En Jalisco, 120 mil 213 adultos mayores de 60 años (12%) son dependientes directos de una persona en edad laboral. Si bien a nivel federal o estatal no existe un censo preciso sobre las personas que fungen como cuidadoras de los miembros del sector referido, son las mujeres las que principalmente llevan a cabo esta labor sin recibir ningún tipo de remuneración. Ante este panorama, el Gobierno de Zapopan optó por consolidar el primer Sistema Integral de Cuidados Municipal para apoyar con ayuda económica a quienes realizan esta tarea. Esto a través del programa “Nos toca cuidar”, que entrega un apoyo trimestral de tres mil pesos.Sin embargo, el presupuesto sólo alcanza para 300 personas este año, pese a que se recibieron más de dos mil solicitudes de habitantes de Zapopan y de otros municipios de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG). Para atender esta situación en la Entidad, en el Congreso de Jalisco se discute una iniciativa que fue presentada por Gabriela Cárdenas, legisladora del partido Movimiento Ciudadano (MC), para crear el Sistema Estatal de Cuidados de Jalisco.Se trata de una instancia de coordinación que se encargaría de promover el desarrollo de las personas en situación de dependencia, su atención y asistencia, a través de acciones que están orientadas al diseño e implementación de políticas públicas transversales y con enfoque de género. La propuesta de la emecista plantea que los posibles beneficiarios proporcionen información a las autoridades para la valoración de sus casos, hacer uso de los servicios que requieran y recibir prestaciones económicas, así como para reportar la evolución sobre su estado de dependencia. Además, establece que los cuidadores tendrán que capacitarse y adoptar medidas de prevención y protección para las personas a las que atienden, entre otras.Zapopan es el primer municipio del Estado y el quinto a nivel nacional en implementar un Sistema Integral de Cuidados, con el compromiso de concientizar y apoyar desde el ámbito gubernamental a los cuidadores de personas dependientes.De este Sistema Integral nace el programa “Nos toca cuidar”, el cual, a decir de la titular de la Coordinación de Cercanía Ciudadana de Zapopan, Ana Isaura Amador Nieto, se enfoca en cuatro grupos prioritarios: infancias, personas con discapacidad, personas adultas mayores y personas cuidadoras.Señaló que este programa está dirigido al apoyo a personas cuidadoras, que son quienes realizan actividades que regeneran diaria y generacionalmente el bienestar físico y emocional de las personas que requieren cuidados. Estos incluyen las tareas cotidianas como: el mantenimiento de los espacios y bienes domésticos, el cuidado de los cuerpos, la educación/formación de las personas, el mantenimiento de las relaciones sociales o el apoyo psicológico a los miembros de la familia. Los cuidados se ubican principalmente en cuatro esferas: cuidados en la salud; cuidados en los hogares/empleo doméstico; cuidados a personas dependientes: bebés, infancias, personas mayores, personas con discapacidad, así como cuidados a quienes cuidan.El programa nació en 2022, con una bolsa presupuestal de 600 mil pesos para apoyos trimestrales de tres mil pesos a 100 beneficiarios. Para este 2023, se incrementó a tres millones de pesos para un padrón de 300 cuidadores, con la misma distribución.La coordinadora de Cercanía Ciudadana reconoció que los incentivos económicos son insuficientes con respecto a la cantidad de personas cuidadoras en el municipio, por lo que resaltó que además del programa “Nos Toca Cuidar”, también se brindan una serie de apoyos de otras índoles.Se calcula que en Zapopan existen más de 500 mil personas en situación vulnerable, entre adultos mayores, personas con discapacidad y niños.Además de los apoyos económicos, en marzo de 2023 el Sistema Integral de Cuidados sumó una serie de servicios complementarios en favor de las personas cuidadoras, como lo es un servicio de atención psicológica con sesiones grupales, virtuales o presenciales, una vez por semana con una duración de 60 minutos.El objetivo es brindar un espacio para las personas cuidadoras, en donde puedan contar sus experiencias, crear redes de apoyo, así como conectar con sus emociones y alentar a su crecimiento personal.Como tercer método de apoyos a los cuidadores y aquellos que requieren cuidados, el Gobierno de Zapopan, en conjunto con el periódico El Informador, entregaron 900 tarjetas del Círculo Informador, con las cuales los cuidadores pueden acceder