Por las acciones de la Guardia Nacional y la pandemia bajó el flujo migratorio en México. Entre enero y julio de este año, 43 mil 306 extranjeros fueron presentados ante la autoridad migratoria, cuando en ese periodo de 2019 se reportaron 107 mil 531, confirma la Secretaría de Gobernación.En Jalisco, en ese lapso fueron deportados a sus países 66 migrantes y, el año pasado, tres veces más (195).El Gobierno de Jalisco tiene tres millones de pesos para acciones de promoción y respeto a los derechos humanos de migrantes nacionales y extranjeros. Y el Ayuntamiento de Guadalajara cuenta con 17 millones para las personas en situación de calle, entre las que se atienden migrantes.Informes de GobernaciónEventos de extranjeros presentados ante la autoridad migratoria en México Eventos de extranjeros devueltos por la autoridad migratoria mexicanaFuente: Gobernación.Ante la falta de atención en esta problemática, vecinos reportan el aumento de robos en las zonas de las vías del tren en la ciudad. Miriam Alfaro detalla que los habitantes de colonias como Arcos Vallarta y Jardines del Bosque padecen asaltos. Explica que hace una semana asaltaron a un señor con un machete.“Hay lugar que se llama Pueblo Quieto, en el cruce de Mariano Otero e Inglaterra, y es una zona en la que no entran las patrullas. Nos dicen que no pueden hacer nada porque es zona federal. Y también en Niños Héroes e Inglaterra. Allí son los asaltos y está el asentamiento de migrantes. Somos pocos vecinos que habitamos aquí, pero nos han robado cables y tuberías, tapas de registro... y la Policía argumenta que no pueden quitarles sus cosas a menos que los encuentren en flagrancia”.Acentúa que, por ejemplo, a un vecino le salió en 15 mil pesos arreglar su tubería, y ella no puede dejar nada afuera porque pasan y todo se llevan. Incluso, compartió una fotografía en la que los mencionados tienen cables y tuberías en un carrito de supermercado.También subraya que los fines de semana aprovechan que algunas oficinas no abren, por lo que las personas rompen vidrios y se meten a dormir. El problema, destaca, es que dañan las propiedades y dejan basura.“No todos son migrantes o de paso, algunos sí están esperando subirse al tren, pero otros ya viven allí. Hace algunos años los ayudábamos con comida y ropa, pero luego salió contraproducente. Es un problema y no hay propuestas de la autoridad para una solución. A veces los ponen a limpiar los espacios, pero luego vuelve a pasar. Urge una solución más profunda”.Por otro lado, la ciudadana asegura que esta situación empeoró con la pandemia. “Quizá algunos migrantes se volvieron indigentes… este año está peor que nunca porque roban mucho. Ya pusimos una placa de que es una zona peligrosa, para que la gente no pase y no la asalten”.Elizabeth García, directora del DIF Guadalajara, remarca que se sigue brindando atención a las personas en situación de calle, aunque operan a la mitad de la capacidad para garantizar las medidas de salud requeridas ante la pandemia.Actualmente se tiene el Centro de Atención y Desarrollo Integral para Personas en Situación de Indigencia, conocido como Cadipsi, en el edificio que se encuentra en avenida Las Palmas, frente al Agua Azul, y otro espacio ubicado en Belisario Domínguez número 420.El Cadipsi en Las Palmas está en remodelación, por lo que están operando con una primera etapa concluida. Antes de la pandemia podían albergar a 90 personas al día, pero ahora tienen 50. Una vez que entreguen la obra con los pisos que faltan, podrán aumentar la capacidad a 200 personas.Detalla que anteriormente contaban con un sitio ubicado en la calle José Luis Verdía, pero se cambiaron a Belisario Domínguez porque les ofrece mejores condiciones de alojamiento. Reciben a 50 ciudadanos al día.“Este albergue lo estamos utilizando para el alojamiento de personas que ya pasaron por Las Palmas, con un proceso de reinserción, y que muchos de ellos ya tienen trabajo y todavía necesitan el apoyo de vivienda”.En Las Palmas dan atención básica de alojamiento, pero también terapia psicológica, gestión de documentos y tratamiento de las adicciones, que es fundamental para una reinserción laboral más estable. Dice que antes de la contingencia atendían entre 300 y 350 personas diarias, sumado a lo que realizan los albergues privados, como San Juan Grande o Mamá Lupita. Pero la cifra bajó a 180 porque algunos han cerrado.Indica que, por ese motivo, han tenido que implementar atención externa, y rentaron baños móviles. “Estamos haciendo los movimientos para ampliar la capacidad e ir ingresando a la persona de acuerdo con su perfil... estamos cerrando acuerdos con otras asociaciones”.La Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ) detectó fallas en la atención brindada a migrantes internacionales y nacionales, solicitantes del reconocimiento de la condición de refugiados.Con la nueva administración desapareció el Instituto Jalisciense para Migrantes, el cual se encargaba de atender el tema migratorio a nivel estatal. Aunque la Dirección de Atención a Personas Migrantes asumió las funciones, la CEDHJ señala que se encuentra limitada económicamente y con pocos recursos humanos.