Aunque en Guadalajara y Zapopan se han aplicado 809 clausuras contra establecimientos que incumplían la aplicación de medidas para prevenir contagios de COVID-19; en ninguno de los casos procedió el retiro de licencia. Los sancionados han vuelto operar tras corregir las fallas y pagar una sanción económica.De acuerdo con información proporcionada por autoridades tapatías, del 18 de marzo a la fecha, emitieron 454 clausuras, pero en ninguna se canceló la licencia municipal. La mayor parte de las sanciones (332) fueron a giros no esenciales que no respetaron las condiciones para operar. Julián Enrique Cerda Jiménez, director de Inspección y Vigilancia en Guadalajara, explicó que los propietarios de establecimientos clausurados tienen derecho a defenderse en un procedimiento administrativo para no perder la licencia.“En todos los casos debe haber un derecho de audiencia y defensa para el titular de la licencia de giro, eso implica que haya un procedimiento antes que se pueda revocar la misma”, expuso.Por su parte, la Dirección de Inspección y Vigilancia de Zapopan informó que han aplicado 355 clausuras; principalmente a giros como salones de eventos, terrazas, cervecerías, alimentos con venta de bebidas de baja graduación, tiendas de abarrotes, restaurante-bar, estéticas, barberías y gimnasios. Confirmaron que no ha procedido el retiro definitivo de licencia a algún giro.Autoridades zapopanas detallaron que la sanción económica por no tener las medidas sanitarias al interior del establecimiento va de 2 mil 274 a 24 mil 723 pesos. No precisaron el monto de lo recaudado por esas penalizaciones. Tras el pago y rectificar las omisiones que motivaron la clausura procede el retiro de sellos y los giros pueden volver a operar.LS