a descuentos en establecimientos comerciales y farmacias, así como centros de rehabilitación y atención médica a convenio con el municipio.GOBIERNOS MUNICIPALESAna Isaura Amador afirmó que el Ayuntamiento de Zapopan trabaja en la consolidación de nuevos programas de apoyo, así como la capacitación hacía otros Gobiernos municipales, pues señaló que habitantes de otras localidades del Área Metropolitana de Guadalajara se han acercado a buscar el apoyo, todavía sin éxito.CENSO DEL INEGIAcorde al Censo de Población y Vivienda del año 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en los últimos 10 años la población mayor de 60 años en Jalisco aumentó un 2.8%; es el 12% de la ciudadanía en el Estado, es decir, un millón mil 779 personas forman parte del grupo etario de la tercera edad.Este comportamiento poblacional ha ido al alza durante los últimos 20 años; en el año 2000, el 7.6% de la población en Jalisco era mayor de 60 años; para el año 2010 la cifra incrementó a 9.2%; y 12% en 2020, con una mayor incidencia de mujeres.De los adultos mayores de 60 años en Jalisco, el 12% depende de un cuidador en edad laboral para poder subsistir, más de 120 mil personas de la tercera edad tienen dependencia total por motivos de vejez.De acuerdo con datos de las proyecciones de población, a mediados de 2022 los municipios del Estado con mayor volumen de población de 60 años y más, eran Guadalajara (236 mil 742), Zapopan (151 mil 151), San Pedro Tlaquepaque (64 mil 268), Tonalá (40 mil 885) y Tlajomulco de Zúñiga (36 mil 308). Por su parte, los municipios con menor cantidad de personas adultas mayores de 60 años y más eran Santa María del Oro (427), Ejutla (510), Cuautla (546), San Cristóbal de la Barranca (560), y San Martín de Bolaños (578).Ante el incremento en la incidencia de personas adultas mayores, resulta necesario conocer algunos de los cuidados que se deben tener con personas de la tercera edad.El Instituto Nacional de Adultos Mayores señala que los adultos mayores requieren auxilio en tareas de movilización y transferencias, es decir, ayuda para poder desplazarse de un sitio a otro sin complicaciones. Apoyo para la higiene personal y el vestido, así como auxilio en una alimentación diaria balanceada, que les permita mantenerse sanos con una dieta equilibrada.El acompañamiento también debe brindarse de manera emocional y psicológica, pues la dependencia señala que, ante las limitaciones que supone el envejecimiento es necesario brindar contención y acompañamiento emocional, además de brindar técnicas para el manejo del estrés y de relajación.Además, precisa que deben realizarse tareas de terapia y estimulación cognitiva, así como activación física para evitar el atrofiamiento de músculos. El grado de atención brindada en estos diferentes aspectos dependerá, en alguna medida, del tipo de cuidador de que se trate.ARTÍCULO 4 CONSTITUCIONAL EN JALISCOTras la aprobación de la reforma al Artículo 4 de la Constitución Política del Estado de Jalisco, mediante la cual se estipula que toda persona tiene derecho al cuidado digno que sustente su vida y le otorgue los elementos materiales y simbólicos para vivir en sociedad, la consolidación del Sistema Integral de Cuidados para Jalisco está por concretarse.La diputada local por Movimiento Ciudadano, Gabriela Cárdenas Rodríguez, aseguró que el primer paso para garantizar el cuidado de los jaliscienses como un derecho ya quedó establecido nivel constitucional, por lo que es necesario ahora consolidar un sistema de ayuda transversal.Expuso que acorde a la Encuesta Laboral y de Corresponsabilidad Social 2012 (ELCOS, 2012) elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en colaboración con el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES), el 81% de las personas que realizaron actividades de cuidado para personas con limitaciones son miembros del mismo hogar, de los cuales el 60% son mujeres que no reciben ningún tipo de remuneración por las tareas de cuidado a niños, personas con discapacidad permanente o severa, así como adultos mayores.