por concepto del cobro de los 50 centavos en las unidades, como resultado de que las alcancías no daban cambio ante la nueva tarifa aplicada de 9.50 pesos, posteriormente comenzó a negar la información del monto captado por este concepto. En marzo pasado, este medio reportó que ante la negativa para entregar la información por Transparencia, se interpuso un recurso de revisión. Y el Sistema argumentó que se había generado una “posible confusión” por la contestación que se brindó en 2019, en la que se informó que el ingreso excedente entre julio y noviembre de ese año fue de 615 mil 663 pesos.Al no tratarse de una cantidad precisa sino estimada, “cualquier solicitud posterior relativa a definir la cantidad precisa que se estaba recaudando por concepto de los 50 centavos depositados en exceso por los usuarios se declinó, en virtud de no contar con los medios para poderla determinar con ese carácter”.GUÍAEn octubre del año pasado se otorgó a la empresa Macrobús la nueva concesión para la operación del sistema, que circula sobre la calzada Independencia. En el documento se establece que el contrato tendrá una vigencia de 10 años para la operación y explotación de los derroteros. “Su vigencia podrá ser prorrogada de conformidad con el Artículo 99 fracción IV de la Ley de Movilidad y Transporte de Jalisco”.Se puntualiza que el servicio se presta con un parque vehicular de 41 vehículos articulados, más cuatro de reserva, nueve unidades para la ruta auxiliar, más una de reserva. Y con 65 vehículos alimentadores y siete de reserva. “Todos los vehículos deberán cumplir con las características descritas en la Ley de Movilidad y Transporte, su Reglamento y la Norma General de Carácter Técnico, que específica las características que deben tener los vehículos para el servicio público de transporte masivo y colectivo, así como otras modalidades que se adhieran en áreas metropolitanas y en ciudades medias del Estado”.Acentúa que el Sistema Integrado de Transporte Público Mi Macro Calzada (Macrobús) deberá operar con la totalidad de los vehículos señalados en sus planes de operación en las horas denominadas pico, disminuyendo la flota del parque vehicular en operación en las respectivas horas valle. Las rutas alimentadoras deberán contar por lo menos con un 10% de los vehículos con rampa o diversos mecanismos que permitan la accesibilidad de las personas con discapacidad.Con relación al pago del pasaje se puntualiza que éste se realizará con la tarjeta inteligente (prepago) y en el caso del pago en efectivo con monedas: “De pago exacto exclusivamente en la ruta auxiliar y alimentadora, excluyendo de esto a la ruta troncal”. La concesión anterior, a cargo de la misma empresa, establecía que el contrato sería hasta por 12 años o un millón de kilómetros recorridos y pagados por cada unidad articulada.GOBIERNO ESTATALDurante 12 años, el Sistema de Tren Eléctrico Urbano destinó 697.5 millones de pesos a la operación del sistema articulado que circula sobre la Calzada Independencia, pese a que en la concesión del servicio otorgada a la empresa Macrobús se establecía que este transporte público masivo no requeriría de subsidios gubernamentales para su funcionamiento. Por Transparencia, el Sistema de Tren Eléctrico Urbano informó que entre enero de 2009 y junio de 2020, le otorgó la cantidad mencionada por concepto de “aportaciones extraordinarias o de otro tipo”. Además, se aclaró que no significa la cobertura de otros gastos de ese sistema de transporte: “Esto sin incluir el capítulo 1000 de servicios personales”. Entre enero de 2011 y el 17 de octubre de 2020, los ingresos por concepto de pasajes sumaron dos mil 721 millones de pesos, incluidos los rendimientos financieros. De esos, dos mil 552 millones fueron para el concesionario de la operación, la empresa Operadora Macrobús, y el resto para el concesionario del recaudo, que es EB Jalisco.De los ingresos por los pasajes no se regresó nada al Siteur, pues la administración de los pagos estuvo a cargo de un fideicomiso que concentró los recursos captados. ¿Qué opina del servicio del Macrobús?Participa en Twitter en el debate del día @informadorSi te interesó esta noticia y quieres saber más, entonces descarga y descubre INFORMAPlus, la aplicación digital de EL INFORMADOR, en donde tenemos contenidos exclusivos, seleccionados por nuestros editores, para darles una experiencia más completa a los lectores.Descarga la aplicación y pruébala GRATIS por treinta días.Para iOS: https://apple.co/35jaVgb Para Android: https://bit.ly/3gwVSEVSi eres suscriptor de EL INFORMADOR tu acceso está incluido, solicítalo al 33 3678-7777.