En 10 años, las llamadas registradas en los números de emergencia que denunciaron delitos cometidos con armas de fuego se dispararon. En 2009 fueron ocho mil 212 reportes, pero el año pasado crecieron a 21 mil 099; es decir, Jalisco pasó de 22 a 57 llamadas diarias en promedio.Uno de esos reportes fue el de la familia de Kassandra Velázquez, en 2013, cuando el 911 aún era 066.“Unos ‘cholos’ se estaban peleando a balazos en la Colonia Constitución, pero en la línea sólo nos dijeron: ‘¿Cómo cuántos son, oiga? Si son más de siete, mejor métase a su casa y no salga. A lo mejor cuando se calme la pelea van los oficiales’”.Vanessa Rocha fue otra denunciante. Escuchó disparos a la vuelta de su hogar y, aunque pensó que eran cohetones, enseguida oyó el sonido de una motocicleta alejarse a toda velocidad. “Tardaron unos tres minutos en responderme y ya que lo hicieron me pidieron más datos y dijeron que iban a enviar una patrulla, pero tardó, yo creo, como media hora. Luego supimos que mataron a un muchacho en un local de micheladas”.La tendencia en estos reportes continúa en el mismo tono . Hasta el 11 de junio se documentaron nueve mil 526; es decir, 52 al día.Además, según los registros del Escudo Urbano C5, de todos los reportes que se han recibido en los últimos 10 años, los que fueron hechos por detonaciones se encuentran en primer lugar: ocho de cada 10.Un ejemplo de estos eventos ocurrió el pasado 21 de junio. Tras el asesinato de un policía investigador se detonó un enfrentamiento en la Colonia Jardines del Edén, en Tlajomulco de Zúñiga. La balacera duró aproximadamente dos horas y en ella se involucró personal de la Fiscalía estatal, de la Policía municipal y hasta del Ejército. De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en el último trimestre de 2018 cuatro de cada 10 mexicanos escucharon disparos en los alrededores de su vivienda. Esta cifra representa el doble de lo que se dio a conocer en diciembre de 2015. La directora de Llamadas de Emergencia de la Coordinación de Seguridad, Nancy Díaz, explicó que esta cifra de reportes no necesariamente equivale a ilícitos, pues eventualmente se registran varias llamadas de un sólo evento, y añadió que éstas también pueden ser falsas, pero también se contabilizan y entran al registro global. La funcionaria agregó que, si bien derivan los reportes a las comisarías y dependencias encargadas, esta área no da seguimiento a las atenciones.La proliferación de armas de fuego en las calles del Estado se advierte en la cantidad de reportes que se han hecho para denunciar que éstas han sido utilizadas. Según los indicadores del Escudo Urbano C5, ocho de cada 10 llamados que han recibido las líneas 911 (antes 066) y 089 están relacionados con esta causa.“A la vuelta de mi casa vendían droga y hubo un tiempo en el que se juntaron muchos ‘cholitos’. Unos 30… y sí daban miedo. Llamamos para reportarlos al 089 y nos pidieron pruebas. Les dijimos lo que hacían en la calle y nos respondieron que necesitaban pruebas, como fotos o videos”, compartió Alessandro Alatorre. “Dijeron que igual nos tomarían nota de la situación a ver si patrullaban por acá… como ‘dándonos el avión’”.De acuerdo con datos de llamadas a números de emergencias (911 y 089), en una década (2009-2018) hubo 40 mil 326 reportes en Jalisco por delitos relacionados con drogas, como el de Alessandro. Eso equivale a 11 al día, o bien, prácticamente uno cada media hora.Este año, en cambio, la cifra es de siete diarias: mil 087 con corte al 11 de junio.Con base en los registros, los reportes que se reciben en la línea 911 son principalmente por narcomenudeo, en tanto que al número 089 entran los delitos más delicados como crimen organizado, laboratorios, narcotráfico y traslado de estupefacientes.Nancy Díaz, titular de la Dirección de Llamadas de Emergencia de la Coordinación de Seguridad, precisó que esa es la naturaleza de cada línea de emergencia.De acuerdo con Francisco Jiménez Reynoso, académico de la Universidad de Guadalajara (UdeG), aunque hay menos reportes registrados por venta y/o distribución de drogas que por armas de fuego detonadas, ambos van de la mano por su relación con el crimen organizado. Y acotó