“Las mujeres dedican más de 30 horas a la semana al trabajo doméstico, y hasta 17 horas en el cuidado de integrantes de la familia de 60 años o más, sin que ello sea reconocido como un trabajo digno que merece remuneración y no solo hablamos de lo económico, sino de garantías de salud y sociales”, señaló Cárdenas Rodríguez.LA VOZ DEL EXPERTOMaría Daniela Rosas García, profesora del Departamento de Salud Poblacional del Centro Universitario Tonalá de la UdeG.A pesar de que ser cuidador de una persona dependiente es una tarea que se desarrolla con normalidad en miles de familias en México, este trabajo no es reconocido como sujeto de beneficios laborales, ni se realiza con la debida capacitación y acompañamiento para tratar a personas con necesidad, afirmó María Daniela Rosas García, profesora del Departamento de Salud Poblacional del Centro Universitario Tonalá, de la Universidad de Guadalajara.La especialista señaló que la labor del cuidador se ha desarrollado como una obligación filial entre familiares que se deben hacer cargo de quienes no cuentan con las capacidades para vivir con autonomía.Sin embargo, consideró que los trabajos que realiza un cuidador deberían pasar por una capacitación y acompañamiento por parte del sector gubernamental, toda vez que en la mayoría de los casos, quienes asumen este rol desconocen cómo tratar con una persona dependiente y las complicaciones que ello conlleva.“En México lo que termina sucediendo es que los cuidadores de la familia terminan aprendiendo cómo hacer las cosas con el paso del tiempo, a prueba y error, un poco lo que les dicen los médicos y otro poco lo que van viendo que está bien, pero no hay una base de dónde partir ni quién los apoye”.Resaltó que, si bien existen asociaciones civiles que brindan cursos de atención a personas cuidadoras, estas clases suelen ser especializadas conforme a las patologías específicas que presentan adultos mayores o personas con discapacidad, mientras que no existen capacitaciones que enseñen de manera general cómo cuidar de alguien.Además, apuntó que la labor del cuidador está tan invisibilizada en México que esto lleva en muchas ocasiones a que los propios cuidadores comiencen a dejar decaer su calidad de vida, pues el cansancio, el “burnout” y abandonar su vida cotidiana para atender a alguien más causa serios problemas en quienes desempeñan esta labor.“Necesitamos que la labor de cuidar de alguien sea algo de lo que hable más, cada vez somos más quienes vamos a un estado de vejez, de madurez adulta, que nos puede dejar en manos de alguien más que no sepa lo que está haciendo o que terminemos por absorber su vida”.Con respecto a los programas de apoyo a cuidadores que se desarrollan por parte del Gobierno de Zapopan y la iniciativa que se discute en el Congreso de Jalisco, la especialista comentó que más allá de un tema económico, la ayuda se debe extender al ámbito social, psicológico y acompañamiento en las tareas de cuidado.Refirió que el hecho de que los cuidadores estén tan ocupados con sus tareas de cuidado les impide enterarse de apoyos o programas de los que pueden ser beneficiarios.HIJA DE ADULTA MAYOR SE ENCARGA DE SU MADREHortensia comenzó a cuidar de su madre cuando tenía 53 años de edad, luego de que la señora Guadalupe Ramos fuera diagnosticada con diabetes mellitus, enfermedad que le causó una serie de complicaciones, las cuales culminaron en la amputación de su pierna izquierda.Fue en el 2007 cuando la pantorrilla izquierda de Guadalupe fue removida debido a una infección que causó gangrena en uno de los dedos de su pie y se fue extendiendo por su pierna, debido a ello su movilidad se limitó a mantenerse en una silla de ruedas y con apoyo de su hija menor.A 15 años de la operación, Hortensia continúa al frente del cuidado de su madre, pues lo que inició como cuidados post operatorios por la amputación de su extremidad, se convirtió en un trabajo diario, tras la parálisis facial que padece Guadalupe desde hace más de siete años.“Al principio no era tan pesado, porque existía la posibilidad de que ella también pusiera fuerza para moverla, para bañarla, para comer, pero ahora es bien diferente porque mi mami ya no se mueve nada, está en cama todo el tiempo y yo tengo que hacer todo por ella”.La rutina de Hortensia, de casi 70 años de edad, comienza a las 07:00 horas cuando empieza a arreglar su hogar para que esté listo y limpio para toda la jornada, de ahí sale a comprar algunos insumos para su desayuno y el de su nieto de 16 años que vive con ella y la ayuda en algunas tareas del hogar.Pasadas de las 09:00 horas levanta a su madre de la cama para alistarla, le lava la cara, los dientes, la cambia y le cepilla el cabello, todo ello antes de llevarla a la mesa para darle un pomo de Ensure, una de las pocas comidas que le acepta sin chistar.De ahí, la lleva al baño y posteriormente de regreso a la cama, prende la tele y transcurre el día con normalidad. Entre labores del hogar, cocina la comida de la tarde y da unas cuantas rondas para asegurarse de que Guadalupe está bien.Hortensia reconoció que la labor de cuidado que ha desempeñado durante los últimos 15 años ha dejado secuelas en su cuerpo, en su familia y en sus emociones, pero afirmó que no haría ninguna cosa diferente, pues el amor que siente por su madre es la mayor motivación para levantarse en el día a día.