Chivas, el mote del Club Deportivo Guadalajara, nació aproximadamente en los años veinte en el marco de la rivalidad con Atlas, y fue publicado por primera vez en la prensa escrita el 1 de octubre de 1948, en EL INFORMADOR, en un encabezado que relataba "Jugaron a las carreras y ganaron las 'Chivas' uno a cero" y fue escrito por Reinaldo Martín del Campo, jefe de la sección de deportes, que se inspiró en la crónica del partido Guadalajara-Tampico escrita por Manuel Gómez Gutiérrez, "Magog".Si el mote era una burla cuando fue publicado por primera vez en 1948, veinte años más tarde, hacia el final de la era del Campeonísimo, se había convertido en motivo de orgullo y en una manera de ser que se transmitía de generación en generación."Tuve grandes entrenadores", recuerda Raúl "Willy" Gómez, campeón con Chivas en 1970. "Diego Martínez, el señor 'Chuco' Ponce, el 'Dele' Vega, el 'Dele' Moreno, Mario Arrona, el 'Panochero' Enciso. Todos fueron formadores, antes que profesores de futbol eran mentores. Te iban y te sacaban la foto a Santa Teresita de 1.50 para que firmaras con Chivas. Te enseñaban el carácter, a ser formal, hombrecito, con responsabilidades".A pesar de ese sentido de pertenencia formado durante las épocas del "Ya merito" y el Campeonísimo, la década que siguió al campeonato de 1970 iba a ser difícil para el Guadalajara. Los títulos dejaron de llegar a las vitrinas rojiblancas y fueron acaparados por el Cruz Azul y en menor medida por el América, el rival histórico de Chivas. En 1977 la UNAM, un equipo de formación relativamente reciente y con un escudo moderno e impactante obtiene su primer campeonato de Liga.Todas esas innovaciones en el panorama del futbol mexicano obligan al Guadalajara a replantearse su identidad, y en los años ochenta la chiva adquiere una nueva relevancia bajo el mando de un joven presidente, Carlos González Lozano. La directiva encabezada por Lozano se acerca en 1983 a Rodolfo Caloca, cartonista de EL INFORMADOR para que cree una imagen para el equipo. El dibujante intuye que en ese momento de crisis de la tradición es importante acercarse a los niños y crea una chivita jovial, accesible al público infantil, con la que crece toda una generación de seguidores del Guadalajara.Un año más tarde, Lozano vuelve a la carga con un plan más ambicioso. Quiere que la chiva, ese animal usado más de treinta años antes para reírse del equipo, se convierta en una imagen tan imponente visualmente como los escudos del puma de la UNAM y el león de la Universidad de Guadalajara. La idea no es sustituir el escudo tradicional de la institución, sino crear una imagen fresca para el equipo de futbol.El encargo recae en dos estudiantes recién egresados de la carrera de diseño industrial, Xicoténcatl Méndez Pizano y Ernesto Olivares Gallo. Méndez prácticamente creció entre las paredes del club; era integrante del equipo de natación del Club Guadalajara y era vecino de González Lozano. Así, recibe la encomienda de crear el nuevo logotipo. A su vez, Méndez recluta a Olivares, otro miembro del club, a quien conoce desde la escuela primaria.Hasta hoy, la autoría del logotipo había sido un misterio para el público en general porque luego de la creación de la imagen tanto Olivares como Lozano se alejan del ambiente del diseño gráfico. Hoy en día, Olivares se dedica al diseño industrial y es docente en la Universidad de Guadalajara, mientras Méndez es titular de Fojal, el Fondo Jalisco de Fomento Empresarial."¿Cómo diablos nos encontraste?", es la primera pregunta de Méndez al ser entrevistado para este artículo. El diseñador recuerda que visitó ranchos junto a Olivares, ambos armados de cámaras fotográficas para captar imágenes de chivas hasta encontrar una que representara los atributos que deseaban proyectar: un animal decidido, que embiste de frente, "que lo que hace, lo hace en serio".Después de varias fases de sintetización gráfica, los dos jóvenes llegan al resultado que se ha vuelto un símbolo del equipo: cinco elementos (los cuernos, dos ojos, nariz y barba) que forman la cabeza de una chiva vista de frente, acompañada de la palabra "Chivas" escrita en tipografía condensada y de tres barras rojas, que representan las franjas de la camiseta de los jugadores del equipo de futbol.El proceso de creación no es simple. Además de las dificultades del diseño de la era pre-digital, los dos jóvenes diseñadores enfrentan la reticencia de los miembros más tradicionalistas del club, revelando que aun después de 36 años del encabezado de Reinaldo Martín del Campo en EL INFORMADOR, el Guadalajara tal vez no había hecho paz del todo con su mote."Tomás Balcázar me dijo 'estás loco', Chava Reyes me dijo 'estás loco'", recuerda Méndez, que junto a Olivares pinta el logotipo en el muro del club, sobre la avenida López Mateos, para demostrar el impacto que puede