Martes, 07 de Enero 2025
Alberto sabía que los viajes edifican a las personas, por eso dedicó su vida a recorrer el mundo y conocer diversas culturas. ESPECIAL
Estilo

Alberto Sarquís Saade deja legado en sociedad tapatía

Tras su muerte, todos lo recuerdan como un hombre muy preparado, amante de la lectura y los viajes. Un gran empresario, pero mejor ser humano

El Informador

Alberto Sarquís Saade nació el 7 de septiembre de 1930 en La Piedad, Michoacán. Fue el menor de cuatro hermanos, entre los que se encontraban Rosa, Víctor, Julia. Desde pequeño comenzó a colaborar en el negocio familiar de la venta de ropa y tela en abonos, que encabezaba su padre Pedro Sarquís Merrewe, quien llegó a la ciudad proveniente del Líbano en 1924. Alberto fue un hombre muy preparado, amante de la lectura y los viajes. Fue un buen conversador y siempre preocupado por su familia. Así lo recuerdan.

Siempre estuvo dispuesto a extender su mano a quien lo necesitaba, mucha gente se le acercaba para pedirle apoyo económico o consejos para hacer funcionar su negocio. Y él, de forma positiva, se mantenía cerca de aquellos que depositaban la confianza en su persona.

Tenía un corazón tan grande, que si Alberto se encontraba con una persona que estaba triste o pasando por un mal momento, la invitaba a su oficina a tomar un café para saber en qué forma podía ayudar a resolver la situación.

Por eso destacó por ser un hombre auténtico, leal, un buen amigo y un excelente hermano, de esos rasgos difíciles de encontrar en estos tiempos.

VANGUARDISTA. Alberto Sarquís Saade siempre se mantuvo al tanto de los cambios en los negocios y en la transformación del mundo.

El viajero

Alberto sabía que los viajes edifican a las personas, por eso dedicó su vida a recorrer el mundo y conocer diversas culturas.

Fue amigo personal de cantantes de la talla internacional de Julio Iglesias y Plácido Domingo, de quienes disfrutó el talento con el cual ambos triunfaron en la música. También fue amigo de “Cantinflas” o Jorge Negrete, entre otros.

Formó buenas amistades en el Guadalajara Country Club, a donde en ocasiones acudía para visitar a sus amigos y compartir sus anécdotas sobre su vida diaria.

Siguió el ejemplo de su padre, quien también fue un exitoso hombre de negocios. Ambos con una gran calidad humana que los hacía no sólo tener el respeto de los demás sino también ganarse su aprecio.

AMISTAD. Alberto Sarquís, con su entrañable compadre Jorge Chidán Harfush y su ahijado "Salmolino".

“Ay vamos, ratitos a pie y ratitos andando”

Ésa era una de sus frases características. Alberto sabía que la vida tiene sus buenos y malos momentos. Y ante eso, no queda más que seguir adelante.

En el año 2000, con el fin de rendir tributo a la memoria de su padre, creó en compañía de sus hermanos Rosa y Víctor la asociación Pedro Sarquís Merrewe, una fundación sin fines de lucro, a través de la cual se reconoce el trabajo de quienes han hecho todo lo que está a su alcance para servir a los demás.

Alberto fue participe de esta fundación en donde apoyó activamente el desarrollo y bienestar de la sociedad jalisciense dejando un legado para este Estado y para México.

Tras la muerte de su padre en 1974, Alberto y sus hermanos se hicieron cargo del negocio familiar en la industria textil. Y más adelante incursionaron con éxito en los negocios en el ámbito inmobiliario.

Siempre supo de la visión empresarial y la responsabilidad social que le heredó su padre. Por ese motivo, se preocupó por premiar el esfuerzo de decenas de niños triunfadores en las Olimpiadas del Conocimiento, además de reconocer a personas destacadas en áreas culturales, científicas y deportivas.

Tío Beto:

La nobleza tiene nombre,

además de

un apellido.

Es la marca de un gran hombre,

que es de todos preferido.

Porque entrega

el corazón,

sin habérselo pedido.

Sin que medie una razón,

él encuentra lo perdido.

Es su ejemplo una valía,

su rectitud

y certeza.

Hacen que con alegría,

evites una torpeza.

Siempre dispuesto

a ayudar,

con una gran discreción.

Enseñándote

a luchar,

con sentida vocación.

Con todas sus experiencias,

que siempre te las comparte,

hace que

tus carencias

las transformes

en un arte.

Por eso en cada familia,

debe existir

el respeto.

Y descubrir

la valía,

como en ésta, la grandeza

del tío Beto.

Víctor Chidán Hadad.

Empresario innovador y altruista

Alberto fue un visionario en los negocios. Y durante su paso en las Tiendas Cadena fue el pionero en la idea de abrir una tienda de autoservicio en Guadalajara. Para esto realizó estudios de mercado y capacitaciones que le permitieron siempre estar delante de sus competidores.

Además de ser un trabajador nato, incursionó en el ramo inmobiliario, en donde fue director general de Grupo Sarquís, empresa que con su liderazgo mantuvo una estabilidad financiera y un crecimiento a nivel nacional.

