El mariachi es una manifestación cultural que ha trascendido fronteras, y aunque no existe un acta oficial de su nacimiento, Jalisco es reconocido como el principal estado donde esta tradición tomó forma. En la icónica canción de Jorge Negrete, “Cocula”, se refleja la relevancia de esta pequeña localidad como uno de los principales focos del género. La importancia cultural del mariachi ha sido tal que, en 2011, la UNESCO lo reconoció como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Este reconocimiento internacional subraya el valor y la influencia de la música de mariachi en la identidad mexicana y en la cultura mundial. Para conmemorar su legado, el 21 de enero se celebra el Día Internacional del Mariachi, una fecha que reúne a músicos y fanáticos de este género alrededor del mundo.A pesar de su prominencia a nivel mundial, en las décadas de los setenta y noventa el mariachi experimentó una disminución en su popularidad, especialmente en Cocula. Para contrarrestar esta tendencia, en 2013 se refundó la Escuela Regional de Mariachi en dicho municipio, con el objetivo de revitalizar la tradición y fomentar su enseñanza entre las nuevas generaciones. Este esfuerzo ha sido clave para que el mariachi continúe vivo y relevante en la sociedad contemporánea.La Escuela Regional de Mariachi, ubicada en Cocula, junto a la parroquia de San Miguel Arcángel, es hoy uno de los principales centros de formación para los músicos del género. Iván Antonio López Flores, quien ha sido coordinador durante varios años y ahora fungirá como director de la institución, destaca en entrevista con EL INFORMADOR la importancia de la escuela para el desarrollo musical de los jóvenes. “Nuestro objetivo ha sido y seguirá siendo elevar el nivel académico, cultural y de ejecución de los niños. Queremos que su calidad musical aumente, tanto en lo cultural como en lo teórico y práctico”, afirma López Flores. “Vamos a apostar por ofrecer oportunidades para que los estudiantes representen a Cocula en diferentes lugares fuera del municipio”, agrega.La formación musical en Cocula está profundamente arraigada en la vida cotidiana de la comunidad. De acuerdo a López Flores, los mariachis infantiles juegan un papel clave en las festividades locales. “En Cocula se viven muchas festividades, y en ellas siempre hay mariachis infantiles. Estos niños participan en festivales, desfiles y eventos religiosos, como la misa de 12, que es la más emblemática en la parroquia. El señor cura nos permitió que los mariachis infantiles se enseñaran ahí, sin lucro ni paga, y eso ha sido fundamental para su integración en la sociedad y la tradición”, explica López Flores.La escuela no sólo se enfoca en la enseñanza musical, sino también en la formación integral de los jóvenes. López Flores señala que muchos de los niños provienen de entornos desfavorecidos, lo que añade una dimensión social a su labor.El mariachi ha sido históricamente un espacio dominado por hombres, pero en los últimos años, los mariachis femeniles han ganado terreno y reconocimiento en la escena musical. El Mariachi Femenil Nuevo Tecalitlán, fundado en 2006 por Ángel Martínez y dirigido por Adriana Martínez, es uno de los grupos femeninos más destacados en el mundo del mariachi. Conformado inicialmente por nueve mujeres, muchas de ellas hijas de músicos de mariachi, el grupo ha crecido y ha compartido escenario con figuras como Vicente Fernández y Joan Sebastian.Adriana Martínez, directora musical del Mariachi Femenil Nuevo Tecalitlán, señala a EL INFORMADOR que el grupo ha sido una plataforma para que mujeres talentosas puedan llevar adelante la tradición del mariachi. “Fuimos pioneras en formar un mariachi femenil en Guadalajara, y hemos logrado grandes cosas. Hoy en día, hemos tenido integrantes de todo México, e incluso de Estados Unidos, Perú y Colombia. El mariachi no tiene fronteras”, comenta.El Mariachi Nuevo Tecalitlán, fundado por los hermanos Pepe y Fernando Martínez en 1965, es una de las agrupaciones más emblemáticas de México. Con casi seis décadas de trayectoria, la agrupación ha acompañado a grandes artistas, desde Lola Beltrán y Vicente Fernández, hasta Natalia Lafourcade y Alejandro Fernández. Ángel Martínez, hijo de uno de los fundadores y actual director general del mariachi, señala a esta casa