tener.Para convencer a los escépticos, Olivares y Méndez explican que si el equipo no hace algo para ganarse a los niños, esos futuros adultos se van a ir "con el equipo que sale en la tele", el América. El argumento surte efecto y el proyecto es aceptado. Los jóvenes reciben cada uno 150 mil pesos de entonces por su creación, suficientes para que Olivares se compre un auto y Méndez mejore el que tiene.Olivares conserva el recuerdo de dos “jóvenes inexpertos enfrentados a empresarios consolidados”, que tuvieron que “proponerles una idea, defender la idea ante los socios del club”.Una vez adoptado, el logotipo aparece en las instalaciones del club, en prendas deportivas y en todo tipo de mercancía. Aparece también en el uniforme del equipo, y por primera vez en su historia el Guadalajara tiene una chiva en su camiseta, colocada del lado derecho del pecho, a la misma altura del escudo, que ocupa el lado izquierdo.Si entre los miembros del club existían dudas sobre el nuevo logotipo, la aceptación entre el público es inmediata. La imagen conecta la tradición del equipo con la modernidad, y sin bien deja de usarse durante los años de la Promotora de Martínez Garza, vuelve a aparecer bajo la administración de Jorge Vergara y se convierte en un favorito de los aficionados.A juzgar por las fotografías del grupo de Facebook "Tatuajes de Chivas", la chiva sintetizada es el segundo símbolo relacionado con el Guadalajara que los aficionados se tatúan más, sólo detrás del escudo del equipo.El encabezado de Reinaldo Martín del Campo a la crónica de "Magog" en 1948 y el logotipo de Olivares y Méndez en 1984 representan un punto de partida y un punto de llegada. De las chivas correlonas a las chivas que embisten. De las chivas locas que juegan a las carreras al Rebaño Sagrado, un equipo que despierta pasiones tan intensas que obliga a sus seguidores a recurrir a metáforas místicas y celestiales para explicar esa afición que quieren llevar a flor de piel.Para Karina Herrera, periodista que cubre al Guadalajara para la cadena estadounidense Univisión, en la actualidad la idea "Chivas" está tan relacionada con el equipo que casi ha adquirido un significado independiente del animal."Ya no te imaginas una chivita, te imaginas toda institución, toda una historia", explica la reportera, que ha vivido en primera persona cómo la pasión por Chivas ha pasado también a Estados Unidos, y cómo el equipo se convirtió en el 2017 en el primer campeón de la Liga femenil mexicana.Pero no todos son logros. El Guadalajara, orgulloso de su tradición de excelencia, ha conseguido sólo cuatro títulos en los últimos 31 años (86-87, Verano 97, Apertura 2006, Clausura 2017), un ritmo preocupante que ha permitido que el América lo iguale como equipo más ganador de México.Para Herrera, el reto más importante del equipo en el futuro inmediato es construir un centro que reúna todas las instalaciones que el equipo necesita en un sólo lugar, un requerimiento básico que ha sido postergado por la administración de Jorge Vergara. Además, la periodista cree que en los últimos años la institución se ha alejado de sus raíces populares, uno de los componentes más importantes de la identidad del Guadalajara.Si con su logotipo Méndez y Olivares deseaban conquistar a "los adultos de los noventas y los dosmiles", su logro superó sus expectativas. Edson Torres, jugador de 20 años del Guadalajara tiene la chiva sintetizada tatuada en un antebrazo."Si pudiera hablar con la persona que hizo el logotipo, le diría que lo hizo muy bien, se ve muy bonito", dice Ashley Peña, aficionada del Guadalajara de 18 años que tiene tatuada la chiva sintetizada en un muslo y tiene también tatuado el escudo del equipo."Desde que tengo memoria soy chivista. Hace poco que empecé a ir al estadio y en el 2006 cuando quedaron campeones no viví cómo se siente cuando un equipo queda campeón. Fue hasta el 2017 que yo los sentí campeones. Fue algo maravilloso ver a mi equipo campeón en la cancha, ir a celebrar hasta La Minerva y gritar", dice la joven, que forma parte de una de las barras que animan a Chivas."Las Chivas es el mejor equipo del mundo, aunque muchos dicen que no. Es el equipo más mexicano, y es un equipo que representa a México", explica Ashley.Como cualquier otra identidad, el ser Chiva es una idea dinámica, en constante evolución. Hasta hace diez años un Guadalajara femenil era impensable. En 1984, cuando fue creada la Chiva sintetizada, 16 años antes de que naciera Ashley, una mujer tatuada con el emblema de un equipo de futbol era inimaginable. El futuro siempre sorprende, incluso a los equipos de futbol, pero sin importar cuáles sean los cambios que vendrán, hay algo que permanece: ya nadie puede imaginarse al Club Deportivo Guadalajara sin decir "Chivas".LEE TAMBIÉN LA PRIMER PARTE DEL ESPECIAL:Consulta más noticias sobre Chivas