Su  altruismo era un sello familiar. En 1975, Alberto y sus hermanos construyeron varias escuelas en La Piedad, Michoacán, que fueron donadas a la ciudad. Estos planteles educativos han sido el semillero de cientos de niños y jóvenes que han impactado de forma positiva a la sociedad.

Entre otras obras de caridad, se caracterizaba por donar juguetes a los niños menos favorecidos, además de acudir a los albergues para donar ropa y alimentos.

Nunca le gustó ser el centro de atención por sus actos de bondad. Él decía que México le dio mucho a su familia y, como agradecimiento, lo menos que podía hacer era ayudar a los demás.

Muchos sobrinos e hijos de sus empleados tuvieron una educación universitaria gracias a Alberto, porque se preocupó por el bienestar de aquellos que colaboraban con él. Siempre decía: “Amor a México, libaneses. Y amor al Líbano, mexicanos”.

AMISTAD CON FAMOSOS. Tuvo amigos en el mundo del espectáculo. Mario Moreno 'Cantinflas' en un visita para comer en la casa de Alberto en Guadalajara.

Confianza

Alberto mantuvo un balance entre sus actos y el ejemplo que predicaba a los demás. Compartía comentarios atinados sobre cualquier tema, y en ese aspecto las personas cercanas sabían que tenían a alguien de confianza.

No tuvo hijos ni esposa, pero eso nunca le impidió demostrar su afecto a sus sobrinos, con quienes llevaba una buena relación. Y el ejemplo fue la relación de “padre” que tuvo con Alberto Hawa Sarquís, a quien preparó para mantener su empresa y legado.

Alberto Sarquís Saade falleció el 13 de abril de 2022.

En Frases

“Desde mi niñez, siempre me diste alegrías. No importaba con quién estabas, te dabas
el tiempo para hacerme sentir especial”
, Salomón Chidán.

***

“Siendo un joven me dabas espacio en la privacidad de tu casa para aconsejarme.
A veces hasta para conciliar los temas con mi papá, tu compadre. Consejos siempre atinados y equilibrados, ayudándome a ser independiente”
, Salomón Chidán.

***

FAMILIA: Don Pedro Sarquís Merrewe, Víctor Sarquís Saade, Doña Catalina Saade y Alberto Sarquís Saade.

“En mi juventud me hiciste consciente de una forma de trabajar moderna. Me ayudabas a explorarla. Hasta mis amigos se vieron beneficiados con tus ideas. Después me animaste a dar pasos más grandes. ‘Deja los temores’, era tu frase”, Salomón Chidán.

***

“‘Cuando atinábamos… a seguirle’. ‘Cuando errábamos… ni modo’. ‘Aprovecha lo que puedes hacer’. Eran tus frases sencillas, pero llenas de sabiduría. Sé que nunca me lo decías, porque no era tu estilo dar coba, pero también sé que presumías que era tu ahijado”, Salomón Chidán.

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LOS SOBRINOS: Los sábados se reunían para convivir con Victor, Samy y Alberto, disfrutando con "El Tío".

“Fuiste un cariño muy especial, no tengo forma de pagarte todo. Estarás en mi recuerdo permanentemente. Disfrutaba caminar kilómetros platicando, vacilando y recibiendo tus  consejos. Tu presencia y tu cariño son un legado para mí”, Salomón Chidán.

“Un padrino ejemplar, siempre presente, cariñoso, espléndido. Siempre estuvo en las buenas y en las malas” Peter Checa

 

CELEBRACIÓN: Alberto y los novios Emilio y Lily Checa, una gran amistad

Remembranza de un gran hombre

Tío Beto:

Ha sido una travesía de vida el conocerte, estar contigo y escuchar tus anécdotas de viaje. Siempre fuiste la inspiración de muchos, con los lugares recónditos del mundo que nos compartías, experiencias únicas de vida y muchas anécdotas que parecían de un libro de ciencia ficción o de un jeque árabe conquistando el mundo.

Con pocos amigos y muy selectos, culto, letrado y con una profundidad única en los temas que te interesaban. Tan sensible que tu corazón parecía que se cerraba; sin embargo, te quisimos como fuiste y aprendimos a quererte así.

Fuiste el mentor ejemplar y un maestro de muchos, y de grandes personas. Era parte de tu inconsciente rodearte de gente y de manera aspiracional nos volvimos fans tuyos.

Siempre tuviste muy claros tus principios, valores y tiempo en cada cosa, con una disposición y responsabilidad estuviste siempre presente y haciendo todo por ellos, por todos  tus hermanos y padres. Sigues siendo ejemplo de la congruencia.

Hoy que te vas me queda sólo darte las gracias de lo que soy y de lo importante que fuiste para muchos de los que hoy estamos aquí dándote el ultimo adiós en esta vida terrenal.

Gracias tío, gracias tío Beto. Gracias al cielo y a tus padres, que nos dieron el privilegio de estar contigo en algún momento de nuestras vidas.

Amin Hawa.