“Por esto, la oficina no ha respondido de manera oportuna en los casos que esta comisión ha canalizado... y es importante que a esta dirección se le asigne mayor presupuesto y personal para atender los diversos casos que se presentan en la Entidad; de lo contrario, no será posible que el Estado actúe de manera oportuna en la promoción, protección, defensa y garantía de los derechos de la población migrante, deportada, solicitantes del reconocimiento de la condición de refugiados y refugiadas”, indica en un informe presentado el mes pasado.Acentúa que la relevancia de lo anterior es que Jalisco se ha convertido en Estado destino para esta población, “pero si no está contemplada en el presupuesto del Estado (la atención a estas personas), no existe una política estatal que garantice sus derechos y, por lo tanto, su integración en la sociedad es limitada y las violaciones de derechos seguirán reproduciéndose de manera sistemática”.Sobre la zona de las vías del tren, se detectó que en los primeros cinco meses de 2019, la mayor parte de la población era migrante internacional con rumbo a la frontera para llegar a Estados Unidos; sin embargo, a partir de junio, ya había más presencia de connacionales que son deportados.“Se trata de hombres de treinta a cincuenta años. Al dialogar con ellos referían que intentarían nuevamente llegar a ese país, pues su vida está allá”.De las necesidades detectadas en esta población, destacan que no existe un albergue para atenderlos, por ello es que terminan en las vías del ferrocarril. Además, la mayoría de las personas no tiene identificaciones. Algunas personas son canalizadas al albergue El Refugio.Otro de los flujos migratorios observado en las vías del ferrocarril consiste en personas que trabajaban de jornaleros agrícolas, originarios del Sur del país. Sin embargo, cuando termina el empleo no saben a dónde ir. La Comisión asegura que estos casos se han canalizado con quien apoya a las personas de los pueblos originarios, quienes consiguen empleos en la venta de frutas.“Aunado a la presencia de personas extranjeras y connacionales en las vías del ferrocarril, también viven las personas que están en situación de calle y que han puesto bolsas, tablas y lonas para construir un espacio para vivir, dormir y establecerse de manera temporal en estos puntos aledaños a la vía del ferrocarril”, resalta el estudio. Se solicitó entrevista con la Comisión para que detallara los resultados de su oficina temática especializada en la atención a personas migrantes y refugiadas en situación irregular, pero no se obtuvo respuesta.Elizabeth García indica que la política pública está enfocada a la población callejera, entre ella la migrante. Sin embargo, el DIF Guadalajara se enfoca en los ciudadanos nacionales, mientras que los internacionales son derivados a espacios como la Casa del Migrante y la Aldea Arcoiris.“En este año sólo hemos atendido a 35 personas migrantes internacionales, que provienen prioritariamente de Honduras y El Salvador. Esta atención ha sido de paso, no se quedan muchos días porque siguen caminando. Detectamos a familias de migrantes, las canalizamos para que les den atención allí... y así no ocupamos los espacios para atender a nuestra población de calle”.Destaca que alrededor de 50% de las atenciones involucran a migrantes de Estados como Chiapas o el Estado de México, principalmente grupos indígenas.Sobre los contagios del COVID-19, indica que sí han tenido casos, pero no han sido graves. Además, no han tenido brotes porque cuentan con áreas de aislamiento en los albergues.“Hemos repartido en albergues y en calles más de 95 mil raciones alimenticias, hemos atendido entre 180 y 200 comensales externos e internos al día. Más la labor que realiza la brigada”.Agrega que mantienen el presupuesto de 17 millones de pesos y que han reforzado las brigadas en los tres turnos. También responden a los reportes ciudadanos.Uno de los mayores logros de la administración, recalca, es que subió el número de reinserciones. Este año han logrado la reinserción de 528 personas en empleos de limpieza, construcción o seguridad privada. Esto representa 70% de las personas atendidas. Se logró porque aumentaron el personal para realizar las gestiones e incrementaron los servicios del Cadipsi.Por otra parte, la organización FM4 Paso Libre compartió que el flujo migratorio sigue igual en la ciudad. Sin embargo, aumentó la población de mexicanos en situación de calle.Sigue: #DebateInformador¿Qué opina de la presencia de migrantes en la ciudad?Participa en Twitter en el debate del día @informador