“Hay personas que incluso me han dicho que por qué no la dejo ir, que si Lupita ya no la pasa bien, pero cómo voy a dejar a mi mamá decaer si ella toda la vida me cuidó, y bueno es mi turno de hacer lo mismo, no importa cómo estemos, mientras estemos”.Además de su madre enferma, Hortensia también cuida de un hijo de 34 años con síndrome de Down y autismo, quien no se puede comunicar de manera autónoma ni realizar labores por sí solo.Hortensia no recibe ningún tipo de remuneración por su labor, mientras que sostiene a su madre e hijo por medio de lo que envía otro de sus hijos, quien trabaja en Estados Unidos.SEGÚN EL BIDEl Banco Interamericano de Desarrollo, a través de la investigación Simulaciones del costo de un sistema de apoyo para los adultos mayores en situación de dependencia en México, con datos del Estudio Nacional de Salud y Envejecimiento (ENASEM), proyecta las siguientes cifras para 2026: el 18.9% de la población mexicana mayor de 61 años se encontrará en situación de dependencia leve, mientras que el 9.3% en dependencia severa.La investigación que realizó el Banco Interamericano de Desarrollo tiene tres objetivos:El primero es identificar los determinantes de la dependencia futura para los adultos mayores, así como los determinantes del hecho de recibir o no apoyo para realizar actividades de la vida diaria. El segundo es proyectar la prevalencia futura de la dependencia, diferenciando entre leve y severa, y el porcentaje de los adultos mayores dependientes que recibirán servicios de apoyo en su momento.El último es estimar el costo, corriente y futuro, de un sistema nacional de servicios de atención a la dependencia.También proyectaron que, en ausencia de un nuevo sistema de servicios, sólo recibirán servicios de apoyo de larga duración (formales o informales) el 26.7% de los adultos mayores en condición de dependencia leve y el 77% de los que tienen dependencia severa. Y estimaron que un nuevo sistema nacional de atención a la dependencia costaría entre 0.17% y 0.45% del PIB en 2026, en diferentes escenarios de cobertura y oferta de servicios.Otra estimación que fue una de las principales de esta investigación, desarrollada por César Alfredo González-González, Marco Stampini, Gianluca Cafagna, M. Carmen Hernández Ruiz, Pablo Ibarrarán y que presentaron resultados en diciembre 2019:“Estimamos que el 49.3% de la población viva en 2015 no presentará dependencia en 2026, 13% tendrá dependencia leve, 6.4% presentará dependencia severa y 31.3% habrá fallecido. “Esto significa que, en 2026, el 71.8% de la población superviviente mayor de 61 años no presentará dependencia, 18.9% tendrá dependencia leve y 9.3% dependencia severa”.En las estimaciones del costo del sistema de servicios de apoyo, la implementación de un sistema de atención a la dependencia tendría un costo de entre 0.13% (escenario base) y 0.34% (escenario extendido) del PIB. SERVICIOS ESPECIALIZADOSAsí como en México persiste la cultura de los cuidadores sin una preparación adecuada debido a las condiciones de parentesco en muchos de los casos, también existen servicios de atención integral orientados a pacientes geriátricos que buscan mejorar la calidad de vida de los adultos mayores con servicios especializados, tal es el caso de D’Bretons Care.Irene Bretón, fundadora de D’Bretons Care, explicó que esta agencia de enfermería brinda un servicio personalizado a adultos mayores que requieren cuidados y tratamientos especiales por medio de auxiliares de enfermería, gerocultores y la asistencia del médico especialista geriatra, Arnoldo Muñoz.La agencia trabaja con 74 especialistas en enfermería que brindan todo tipo de atención a pacientes de la tercera edad, desde el acompañamiento a una cita médica o un paseo por la ciudad, hasta la instalación de dispositivos médicos para la atención personalizada de cualquier patología desde sus hogares.Apuntó que la idea nació en el año 2013, durante la realización de su servicio social, periodo en el que descubrió las necesidades de la población geriátrica, y la falta profesionalización de los servicios del cuidado de los adultos mayores.