editorial que su legado musical proviene de su abuelo, Blas Martínez Panduro, quien tocaba el arpa en el legendario Mariachi Vargas de Tecalitlán.A lo largo de su historia, el Mariachi Nuevo Tecalitlán ha sido testigo y protagonista de la evolución del género. Ángel Martínez destaca que, aunque el mariachi siempre ha sido popular, su público es cada vez más selecto. “Hoy en día, los mariachis se han profesionalizado mucho más; hay una gran oferta de mariachis de buena calidad, y los músicos ya no sólo tocan de manera empírica, sino que requieren estudios musicales formales”, explica Martínez.El director también enfatiza la importancia del Encuentro Internacional del Mariachi y la Charrería, que se celebra anualmente en Guadalajara. Este evento atrae a mariachis de todo el mundo que buscan aprender y perfeccionar su estilo en la “meca del mariachi”. “Los mariachis de Jalisco lo llevan en la sangre. Aunque en otros estados como Michoacán y Zacatecas también se tocan buenos mariachis, el feeling de Jalisco es único”, comenta Martínez.A lo largo de los años, el mariachi ha experimentado una evolución significativa. La música de mariachi moderna ha adoptado influencias de otros géneros, como la ranchera, el bolero ranchero e incluso la cumbia colombiana. “Las letras de las canciones hablan del amor a la tierra, la religión, la naturaleza y la cultura mexicana. Hoy en día, los mariachis también interpretan canciones populares que no son parte del repertorio tradicional, pero que responden a los gustos contemporáneos”, señala Martínez.La profesionalización de los mariachis también ha implicado una mejora en sus presentaciones. “Antes, la música de mariachi se tocaba sin partitura, de manera empírica, pero hoy en día es necesario tener conocimientos musicales formales para ser parte de un buen mariachi. Además, los trajes han mejorado mucho, y las agrupaciones se preocupan por ofrecer arreglos originales, lo que les ha permitido posicionarse mejor”, agrega.PARA SABEREn septiembre de este año, el Instituto de Información Estadística y Geográfica de Jalisco (IIEG) presentó la plataforma “Mariachis. Directorio de Información Cultural”, que se realizó en conjunto con la Secretaría de Cultura (SC) y el INEGI, y hoy sabemos que en Jalisco hay al menos 369 grupos de mariachis, 61 academias y 156 festivales alrededor de esta manifestación cultural. Los cinco municipios con más mariachi son Puerto Vallarta con 22 ensambles, Cocula con 17, Lagos de Moreno con 15, Zapotiltic con 14 y Tuxpan con 11. Zapopan está en el lugar número 11 con siete ensambles.Del total de mariachis hay 250 de personas adultas, 85 son juveniles y 30 infantiles.Gracias a esta iniciativa, ahora se sabe que de los 369 grupos de mariachis censados, 213 mariachis son varoniles, 146 son mixtos y apenas hay seis femeniles.A pesar de la importancia del mariachi en la cultura mexicana, la Plaza de los Mariachis en Guadalajara, uno de los sitios más emblemáticos del género, ha sufrido un deterioro en los últimos años. Ángel Martínez recuerda con nostalgia cómo, en la década de los setenta, la plaza era un lugar vibrante, lleno de agrupaciones musicales que ofrecían su trabajo a quienes querían contratarlos. Sin embargo, hoy en día, la plaza ha sido invadida por el comercio informal y la piratería, lo que ha alejado a muchos mariachis y al público local.“La Plaza de los Mariachis solía ser un lugar muy alegre, lleno de vida y música. Hoy, lamentablemente, la situación es distinta. Los mariachis están desalineados, tristes, y la gente local ya no se acerca. Es feo ver cómo un lugar que solía ser tan importante para el mariachi ha caído en el abandono”, lamenta Martínez. “Necesitamos que las autoridades y las instituciones como la Secretaría de Cultura y la Secretaría de Turismo se involucren para devolverle la dignidad a la plaza”, añade.A pesar de estos desafíos, la comunidad de mariachis en Guadalajara sigue siendo fuerte. La ciudad sigue siendo un centro neurálgico para la música de mariachi, y muchos músicos y artesanos relacionados con el género residen en barrios como San Andrés y Oblatos. “Aquí en Guadalajara tenemos algunos de los mejores fabricantes de instrumentos de mariachi, como don Roberto Morales, cuyos guitarrones y arpas son reconocidos a nivel mundial”, explica Martínez.