que, si se reportan menos los que están relacionados con drogas, es porque hay impunidad. “Hay una cifra negra e infinidad de casas y fincas donde se vende y distribuye droga. La gente no denuncia porque sabe que no va a pasar nada; pierden su tiempo y se exponen a algún problema”.Agregó que, de acuerdo con sus investigaciones, por cada casa que se denuncia hay cinco o más que operan igual pero no han sido reportadas. Y debido a esta proliferación, sugirió a los ciudadanos que sigan denunciando, ya que es importante porque las autoridades “pueden pensar que no pasa nada”.De 2017 a 2018, las llamadas al 911 para denunciar robos en escuelas se incrementaron 26%: de 671 a 909. Sólo en este año, hasta el pasado 11 de junio, iban 243.Antes de que iniciara el periodo vacacional, el secretario de Educación, Juan Carlos Flores, aseguró que para evitar robos en escuelas habría coordinación especial con la Policía estatal, las comisarías municipales y la comunidad. Recalcó que los municipios que presentan más este problema son Zapopan y Tlajomulco. “Se tomó la decisión de que, en cada una de las escuelas, va la Secretaría junto con personal de la Policía, se organizan a los vecinos que viven cerca, se les da un número telefónico, tanto el 911 como teléfonos directos de la Policía local, así como un número donde en la Secretaría estamos atendiendo las 24 horas estas situaciones”, comentó el funcionario.Aseguró que el número de la Secretaría de Educación es preventivo, y si se sospecha de alguien, “nosotros podemos darle tratamiento (al reporte) para no saturar el 911 y poder tomar decisiones”.El pasado 24 de julio, el conductor de la unidad S-1114 de la Ruta 55 circulaba sobre la calle Durazno cuando se detuvo para permitir que abordaran dos personas que, segundos antes, se lo habían solicitado.Sin embargo, la intención de éstos no era usar el servicio, sino asaltar al chofer.Uno de los delincuentes sacó un arma de fuego con la que apuntó al conductor para que le entregara el dinero. Mientras, su cómplice se fue sobre los dos pasajeros de enfrente para quitarles sus pertenencias. Al final tomaron el dinero de sus víctimas y, antes de bajar, uno de ellos le propinó un fuerte golpe en el rostro al chofer. Enseguida huyeron.Esa no es la primera vez que sucede un hecho así. Los reportes de esos delitos son tan constantes que, en sólo tres años, se quintuplicaron.De acuerdo con los registros de la autoridad, en 2016 se hicieron 584 llamados de este tipo (1.6 diarios), pero en 2018 fueron tres mil 025 (8.2).Este año, la cifra no es menor. En seis meses (hasta el 11 de junio) se ha recibido casi el doble de los de 2016: mil 219. Aunque, por otra parte, 2017 fue el año donde más hubo: tres mil 215.Francisco Jiménez Reynoso (académico de la Universidad de Guadalajara)La conclusión es simple: El que haya más reportes a los números de emergencia en el Estado se debe a que hay más impunidad.“Las autoridades no están haciendo su trabajo ni cumpliendo con sus obligaciones. La Policía ve cuando se cometen faltas administrativas y no dice nada. Esto trae como consecuencia su multiplicación”.Sobre el número de llamadas, tanto para delitos relacionados con drogas como con armas, el académico señaló que se mantiene una cifra negra importante en ambos casos.“Pero la gente no denuncia porque no va a pasar nada. Pierde el tiempo y se expone a alguna represalia porque (creen que) la autoridad puede estar involucrada con grupos delictivos”, dijo.Esto, agregó, va de la mano con las detonaciones de armas de fuego, pues los grupos delictivos se han multiplicado y las disputas por las zonas de venta de estupefacientes, a través de la violencia, también.En su opinión, es importante que la ciudadanía se atreva a denunciar para que las autoridades actúen. “De lo contrario, la autoridad puede pensar que en este Estado no pasa nada, que todo está bien y que, como hay menos denuncias, estamos mejor”.No obstante, también precisó que debe haber una mayor proactividad en la recepción de los llamados “sin tantas trabas y peros hasta aplicar conceptos como inteligencias, redoblar esfuerzos, aplicarse, cumplir y hacer cumplir las leyes”.*11 de junio *11 de junio