“Los cuidadores normalmente son personas que aprendieron a cuidar de sus familiares de manera empírica, sin una correcta preparación, sin el conocimiento de los métodos, de cómo se debe tratar a un adulto mayor, de sus necesidades médicas y psicológicas y aquí velamos por ello, por darles la mejor calidad de vida posible”.Los servicios de esta agencia de enfermería se pueden contratar por hora, día, semana e incluso meses dependiendo de la necesidad de los pacientes, mientras que los costos varían y se pueden ajustar conforme a lo requerido por cada persona.Además de los cuidados personalizados, los especialistas de D’Bretons Care también dan un seguimiento puntual con los médicos que llevan el tratamiento de los pacientes que atienden con la finalidad llevar un control de su calidad de vida. GUÍADebido a la falta de profesionalización de los cuidadores de personas dependientes, durante los primeros meses e incluso años de las tareas de cuidado puede haber errores que perjudiquen la calidad de vida de quienes requieren ser cuidados, así como de aquellos que desempeñan este trabajo.En Jalisco no existen escuelas ni programas específicos para la capacitación de cuidadores. Sin embargo, a nivel federal hay algunas opciones de las cuales se puede echar mano para mejorar en las labores de asistencia.La Secretaría de Salud de México ofrece un curso básico de cuidadores con una duración de 40 horas en cuatro semanas.El objetivo es proporcionar al interesado los conocimientos básicos para el cuidado de adultos mayores, que le permitan brindar una asistencia adecuada y una mejora de calidad promoviendo y fomentando un envejecimiento saludable. Este curso se imparte de manera virtual y se otorga una constancia de acreditación por haber culminado exitosamente los módulos de envejecimiento poblacional, determinantes sociales y programas de atención; envejecimiento y vejez; el cuidado de la persona mayor en el domicilio; y cuidados crónicos.Además, como una optativa de la Escuela de Salud Pública de México del Instituto Nacional de Salud Pública, existe la posibilidad de tomar diferentes cursos y diplomados en la Escuela de Cuidadores de Personas Adultos Mayores, en donde se capacita y se apoya a convertirse en cuidadores de excelencia a quienes tienen a su cargo a un familiar, o que incluso lo hacen como una actividad remunerada.El proceso de capacitación dura cinco meses con un total de 100 horas teórico-prácticas; cuenta con un personal de 38 profesores. Desde su creación ha formado a alrededor de 200 personas, algunas de las cuales, han hecho de la actividad de cuidador su profesión.TELÓN DE FONDOLa situación de los cuidadores de personas enfermas en México y en todo el mundo es cada vez más delicada. Si bien es cierto que existen programas sociales que buscan aliviar la carga que implica cuidar a un enfermo en el hogar, la mayoría de estos programas no son suficientes para hacer frente a las necesidades de esta población.En Iztapalapa, uno de los distritos más densamente poblados y de escasos recursos de la Ciudad de México, se ha implementado un programa social orientado a los cuidadores de personas enfermas: “Sistema Público de Cuidados 2023”. El objetivo es impulsar la autonomía y empoderamiento de los cuidadores mediante un apoyo económico, así como opciones para que desarrollen otras habilidades. Cada beneficiario de este programa recibirá 12 mil pesos durante todo el 2023, el pago de este apoyo se hará en dispersiones de dos mil pesos cada una.A nivel internacional, por ejemplo, en Barcelona, España, existe el programa de apoyo a la Persona Cuidadora, que es más amplio e incluye teleasistencia. Facilita servicios y recursos de utilidad, adaptando y ampliando las prestaciones del servicio de teleasistencia. En Cataluña ofrecen: apoyo profesional con llamadas de seguimiento por parte de una persona referente para ofrecer una atención individualizada y establecer una actitud activa de escucha, visitas anuales, información sobre los recursos disponibles y campañas de apoyo específicas.Programas psicoeducativos: guías formativas con contenidos prácticos y de interés dirigidos a la persona cuidadora. Incluyen consejos de cuidado y de autocuidado, recomendaciones prácticas para mantener la mente en forma.Dispositivos tecnológicos específicos: prestaciones tecnológicas individualizadas, como por ejemplo detectores de enuresis (incontinencia nocturna), de ocupación de cama o de sillón o de convulsiones por posibles movimientos anormales en la cama.